ChessBase 17 - Mega package - Edition 2024
It is the program of choice for anyone who loves the game and wants to know more about it. Start your personal success story with ChessBase and enjoy the game even more.
La segunda semifinal ha resultado muy emocionante. Después de un comienzo desastroso con las blancas que le ha costado la derrota en la primera partida, Gelfand ha ganado una excelente partida en la segunda, le han seguido unas tranquilas tablas en la tercera y unas menos tranquilas en la cuarta.
El encuentro iba a decidirse en 2 partidas relámpago. Gelfand se ha impuesto en la primera con negras y sólo necesitaba un empate con blancas para estar en la final, pero no han acabado aquí los sobresaltos del día: Esipenko ha logrado en la segunda rápida desequilibrar la posición y tras un error de Gelfand, quizás debido a la ansiedad de asegurar el empate, ha logrado equilibrar de nuevo el marcador.
La suerte de la eliminatoria la ha decidido una partida Armagedón: 6 minutos para Esipenko con blancas y 5 para Gelfand con negras donde las blancas están obligadas a ganar.
Muy cerca ha estado de hacerlo el gran maestro ruso, cuando ha entrado en un final técnicamente ganado, pero el gran Boris se ha defendido con gran rapidez y energía y ha logrado unas agónicas tablas que lo clasifican para la gran final de mañana domingo contra Vishy Anand.
54-year-old Boris Gelfand outblitzing 20-year-old Andrey Esipenko. https://t.co/MNqXr0biXG pic.twitter.com/h88cN8Nctw
— Olimpiu Di Luppi (@olimpiuurcan) July 10, 2022
¡Anand – Gelfand, una reedición del Campeonato Mundial de 2012!
La primera partida entre Gelfand y Esipenko ha tenido varios vuelcos. Se ha planteado una Nimzoindia en la que el tratamiento irregular de las blancas ha permitido a Esipenko igualar enseguida la posición. En ese momento, Gelfand ha desplazado equivocadamente sus piezas hacia el flanco de dama, permitiendo un devastador ataque a su rey abandonado en su propio flanco.
Cuando parecía que la partida no llegaría a la jugada 30, las blancas con gran ingenio y cierta colaboración del rival no solo han logrado sobrevivir, sino que en un momento dado un error de Esipenko les daba incluso la oportunidad de ganar la partida. Con muy poco tiempo, Gelfand no ha dado en el clavo y las aguas han vuelto a su curso y Esipenko de nuevo con ventaja decisiva se ha llevado el primer punto de la semifinal. Una partida vibrante.
La Defensa Siciliana no era una sorpresa, es la favorita de Boris Gelfand desde hace más de 30 años, así que Esipenko aprovechó el día de ayer en que no tenía que jugar para preparar un sorprendente gambito en tan temprano momento como la quinta jugada 5.b4!?, en una posición archiconocida en la que, sin embargo, nadie se había aventurado a tan atrevido movimiento.
Gelfand ha sabido enfrentar la sorpresa con aplomo y enseguida ha encontrado los puntos débiles de la idea blanca y ha sido el joven ruso el que ha empezado muy pronto a enfrentar problemas que no ha sabido solucionar.
El centro blanco ha quedado muy estático y con profundas maniobras, que han combinado la profilaxis con el bloqueo. Gelfand ha logrado maniatar a su rival al que ha rematado en el más clásico de los estilos. El espíritu de Akiba Rubinstein lo ha iluminado una vez más.
En la tercera partida no ha llegado a romperse el equilibrio en ningún momento. Gelfand y Esipenko han seguido hasta cierto momento lo jugado en la primera partida, alcanzando pronto una posición casi simétrica que ha desembocado en simplificaciones masivas.
Tras los cambios parecía que Gelfand podía aspirar a cierta ventaja, pero el juego preciso de Esipenko, que ha sabido entregar un peón a cambio de activar sus alfiles, ha mantenido el equilibrio y la posición ha desembocado en un final en el que no había más que firmar las tablas. Una partida muy técnica que deja las emociones para la cuarta y última partida del
encuentro.
Esipenko ha planteado de nuevo el Sistema Rossolimo para el que Gelfand ha demostrado una vez más estar preparadísimo. El GM de Minsk ha realizado las primeras jugadas con gran rapidez y energía, su décima jugada ha sido sorprendente por su complejidad. Sin embargo, Esipenko, pese a la sorpresa, ha sabido reaccionar adecuadamente, y la posición se ha mantenido en lo que podríamos llamar equilibrio dinámico.
Cuando, tras varios cambios, se aproximaba el final de partida, Gelfand ha cometido una imprecisión que pudo costarle cara, pero su rival, con poco tiempo en el reloj, no ha sido capaz de precisar, y la partida ha desembocado en un final con alfiles de distinto color en el que las tablas eran inevitables.
Anuncio |