La historia de la Olimpíada de
Ajedrez
2ª parte: antes de la Segunda Guerra Mundial (1928 - 1930)
Por Frank Große
(www.schachlinks.com)
La Haya 1928
Un año después de la primera Olimpíada oficial (en Londres 1927),
continuó la serie de las Olimpíadas de Ajedrez, quizá inspirados por los
Juegos Olímpicos de Verano que se estaban disputando al mismo tiempo en
Amsterdam. En esta ocasión participaron 17 equipos con 86 jugadores. En
paralelo se celebró un torneo individual que se consideraba el "Campeonato del
Mundo de Aficionados", que fue ganado por Max Euwe (que en 1922 había ganado
el Campeonato de Holanda por primera vez) con 12 puntos en 15 partidas. Euwe
fue el único jugador sin partida aplazada. El vencedor del año 1924, Letten
Hermann Mattison ocupó el tercer lugar porque el polaco David Przepiorka,
culpable de la única de derrota de Euwe, se alzó con la medalla de plata.
La partida Euwe - Przepiorka en formato PGN. Al mismo tiempo dejó
escapar la medalla de oro por la siguiente miniatura:
Przepiorka,Dawid - Cheron,Andre [D17]
World Championship Amateur The Hague (7), 21.07.1928
1.d4 d5 2.c4 c6 3.Cf3 Cf6 4.Cc3 dxc4 5.a4 Af5 6.Ce5 e6 7.f3 Ab4
8.e4 Axe4 9.fxe4 Cxe4 10.Df3 Dxd4 11.Dxf7+ Rd8 12.Dxg7 Axc3+ 13.bxc3 Df2+
14.Rd1 Cxc3# 0–1
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(1) Max Euwe de
joven
A diferencia de la Olimpíada oficiosa de 1924, los resultados individuales no
se tuvieron en cuenta para el resultado del equipo.
Debido
a la decisión tomada un año antes en Londres sobre que en la Olimpíada de
Ajedrez solo podían participar jugadores no profesionales, se aceptó cierta
pérdida de calidad ajedrecística. "Si se quiere tener una impresión de la
relación de fuerza entre los países, es imprescindible que compitan los
mejores en el campo de combate..." (2) afirmó el conocido periodista de
ajedrez alemán Alfred Brinckmann. El equipo del Reino Unido no se presentó
para protestar porque el equipo de EE. UU. había mandado a jugadores que sí,
eran profesionales. La FIDE cambió las reglas en el Congreso de La Haya y
después de ello, y en el futuro nunca volvió a haber restricciones de este
tipo.
Teniendo en cuenta estas circunstancias, el torneo individual fue más
atractivo que el por equipos. Esto mismo también se manifiesta por el hecho de
que el campeonato individual se titulaba como "Torneo A" y la propia Olimpíada
como "Torneo B". Nuevamente fueron los húngaros los que triunfaron de manera
convincente con el equipo vencedor de 1927, a falta de Geza Maroczy: Géza Nagy,
Andreas Steiner, Arpad Vajda y Kornel Havasi. El segundo lugar lo ocupó el
equipo de EE. UU. y el tercero Polonia. Los seis mejores resultados
individuales fueron galardonados con un premio: Isaac Kashdan (EE. UU., 13/15
[¡en aquel entonces, Kashdan solo tenía 22 años y se encontraba al principio
de su carrera de ajedrez!]), André Muffang (Francia, 12,5/16) Teodor
Regedzinski (Polonia, 10/13), Andreas Steiner (Hungría, 11,5/16), Géza Nagy
(Hungría, 11,5/16) y Rivier William (Suiza, 7,5/11)
La partida más corta de la Olimpíada de Ajedrez de 1928:
Mueller,Hans - Duchamp,Marcel [A28]
The Hague ol (Men) The Hague (16), 03.08.1928
1.c4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Cc3 Cf6 4.d4 exd4 5.Cxd4 Ab4 6.Ag5 h6 7.Ah4 Ce4 8.Axd8
Cxc3 9.Cxc6 Cxd1+ 10.Cxb4 1–0
Hamburgo 1930
En 1930 la Olimpíada de Ajedrez se disputó por primera
vez en Alemania y por la siguiente razón: el club de ajedrez de Hamburgo, el "Hamburger
SK", que era el segundo más antiguo de Alemania, organizó el acontecimiento
para festejar su centenario. Sin duda, eso fue en gran parte mérito del
entonces Presidente de la Federación Alemana de Ajedrez (Deutscher Schachbund
- DSB) y Presidente del HSK Walter Robinow. El comerciante era uno de los
hombres de bien que formaban parte de la joven organización de la FIDE. A
pesar de los problemas económicos y de la depresión, logró que se celebrase el
acontecimiento en Hamburgo (ya entonces una metrópoli con aproximadamente 1,5
millones de habitantes) y recibió mucho apoyo de James Frankfurter y Julius
Dimer.
