El noruego sin nombre
Sergey Karjakin junto con su entrenador Vladimir Potkin paseando por Nueva York (Foto: Max Avdeev)
¿Qué será lo primero que hará, Sr. Karjakin?
Estoy echando mucho de menos a mi hijo, Alex. No lo he visto en más de 40 días. Y justamente en esta época ha logrado andar los primeros pasitos. Eso es un momento muy conmovedor para mí. Nada más llegar a casa, me lo "comeré". Después simplemente me voy a tomar un descanso y relajarme.
¿En qué ha estado pensando durante su vuelo a Rusia?
He pensado que aquí muchas personas me han apoyado y mucho. Les estoy muy agradecido a mis entrenadores, a mi médico, a mis seguidores, a mis patrocinadores, a la federación rusa. Y también me gustaría dar las gracias al gobierno de Rusia, hasta nuestro presidente ha seguido el duelo y ha cruzado los dedos. Por eso estoy muy contento de llegar a casa, donde me aprecian y donde me están esperando.
Nos ha comentado que le han apoyado mucho en Nueva York. Hasta los taxistas insistían en no cobrarle por el transporte. ¿Ha tenido la sensación de que los estadounidense estaban a su favor?
¡Sí! Sobre todo durante los últimos días, cuando la tensión iba en aumento y fueron los desempates los que tenían que dilucidar el título. Todo un ejército ha cruzado los dedos por mi. Al final no le he podido vencer a Carlsen, pero al menos he logrado buenos resultados. He sido un oponente digno y no me siento avergonzado de volver a casa de esta manera.
¿Ya está pensando en el duelo por la corona dentro de dos años?
Claro que sí. Voy a tomarme un descanso breve antes de volver a ponerme manos a la obra. Mi meta es volver a ganar el Torneo de Candidatos. Ya he demostrado que puedo competir con Magnus.
¿Cómo se ha despedido del noruego? ¿De manera amistosa? ¿O no le fue posible por el disgusto de la derrota?
Tenemos una relación totalmente normal entre ambos. Dejamos nuestra rabia en el tablero de ajedrez. Le he felicitado por su cumpleaños, que ha festejado al final de la última jornada del duelo cuando también festejaba su triunfo. Pero nuestro duelo aún no se acabó. Espero ser el que tenga la última palabra al final de todo.
En la décima partida tuvo la posibilidad de empatar. Pero no optó por el movimiento más obvio con el caballo y perdió la partida. ¿No vio ese movimiento?
Sí, lo ví. Pero caí en una trampa psicológica. Carlsen tenía que ganar a toda costa y yo estaba seguro de que no iba a cometer unos errores tan primitivos. Por eso, he descartado este movimiento. Es posible que le tenga demasiado respeto al noruego. Probablemente debería actuar con más desparpajo.
Todo el mundo ha admirado sus recursos para defenderse. Se conoce que usted es seguidor también del fútbol. ¿Estaría dispuesto a aconsejar a su equipo favorito de fútbol, el Spartak con respecto a la defensa?
(Se sonríe) Sí, psobre todo después de que el Spartak no haya mostrado de lo que es capaz cuando jugaron en Samara, por no decir palabras más drásticas. El lunes acudiré al partido de los rojiblancos para dar suerte al equipo.
¿Usted sufre por haber perdido el duelo?
Sabe Ud., nuestro duelo va a entrar en los libros de la historia de todas maneras. Va a ser analizado. No me avergüenzo. Creo que me he merecido un par de semanas de descanso. Después me esperan los mundiales de ajedrez rápido y relámpago, que no serán coser y cantar, ni mucho menos. Hay que mantenerse en forma en todo momento, si no, no puede haber éxitos.
Ha aumentado mucho su valoración Elo.
Sí, ahora ya soy el número seis del mundo. Previamente ocupaba el puesto número 9 del escalafón. Pero no quiero estar en el sexto puesto para siempre tampoco.
Una última mirada antes del duelo. Los Karjakin antes de la undécima partida. (Foto: Max Avdeev)
Fotografías: Max Avdeev
Texto en alemán: Vera Jürgens
Traducción al castellano: Nadja Wittmann (ChessBase)
Fuentes