Para ganar, primero debes aprender
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“Esto del ajedrez nos lo tenían que haber enseñado antes. Además, hacer los ejercicios del libro de ajedrez es más entretenido que pasarte las horas en casa viendo la tele”. María, de 63 años.
Desde hace algo más de un mes, dos clubes extremeños, el Linex-Magic Extremadura y el Ateneo Cacereño, realizan conjuntamente una experiencia piloto financiada por la Consejería de Sanidad extremeña en cuatro centros de mayores, dos en Cáceres y dos en Mérida. Estos centros u “hogares” son lugares donde se ofrecen servicios permanentes a los mayores como salas y zonas de estar, biblioteca, prensa diaria, cafetería, sala de televisión, y donde se ofrece la posibilidad de realizar muy variadas actividades: desde gimnasia o relajación, hasta informática o iniciación cultural.
El nombre del proyecto que llevamos a cabo se denomina “Ajedrez Saludable” y tiene tres objetivos principales: el primero de ellos es valorar si el ajedrez puede establecerse a gran escala en los centros de mayores de la Comunidad Extremeña como una alternativa válida de ocupación activa del ocio y del tiempo libre para las personas que acuden a estos centros.
El segundo objetivo entra dentro del ámbito más puramente científico: se trata de recopilar datos para que en el futuro se pueda realizar un gran trabajo de investigación cuyo objetivo sea la prevención del deterioro cognitivo a través de la práctica del ajedrez. Y el tercer objetivo es promover el encuentro intergeneracional; o dicho en términos más comprensibles, demostrar que a través de este juego, jóvenes y mayores tienen la oportunidad de relacionarse, competir y de conocerse un poco mejor.
Que el juego del ajedrez es una alternativa muy recomendable de ocupación del ocio y del tiempo libre, poca gente lo duda a estas alturas; aunque de lo que sí se duda es que este juego atraiga a la gente, sobre todo a personas de edad avanzadas: “Aquí hemos querido hacer campeonatos de ajedrez; tenemos hasta los trofeos comprados, pero nadie juega, sólo los tres de siempre” (un directivo de un hogar de mayores antes del comienzo de la actividad).
Es quizás uno más de los prejuicios que envuelven al ajedrez: que por las razones que sea y a pesar de su prestigio, no atrae excesivamente al gran público. Realmente es verdad: es verdad que existe tal prejuicio. Cuando se han realizado las pruebas previas para seleccionar a las personas participantes (veinte mayores por centro que presentaran un determinado perfil), se pudo comprobar que efectivamente existía un rechazo inicial: “Mire usted, yo estoy muy nerviosa, porque a mí esto me da hasta miedo. Vengo por mi amiga, que se ha apuntado.” Micaela, 64 años.
Este rechazo preventivo es posible invertirlo si se puede hacer ver a las personas que el ajedrez, además de ser útil, también es divertido. Convencer a los mayores de que la actividad que le planteábamos era una actividad beneficiosa no parecía demasiado complicado: los ochenta participantes fueron muy receptivos a este argumento: “Cuando ellos entienden que algo puede ser bueno para la memoria, para la mente, se implican totalmente” –Olga, asistente social-. A favor nuestro para transmitir los beneficios de la práctica del ajedrez teníamos la ayuda de los responsables y asistentes sociales de los centros, que han puesto de parte de este proyecto todas sus buenas artes, que son muchas.
Sin embargo, conseguir que los mayores se divirtieran mientras aprendían era algo que nos preocupaba mucho más: ¿cuántos participantes seguirían al cabo de un mes? Esa era la gran pregunta. Máxime cuando cerca del setenta por ciento eran mujeres, y en las entrevistas previas pudimos observar algo con lo que no contábamos inicialmente, y es que el ajedrez era percibido por los mayores como un juego más bien de hombres: de hecho, una mujer nos relató cómo su padre hace más de sesenta años enseñó a todos sus hermanos a jugar al ajedrez pero no a ella por pertenecer al sexo femenino.
No ha pasado todavía ni un mes “de clase” y ya se están despejando muchas incógnitas. Las mujeres se muestran tan motivadas con el ajedrez como los varones, o incluso más. Los que llevamos a cabo este proyecto ahora sí creemos poder afirmar rotundamente que el ajedrez divierte a cualquier edad, y quizá especialmente en estas edades avanzadas: es difícil imaginar unos alumnos más dispuestos que los nuestros a aprender rápidamente los movimientos de las piezas para ya poder jugar; incluso a uno de nuestros alumnos, de 87 años de edad, parece que le ha entrado el gusanillo de competir en el futuro a alto nivel, porque asegura que debe ser divertido eso de ganarle en los torneos a la gente fuerte.
También se clarifica la metodología a utilizar: los monitores deben tener en cuenta las características del alumnado: no sólo en cada sesión se debe enseñar ajedrez, sino que hay que demostrar que es beneficioso intelectualmente y realizarlo además de forma amena: este juego en apariencia modesto tiene muchas similitudes con la vida, como decía Botvinnik, y la experiencia vital que poseen estos participantes les permite aprender fácilmente recurriendo a analogías de este tipo: “Claro, el rey se coloca en el centro porque es el más importante, y siempre lo ha sido…”
También estamos convencidos de que si se ponen los medios adecuados, el ajedrez podría introducirse a gran escala como una alternativa perfecta de ocupación activa del ocio y del tiempo libre en los centros de mayores. Y quizás, como muy pocas actividades son capaces de hacerlo, el ajedrez cumple a la perfección el objetivo de acercar a los jóvenes y a los mayores. Unos y otros pueden enseñarse mucho, y todos ellos pueden aprender a través de este juego a conocerse y entenderse un poco mejor.
El Club Linex-Magic Extremadura acaba de realizar la V Edición del Encuentro Transfronterizo de Jóvenes Talentos Extremadura-Portugal. Chicos y chicas extremeños y portugueses, de edades comprendidas entre los 8 y los 16 años se reunieron en Mérida por cuarto año consecutivo para jugar y aprender ajedrez. Pero este año les teníamos preparada una sorpresa: allí se encontraban unas nuevas generaciones ganadas para el ajedrez, dispuestas también como ellos a aprender, a jugar, a participar, a divertirse y a disfrutar de un gran día. Eran las nuevas generaciones para el ajedrez de nuestros alumnos y alumnas de los centros de mayores de Extremadura.
Juan Antonio Montero, Responsable del proyecto “Ajedrez Saludable”
Autor de “El libro de las frases de ajedrez” y en colaboración con Manuel Pérez Candelario del libro “Ajedrez a tu alcance. De cero a cien años”, manual oficial del proyecto.
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