(3) Walter Robinow
Las 18 naciones participantes mandaron a sus cinco
mejores jugadores (en total 88 ajedrecistas) y de los jugadores de elite de
aquel entonces solo faltaban Euwe, Capablanca y Nimzowitsch, de manera que
esta Olimpíada también pudo cumplir con los requisitos cualitativos y cuando
terminó, organizadores y prensa estaban de acuerdo en que la Olimpíada de
Hamburgo 1930 había sido un éxito. Fue la última vez que los jugadores podían
cambiar de tablero a lo largo de la competición, es decir, podían decidir de
ronda en ronda, en qué tablero iban a jugar.
Esta vez no era Hungría (que optó muchas veces por
cambiar la alineación de sus jugadores), sino Polonia el equipo que pasaba por
ser el favorito; el equipo de la medalla de bronce en 1928 con jugadores como
Rubinstein, Tartakower (la participación de este último fue una sorpresa
porque no era polaco ni había vivido en Polonia ni siquiera hablaba polaco) y
Przepiorka completaron el equipo. Este último ya había llamado la atención en
la anterior Olimpíada y la nominación del Vicepresidente de la Federación
Polaca de Ajedrez, que siempre estaba dispuesto de contribuir al ajedrez desde
su propio bolsillo, era lógica.
El único equipo que al menos sobre el papel podía
competir más o menos con los polacos eran los húngaros, con Géza Maroczy en el
primer tablero. Sin embargo, sufrieron una derrota en la primera ronda cuando
los dos equipos se enfrentaron directamente (¡3,5 : 0,5!) Pero los húngaros no
se dejaron impresionar y volvieron al ataque en las rondas siguientes,
quedando finalmente en el segundo lugar, por delante de los alemanes. Esto es
todo una hazaña, sobre todo teniendo en cuenta que Géza Maroczy, el primer
tablero de los húngaros ya tenía 60 años y al final de la ronda 15 llegó al
límite de sus fuerzas. Perdió contra el noruego Olaf Olsen (que desde el año
1943 se conoce bajo el apellido Barda) y no volvió a presentarse en las
últimas dos rondas.
Olsen,Olaf - Maroczy,Geza [D64]
Hamburg ol (Men) Hamburg (15), 13.07.1930
1.d4 Cf6 2.c4 e6 3.Cf3 d5 4.Ag5 Cbd7 5.Cc3 Ae7 6.e3 0–0 7.Dc2 c6
8.Tc1 Te8 9.a3 a6 10.Ad3 h6 11.Ah4 dxc4 12.Axc4 b5 13.Aa2 c5 14.0–0 Ab7 15.De2
Db6 16.Tfd1 Tac8 17.dxc5 Cxc5 18.Ce5 b4 19.axb4 Dxb4 20.Td4 Db6 21.Tcd1 Tcd8
22.Dc2 Txd4 23.Txd4 Td8 24.Ab1 Txd4 25.exd4 Cb3 26.Axf6 1–0
Alfred Brinckmann puntualizó los sucesos en Hamburgo, comentando: "Seguro
que raras veces en un torneo de ajedrez ha habido un vaivén tan vivo como en
Hamburgo. […] El que hoy todavía vio su nombre con orgullo en la cima de la
clasificación, unas rondas más tarde podría haber descendido hasta muy abajo.
