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A finales del siglo XV, brotó en Valencia la forma de jugar actual, y es también Valencia, 540 años después, el lugar desde donde se impulsa una revolución del juego, que es respetuosa con las normas que se introdujeron entonces y que están vigentes hoy el día. Segorbe tiene su lugar de privilegio en la Historia del Ajedrez, por ser la población en la que nació Francesh Vicent, autor del libro en el que se difundieron las nuevas reglas del ajedrez moderno. Nos referimos al ‘Llibre dels jochs partits del scachs’, obra impresa en Valencia el 15 de mayo de 1495.
La puesta de largo de ‘El Ajedrez del Virrey’
La nueva pieza, el virrey, que solo aparecerá como resultado de un peón que promocione en la columna de rey. Sin embargo, su inquietante futura presencia condiciona toda la partida. (Foto-Valencia Noticias-Roberto Fariña)
En la obra, el autor considera que ha llegado el momento en el que la creatividad y la dimensión artística del ajedrez vuelvan a impregnar por completo el tablero bicolor Para justificar su propuesta, en la presentación, Garzón realizó un recorrido por los 15 siglos de historia documentada del ajedrez, explicando las iniciativas más significativas de renovación del juego, y deteniéndose en aquellas en las que se propugna la promoción del peón según columna, que cuenta, por tanto, con antecedentes históricos.
Entre las modalidades más interesantes destacó el Gran Ajedrez de Alfonso X el Sabio (tablero de 12.x12), el Courier Chess (tablero de 12×8) y el Giuoco Nuovo de Carrera (tablero de 10×8). En los tres casos se ha optado por ampliar el tablero de juego e introducir nuevas piezas. Para Garzón, aun siendo interesantes estas innovaciones, en realidad no se está modificando el ajedrez, se crean nuevos juegos.
Dos grandes figuras de la historia del ajedrez, tal vez los más grandes, José Raúl Capablanca o Bobby Fischertuvieron también la necesidad de modificar el juego. Especialmente relevante es el ajedrez aleatorio de Bobby Fischer, pues, recordemos que no se modifica el tablero ni el número de piezas, solo su emplazamiento original. Sin embargo Francesch Vicent, señaló Garzón, ya había realizado algunas de las propuestas más originales de todos los tiempos, en los instantes mismos de la reforma del ajedrez (últimos años del siglo XV): en los manuscritos de Cesena y Perugia, muy probablemente de su autoría, encontramos posiciones iniciales con dama cavallota, dos damas en la posición inicial, o con rey traspuesto (un antecedente del enroque). Una de ellas, que, según Garzón, le costó localizar, pues la posición estuvo encriptada más de 500 años, es un claro antecedente del ajedrez aleatorio de Bobby Fischer. Dos genios, dos espíritus afines que se encuentran 5 siglos después.
La revolución que quedó pendiente: la promoción del peón
El autor realizó una disquisición previa muy significativa que ya había explicado en su libro ‘En pos del incunable perdido’ (2001):
“En la gran revolución valenciana del siglo XV, distinguimos entre cambios constitutivos y cambios derivativos. En los primeros se sustancia la reforma; son la creación de una nueva pieza poderosa, la dama o reina, que reemplaza al antiguo alferza, y el nuevo movimiento del alfil, muy distinto a su homónimo medieval. Los segundos se establecen como consecuencia de tener que adaptar el resto de piezas a la nueva realidad que rige el tablero. Son la nueva promoción del peón, y el salto del rey, forma embrionaria del actual enroque.
Acto de presentación en Valencia del libro ‘El Ajedrez del Virrey’ con José Antonio Garzón (autor), Rafael Solaz y Borja Monzó. (Foto: Valencia Noticias- Roberto Fariña).
Los derivativos no son cambios previstos o buscados. Quizá esta sea la razón de su futura vulnerabilidad: a lo largo de la historia del ajedrez, especialmente en los cinco siglos de práctica del ajedrez moderno, la norma sobre la promoción del peón no ha gozado de consenso, siendo de largo la más inestable de todas. Muy sucintamente este sería su tracto: en España durante los siglos XV y XVI la única coronación posible es en dama. En la segunda mitad del XVI aparecerá la promoción menor, aunque limitada a piezas capturadas. La confusión se evidencia claramente durante los siglos XVII a XIX, con diferencias según los países, pero condenándose mayoritariamente la pluralidad de damas, y si se acepta la libre elección, esta viene condicionada a las piezas capturadas”.
Personalidades de la talla de Philidor, Anderssen o Steinitz se opusieron a la existencia de dos damas monocolor en el tablero, en un debate que solo pudo cerrarse con la creación de la FIDE en 1924, y que ahora reabre, con sólida justificación histórica, el ‘Ajedrez del Virrey’.
La propuesta de Garzón, que cuenta con fuertes raíces históricas, concierne exclusivamente a la pieza más modesta de todas: el humilde peón, y su destino final, como resultado de la promoción. El autor introduce la novedad de la promoción del peón según el rango de la pieza que originalmente ocupa su columna de promoción. En el ajedrez común el jugador puede elegir la pieza que reemplaza al peón, que casi siempre es una dama o reina.
Se trata de un pequeño cambio, que sin embargo lo cambia todo, al impugnar la parte más científica del ajedrez: el final de partida.
Solo introduce, por tanto, una modificación en las reglas del ajedrez clásico, respetando por completo el ajedrez introducido en Valencia. En realidad, remarcó Garzón, se completa, desde la reflexión, la revolución emprendida en Valencia a finales del siglo XV, no resuelta satisfactoriamente, y en el momento preciso, necesario, en plena era tecnológica del ajedrez.
Presentación en Segorbe con Marcos Zacarés (Alenar Editors), Rafael Cavo (Alcalde de Segorbe), José A. Garzón y Rafael Solaz. (Foto-Valencia Noticias-Roberto Fariña).
El clímax de la propuesta se alcanza con la promoción del peón en la columna de rey. En realidad, Garzón plantea en este caso tres opciones distintas: que se convierta en dama, dejar solo aquí la libre elección, o la opción principal , que da título al libro y a la propuesta: que se transforme en una pieza con el movimiento del rey, pero sin el privilegio de la invulnerabilidad. En esta principal modalidad, descrita y razonada por el autor, emerge una nueva pieza, el virrey. Esta variante da título a la obra, y evoca, en forma de homenaje, a la alta magistratura histórica de la vida política valenciana. Es la propuesta que además tiene una mayor justificación ontológica, pues la promoción según columna se lleva a cabo hasta sus últimas consecuencias.
Garzón anunció que a través de web oficial del ‘Ajedrez del Virrey’ (www.elajedrezdelvirrey.com), se informará de todos los acontecimientos venideros sobre la nueva propuesta, indicando que en breve se pondrá en marcha el Primer Concurso de Composición del Ajedrez del Virrey.
Por último, Garzón conmino a que los aficionados al ajedrez, los grandes jugadores, practicaran ‘El Ajedrez del Virrey’, puesto que ” hará las delicias de todos aquellos que aún piensen que el ajedrez es ante todo un arte, y la región artística a la que nos conduce la nueva propuesta sigue siendo patrimonio exclusivo del hombre”.
La obra ha sido editada por Alenar Editors, y en ella ha colaborado el bibliófilo Rafael Solaz, con el diseño de la nueva pieza. Además, tiene el atractivo de publicarse en edición bilingüe, con traducción inglesa a cargo de Manuel Pérez Carballo.