Color y ritos
Fotografías de Nadja Woisin
La Olimpiada ofrece en el marco del Casino, un abigarrado contraste
multicultural. Allí se encuentran personas que quizás nunca se vuelvan a ver
más, pero que durante el tiempo de la partida tratarán de estudiarse y de
adivinarse las intenciones, escrutando hasta el más mínimo gesto del rival.
Todos hablan un mismo idioma, el del ajedrez. A todos les une esa misma pasión.
Y tener la oportunidad de estar presente en un acontecimiento de esa magnitud es
de por si un premio.
Los momentos iniciales son de escrutino, de relajar tensiones, de intentar
concentrarse a pesar de la algarabía. La garganta está seca, pero las sonrisas
alivian las tensiones de la inminente competición.
Las formalidades, como encabezar la planilla, son una rutina que permite
abstraerse. Se pone título a un momento único e irrepetible, a un acta en la
que quedarán reflejados los aciertos y errores. David Llada nos habla en su
crónica para El
Mundo de una rutina con menos historia en el mundo de los escaques: el
control antidóping.
Para Susan Polgar hoy era un día especial. Tenía que salir a por el punto
ante el equipo de la tierra que la vio nacer para que su selección pudiera
mantenerse con esperanzas de lograr el oro.
Y se anuncia el comienzo de la ronda. Quizás algún día haya que escribir
algo sobre la forma de dar la mano, sobre la manera de mirarse o no mirarse en
esos momentos. A partir de ese momento y quizás hasta el final de la partida,
sólo las mentes estarán en contacto sobre el tablero.
La introducción a la presentación de Linares la hizo Antonio Ramín,
director de la Olimpiada
Carlos Delgado, Alcalde de Calviá, y Juan Fernandez, Alcalde de Linares, hermanaron ambas localidades en lo blanco y negro. Este último dio cuenta de como
están las cosas para la próxima edición del torneo de torneos.
Y si se habla de Linares, no podía estar muy lejos Lubomir Ljubojevic
Tras finalizar las partidas algunos ajedrecistas se acercan por la sala de
prensa. Jugadores y periodistas han recorrido medio mundo juntos. En la foto
Frederic Friedel conversa con Ponomariov.
Y a veces incluso hay lugar para una charla más distendida.
Anochece en Calviá.
Mañana es la penúltima ronda y tiene un número que a algunos no les
gusta...