[…] De esta manera estaba garantizado, que cada uno de los encuentros fuese
una lucha sin cuartel, cada ronda fuese terriblemente competida y que desde el
primer movimiento hasta el último, reinara una tensión explosiva". (2) El
equipo de EE.UU. en esta Olimpíada aún parecía poco homogéneo, pero esto iba a
cambiar en las siguientes competiciones. El equipo alemán se las arregló de
manera respetable en su propio territorio, teniendo en cuenta que se habían
presentado sin Bogoljubow (que había perdido de manera honorable contra
Alekhine a finales de 1929 en el Campeonato del Mundo) y Lasker. Pero los
maestros Ahues (7,5/14), Sämisch (9,5/14) Carls (9,5/14), Richter (7,5/12) y
Wagner (10,5/14) jugaron de manera muy eficiente hasta derrumbarse en su
encuentro con EE. UU. 0,5:3,5. "Surgió la pregunta en varias ocasiones sobre
por qué faltaba Bogoljubow, ahora que era alemán. […] Justamente ahora cuando
por primera vez tendría la oportunidad de luchar por su nueva patria; se
podría haber esperado que (como muchos otros), hubiese puesto en primer plano
el punto de vista idealista. Esto no ha ocurrido y no nos queda más remedio
que tomar nota con resignación de dicho hecho“, (2) juzgó Brinckmann, que
también se manifestó de manera detallada con respecto a los demás
representantes alemanes una vez concluida la Olimpíada en Alemania:
(4) Carl Ahues (1883 - 1968)
"Es un hombre práctico, no teórico. La solidez y la cautela
predominan rotundamente sobre la inclinación hacia la aventura y del azar. Su
confianza en si mismo es variable y ahí radica que no haya logrado éxitos aún
mucho más grandes. En Hamburgo ha jugado fuerte y estable". (2)
(5) Carl Carls (1880 – 1958)
"Desde siempre, imperturbable, sigue el mismo método casero en la
fase de la apertura que hasta lleva su nombre; el reproche de que esa eterna
monotonía se podría convertir en una abotargada uniformidad le dan igual. Para
él ninguna partida puede ser lo suficientemente larga y si su oponente ya
amenaza caerse de la silla, entonces es cuando se sienta frente al tablero con
comodidad. Un terco alemán del norte que se agarra implacablemente a lo que le
parece bueno y correcto". (2)
(6) Friedrich Sämisch (1896 – 1975)
"En lo que se respecta al talento original y mano izquierda para el
sentido y tipo de una partida, quizá se podría colocar a Sämisch en el primer
lugar del equipo alemán. Es un placer disfrutar una y otra vez de sus hazañas
más acertadas sobre las 64 casillas. Pero hay una cosa que le tira hacia abajo
como si fuese un peso de plomo: ¡su falta de economía con respecto al tiempo!
Así que en la Olimpíada de Hamburgo, en varias ocasiones, le vimos obligado a
realizar un elevado número de movimientos, en una fracción apenas mensurable
del tiempo del que disponía. Al final del torneo, dicha desproporción alcanzó
formas a veces grotescas". (2)
(7) Kurt Richter (1900 – 1969)
"Mientras que los otros cuatro con respecto a su manera de jugar y
su temperamento, más o menos formaban un conjunto homogéneo, Richter llamó la
atención. Es un jugador de combinaciones por excelencia, el hombre del riesgo
desaprensivo. Para él las tablas eran el último remedio inevitable, el soso
resultado de la lucha. En Hamburgo ha ganado algunas partidas de ataque en
gran estilo y ha perdido otras de manera catastrófica". (2)
(8) Heinrich Wagner (1888 – 1959)
"La cabeza teórica del equipo. Desde los comienzos de su carrera
ajedrecística, con su método tranquilo de matemático, ha elaborado un concepto
autónomo del ajedrez. Es escéptico y no se fía de la autoridad. Por lo tanto
es un fiable y desconsiderado analítico. Un enemigo de todo lo que brilla de
boquilla". (2)
(9) El equipo ganador, Polonia: Frydman, Tartakower, Rotmil, Rubinstein,
Makarczyk, Przepiorka, Wrobel
Rubinstein (que fue galardonado por su buen resultado junto a Flohr y
Kashdan) se destacó del equipo polaco con un impresionante rendimiento de 15
puntos en 17 partidas y hasta rezagó el excelente resultado del húngaro,
Kornel Havasi (12/14). A este último sus compañeros del equipo le dejaron
jugar con blancas muy a menudo y le dieron el apodo de "Caballero Blanco". Sin
embargo, estadísticamente, esto aún fue superado por el primer resultado de
Alekhine: en el primer tablero de Francia ganó nueve partidas en nueve rondas,
pero sin enfrentarse con los mejores equipos. Alekhine ganó el premio a la
belleza con siguiente partida:
Stahlberg,Gideon - Alekhine,Alexander
[E23]
Hamburg ol (Men) Hamburg (3), 13.07.1930
1.d4 Cf6 2.c4 e6 3.Cc3 Ab4 4.Db3 c5 5.dxc5 Cc6 6.Cf3 Ce4 7.Ad2
Cxc5 8.Dc2 f5 9.a3 Axc3 10.Axc3 0–0 11.b4 Ce4 12.e3 b6 13.Ad3 Cxc3 14.Dxc3
Ab7 15.0–0 Ce7 16.Ae2 De8 17.Tfd1 Td8 18.a4 f4 19.a5 fxe3 20.Dxe3 Cf5
21.Dc3 d6 22.axb6 axb6 23.Ce1 e5 24.Ta7 Cd4 25.De3 Td7 26.Ta2 Tdf7 27.f3
Tf4 28.Ad3 Dh5 29.Af1 Dg5 30.Tf2 h6 31.Rh1 Txf3 0–1 |
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Fuentes de las fotos:
(1) Schachecke.de
(2) Endgame.nl
(3) ballo.de
(4) berlinerschachverband.de
(5) bidmonfa.com
(6) evrado.com
(7) Megabase 2008
(8) bidmonfa.com
(9) olimpbase.org
Fuentes de los datos:
(1) olimpbase.org
(2) Deutsche Schachblätter