Por no hacer la tarea correctamente
por
Manuel López Michelone
Jugar
contra Jesper Norgaard siempre es un compromiso y un reto notable. Es un maestro
FIDE muy bien preparado y además, eterno animador de los torneos locales.
Sabemos bien de la calidad y fuerza de nuestro estimadísimo “gran
danés”, por lo que cada partida con él merece prepararse a conciencia.
En algún torneo me tocaba enfrentarlo. Una ventaja (si así puede llamársele),
es que Jesper siempre juega lo mismo. Sus líneas las tiene muy bien preparadas
y además, las pule y afina en cuanta oportunidad tiene.
A
sabiendas que yo llevaba blancas y que a 1.
e4 Jesper contesta sistemáticamente con 1.
... e5, decidí preparar el encuentro de la mejor manera posible. La última
vez que enfrenté al danés, quise sorprenderlo con una supuesta novedad teórica
que resultó un fraude. En la variante del cambio de la Ruy López, Pachman y Filip (en el libro de la Olimpiada
de la Habana, Cuba 1966, en el apartado de las Novedades Teóricas) decían que cierta línea jugada por Tatai,
daba muy buenas posibilidades a las blancas. Como demostración ponían una
partida. En ese entonces, por la premura de tiempo y otras
ocupaciones que no tienen nada que ver con el ajedrez, simplemente leí el análisis
que hacían los GMs mencionados en el libro sobre ese torneo y llegué a la
conclusión que era una buena chance para sacar ventaja a mi oponente.
Desafortunadamente para mi causa, Jesper demostró que Pachman y Filip
comentaron de manera muy ligera dicha línea y probó que la idea de Tatai no
necesariamente es la mejor e incluso, que da muy buen juego a las negras.
Así,
esta vez me armé de valor y decidí entrar de nuevo a la variante del cambio (a
menos que Jesper hubiese tenido alguna otra cosa preparada). De hecho, entre mis
planes estaba jugarle un Gambito de Rey, pero no quise probar fortuna a última
hora porque me sentí abrumado con la cantidad de cosas que debía preparar ante
mi futuro rival. Así, abrí mis libros, Enciclopedia de aperturas y bases de
datos en el apartado de la Ruy López, variante del cambio. Esta variante tiene
una virtud: tiene relativamente pocos caminos a estudiar, amén de que se
repiten las ideas estratégicas. Por ejemplo, después de la siguiente posición:
1.e4 e5 2.Cf3 Cc6
3.Ab5 a6
4.Axc6
dxc6 5.00
Las
negras disponen de varias respuestas: 5.
... Ag4; 5. ... f6; 5.
... Dd6; 5. ... Ad6 y
5. ... Ce7. En cierta
medida, el hecho de que no haya demasiadas jugadas por parte del negro permiten
que se simplifique el estudio. Pero ojo, eso no quiere decir que sea fácil o
sencilla esta línea. Tiene, como todo en ajedrez, un sinfín de recursos que
hay que analizar a profundidad.
Viendo
las partidas anteriores que había jugado contra Jesper, descubrí que Jesper
había jugado 5. ... f6 lo
cual dio como resultado una emocionante partida y
5.
... Ad6 que llevó
a unas rápidas tablas, de las cuales me arrepiento porque analizando ahora, me
doy cuenta que tenía una estupenda posición. Así entonces, esperaba : 5.
... Ag4
como la más factible respuesta del danés.
Y así
fue.
La
derrota siempre duele, pero en este caso, en lugar de retirarse a lamerse
las heridas, sería mejor sacar algo bueno de todo esto. He aquí algunos
acontecimientos ocurridos y conclusiones generadas después de esa malograda
partida por mi parte:
-
Es indudable que Jesper está mejor preparado de lo que
a veces imaginamos. De hecho, al terminar la partida, me mostró una oscura
referencia en un libro que sobre la variante del cambio tiene. El autor es un
viejo MI danés y por supuesto, ese libro sólo lo tiene en este país Jesper.
De hecho, la jugada 12 del negro que Jesper hizo ni siquiera la menciona la
Enciclopedia de Aperturas, aunque sé que no es novedad. Hallé que Henley y
Hodges la mencionan en su libro The
Spanish Exchange!;
-
Debo
reconocer que mi análisis en la jugada 13 en adelante es defectuoso. Hay que
analizar con más precisión las variantes. De haber visto que no tenía defensa
a 16. ... g2, hubiese jugado 17.
Te2 indudablemente.
-
La partida la mostré al MF Armando Acevedo y a los
MIs Jorge Aldrete, Guil Russek y Kenneth Frey. Guil dice que no debo jugar estas
cosas, porque las negras —parece ser— obtienen un buen juego. En cambio, el
MI Frey dio un comentario más duro pero que debe servir de acicate, de lección
para que no me vuelvan a pasar estas cosas: “Se ve que no hiciste muy bien tu tarea de preparación”.
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