Para ganar, primero debes aprender
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Como si fuese poco que Viswanathan Anand se tenga que preparar para el próximo duelo por el título mundial contra el GM búlgaro Veselin Topalov, previsto para el año que viene, ahora además tiene que asumir otra "jugada" fuera del tablero. El mes pasado se hizo público que Garry Kasparov ha aceptado trabajar con Magnus Carlsen, el niño prodigio noruego de 18 años. Para el mundo de los fanáticos del ajedrez, eso sin duda es una noticia muy llamativa. Es como si en los años noventa, Don Bradman hubiese decidido a ser entrenador de Tendulkar. Incluso es más que eso, porque en el ajedrez las colaboraciones probablemente todavía son mucho más importantes que en cualquier otro deporte.
En general se puede decir, que suele haber dos tipos de colaboraciones en el ajedrez. Por un lado existe la colaboración con un solo entrenador. Y por otra parte hay equipos de varios entrenadores o asesores que se encargan del trabajo más intenso, a la hora de preparar las partidas alguno de los jugadores de súper elite. La colaboración Carlsen - Kasparov se podrá ubicar en alguna parte intermedia entre ambos tipos.
En la cima del deporte, los entrenadores/asesores son la clave de la colaboración. Casi los podríamos llamar "padrinos", un poco como en los tiempos, cuando los "caballeros" se enfrentaban en duelos a vida y muerte con pistolas o espadas y cada uno tenía a sus respectivos ayudantes para asistirle, cargar sus armas e inspeccionar el "campo de honor", el lugar donde el duelo se iba a llevar a cabo. Y también para asegurar que el duelo se llevara a cabo con justicia.
El equipo de Anand en Bonn: Rustam Kasimdzhanov, Peter Heine Nielsen,
Surya Ganguly, Anand, su esposa Aruna y Radoslaw Wojtaszek
En el ajedrez, los "padrinos" (en inglés: "seconds", traducido también por "segundos") tienen una función parecida: ayudan a los mejores jugadores del mundo en sus duelos decisivos. Analizan las partidas a fondo, actúan como oponentes de entrenamiento, estudian y evalúan los puntos flacos y fuertes del oponente de su "amo". Muchas veces, los ayudantes de las estrellas de ajedrez son ellos mismos fuertes grandes maestros. Además de su sueldo, se les suele pagar también un porcentaje del dinero del premio. A ellos les viene bien la experiencia que adquieren al colaborar con los mejores jugadores del mundo y, para el propio jugador de elite, un buen equipo puede ser la clave para finalmente lograr terminar primero y no segundo.
Para leer el artículo completo en Outlook Business (en inglés):
Traducción: Nadja Woisin, ChessBase
