El tener que sellar el programa y pasárselo al oponente en septiembre
fue inicialmente bastante doloroso. Había varias razones psicológicas
para ello. Una es que los desarrolladores de programas encuentran difícil
de soportar las situaciones en las que no pueden reparar inmediatamente los
problemas que han descubierto. Pero retrospectivamente también debe considerarse
que las reglas fueron establecidas de forma equilibrada.
La segunda gran sorpresa fue la amplitud y fidelidad del público interesado
en un acontecimiento ajedrecístico. Aparentemente el juego tiene un buen
potencial para atraer la atención de los medios, principalmente cuando
destacados oponentes se enfrentan a un alto nivel.
Los oponentes que tienen características que contrastan claramente fuera
del ámbito ajedrecístico cumplen más fácilmente
los criterios para destacarse. USA vs URSS, KGB vs disidentes, hombre vs máquina:
todos estos tienen una especial fascinación. Encuentros de alto nivel
implican que se enfrentes los representantes que lideran cada grupo.

Internet es perfecto para dar cobertura al ajedrez. la retransmisión
en directo de la acción se convierte automáticamente en un tema
global y el ancho de banda requerido para difundir las jugadas de ajedrez es
muy pequeño, puesto que no hay que transmitir imágenes en movimiento.
El enfrentamiento de Bahrein hizo un uso extensivo de Internet. Bastante antes
de que comenzase hicimos los preparativos con potentes socios para la cobertura
en directo. Llevó una buena dosis de capacidad de persuasión puesto
que la cooperación técnica requerida era considerable. Incluso
el día de la primera partida no estaba claro todos los que iban a realizar
retransmisiones en directo.
Entonces pasó algo destacable. La cobertura en directo y los reportajes
de la revista alemana de noticias Der
Spiegel generaron tal cantidad de interés que los editores decidieron
aumentar el espacio disponible en la web de noticias. Fue posible porque pudieron
contar exactamente cuanta gente visitaba las páginas de ajedrez, en tiempo
real, a medida que sucedían los acontecimientos.
Durante
la mañana que siguió a la emocionante sexta partida, el ajedrez
recibió más atención que todos los demás temas de
las páginas de noticias. André Schulz les facilitó comentarios
jugada a jugada con un diagrama por movimiento y dichos diagramas recibieron
más pulsaciones que las imágenes del concurso de Miss Universo.
La gente que no creía que el ajedrez pudiera nunca atraer audiencias
masivas ahora tienen cifras concretas que prueban que estaban equivocados.
Un factor importante para el éxito del acontecimiento de Bahrein fue
que Vladimir Kramnik jugó un gran encuentro. Su osada decisión
de arriesgar todo en la sexta partida, cuando conducía las piezas blancas
y tenía una ventaja cómoda, le dio al acontecimiento un clímax
dramático perfecto. Esto era lo que los periodistas estaban buscando.
La posición de Kramnik como sucesor histórico de Garry Kasparov
como campeón del mundo de ajedrez se vio claramente reforzada tras el
acontecimiento de Bahrein.
Nuestra conclusión sólo puede ser positiva. El ajedrez puede,
después de todo, cautivar a las masas si solamente se le presenta de
la forma correcta. Bahrein probó que la gente está deseando concentrar
su atención en partidas de ajedrez durante un prolongado periodo de tiempo
si reciben cobertura de primera clase y si las circunstancias del encuentro
pueden disparar su imaginación.
Matthias Wüllenweber