
Acerca del fallecimiento de Boris Yeltsin
Yeltsin era un hombre muy controvertido: le gustaba el poder y amaba la
libertad, pero no logró decidirse sobre qué camino seguir. Estableció
instituciones democráticas en Rusia, pero al mismo tiempo no tocó la
Nomenclatura, la omnipotente burocracia.

Bajo el mandato de Yeltsin, Rusia fue un estado gobernado por un sistema
dual. Por un lado teníamos instituciones, con errores, pero al menos
democráticas, elecciones limpias, prensa libre y por el otro esa burocracia
bizantina. El sucesor de Yeltsin tuvo que elegir entre ambas. Al optar por Putin,
un oficial de la KGB, Yeltsin tomó su decisión. Por eso hoy en día tenemos un
sistema sin democracia, un estado policiaco.
Su actual profesión
Escribo libros y tengo contratos con 19 editores en muchos países y en 17
idiomas distintos. Además me dedico a dar conferencia.
Sus ambiciones políticas
En Rusia el ser político es una cosa un tanto distinta que en los países
occidentales. Hoy en día, en Rusia no luchamos por ganar las elecciones, sino
por tenerlas. Son otras circunstancias. Nos movemos en una situación en la que
no tenemos acceso libre a la televisión ni a los medios de comunicación y
tenemos que arreglárnoslas con las restricciones que impone el estado policiaco.
Eso requiere tiempo y determinación. Me encargo del papel de coordinar una
coalición muy amplia, pero también frágil, de grupos de la margen derecha hasta
la izquierda. Lo que está pasando se parece bastante a lo que ocurrió en Chile
hace veinte años cuando todos los grupos políticos, desde los socialistas hasta
los comunistas y cristianodemócratas se juntaron para derrotar a Pinochet en un
referéndum nacional.

Aprendiendo del ajedrez
Da igual si te dedicas a la política, los negocios o cualquier otra cosa,
siempre tienes que tomar decisiones. En el ajedrez, tal y como también lo
explico en mi nuevo libro, no solamente tenemos que tomar decisiones, sino antes
hay que analizar por qué algunas funcionan y otras no. En el ajedrez tienes que
pasar por un riguroso autoexamen. Creo que durante mi carrera ajedrecística he
aprendido lo suficiente como para aplicarlo en cualquier otra situación. Sé que
hay que ser objetivo. El no tener reglas en la política de Rusia, también es una
regla en si mismo. Tengo que comprender que mis oponentes en esa partida no
respetan ningún tipo de reglas. Por lo tanto, hoy por hoy tengo que reconocer
que la mejor estrategia para la oposición es la de sobrevivir.
Su seguridad personal
Nadie está a salvo en Rusia. Nos vemos enfrentados con un gobierno que es
igual de brutal que el de Lukashenko y Mugabe, es decir, que Rusia forma parte
del mismo grupo de países que Zimbaue o Bielorrusia y no de los de la Comunidad
Europea. Yo, particularmente, corro menos riesgos que miles de activistas
políticos que luchan contra el gobierno en las capitales de las provincias y en
las pequeñas ciudades. Mi popularidad me protege. Si a mi me pasase algo,
ustedes informarían al respecto el mismo día o quizá la misma hora. Puedo
contratar a guardaespaldas que me acompañan cuando viajo por Moscú o por las
zonas rurales de Rusia. Puedo pagar a los mejores abogados del país si me pasa
algo.

Lo que ustedes vieron en la tele el día 14 o 15 de abril sobre Moscú y San
Petersburgo sólo es la punta del iceberg; es la cruel realidad que tiene que
afrontar la oposición en todo el país. Todo el proceso, desde mi detención hasta
las burlas en la sala de tribunal, fueron una violación de cada letra de la ley
rusa y la constitución. Me detuvieron ya antes de que empezase la propia
manifestación. Ni siquiera habíamos gritado nada. Nos detuvo la policía especial
para este tipo de "actos que violan el orden público". Si te detienen por causas
administrativas, no lo pueden hacer durante más de tres horas. Yo estuve
encarcelado durante once horas. Me hicieron pagar una multa de 1.000 rublos, con
solo un agente de policía de testigo y sin tener ninguna posibilidad defenderme.
Mil rublos no son mucho, pero a partir de ahora, técnicamente, la próxima vez me
podrán meter en la cárcel durante quince días o más.

Haga clic aquí para ver la entrevista completa en Nova TV (en inglés)
Traducción: Nadja Woisin