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La pandemia del coronavirus ha sacudido el calendario de la FIDE, especialmente en lo que respecta a los Campeonatos del Mundo de Ajedrez. Tras la disputa del Campeonato del Mundo de 2018 entre Magnus Carlsen y Fabiano Caruana, el próximo Campeonato del Mundo debería haberse llevado a cabo en otoño de 2020, pero la pandemia echó tierra sobre el asunto. El Torneo de Candidatos de 2020, en el que se buscaba al retador, tuvo que interrumpirse y no pudo continuar hasta el año 2021. El enfrentamiento por el Campeonato del Mundo entre el ganador Ian Nepomniachtchi y Magnus Carlsen no tuvo lugar hasta finales de 2021. La FIDE corre ahora tras el tiempo perdido para que el ciclo vuelva a ajustarse al calendario original.
Además, pronto surgieron otras dificultades. Con el ataque de Rusia a Ucrania, Rusia abandonó la comunidad pacífica de naciones y desde entonces ha sido condenada al ostracismo. Los acontecimientos deportivos internacionales, como un Campeonato del Mundo de Ajedrez ya no pueden disputarse en Rusia hasta nuevo aviso. El ajedrez siempre ha tenido un significado especial, hasta político, en Rusia. A lo largo de las décadas, se han celebrado en Rusia numerosos acontecimientos ajedrecísticos de alto nivel. Y cuando nadie más estaba dispuesto a albergar algún torneo caro, la Federación Rusa de Ajedrez, con sus empresas estatales o con la ayuda de los oligarcas relacionados con el gobierno, interviniereon, tal y como fue el caso en 2014, por ejemplo, cuando la FIDE no consiguió encontrar anfitrión para el segundo encuentro del Campeonato Mundial, Carlsen vs. Anand. Finalmente, el desafío se dipsutó en Sochi y el propio Vladimir Putin fue el invitado de honor a la ceremonia de la entrega de los premios. Los dos últimos presidentes rusos de la FIDE, Kirsan Ilyumzhinov y ahora Arkady Dvorkovich, son rusos, tuvieron caminos muy cortos hacia el círculo íntimo del gobierno ruso y allí se les escuchó regularmente con sus deseos para la financiación de los torneos de ajedrez.
Con la guerra de invasión rusa contra Ucrania, todo eso es historia y no volverá a ocurrir pronto. Según la decisión del COI, las federaciones deportivas rusas ya no pueden organizar eventos deportivos internacionales. Los equipos rusos están excluidos de ellos. Y lo mismo ocurre con los atletas rusos en la mayoría de las competiciones individuales. En ajedrez, se les permite participar, bajo la bandera de la FIDE.
El tercer golpe duro afectó a la FIDE y al Campeonato Mundial de Ajedrez cuando Magnus Carlsen, Campeón del Mundo de Ajedrez desde 2013 (¡!) y sin duda el mejor ajedrecista del mundo, declaró al final del Torneo de Candidatos de 2022 que ya no defendería más el título. Según las reglas, el ganador del Torneo de Candidatos de 2022, una vez más Ian Nepomniachtchi, se enfrentará entonces con el siguiente mejor jugador de ajedrez del escalafón mundial. Por detrás de Carlsen y Nepomniachtchi en el tercer puesto del escalafón mundial de la FIDE sale la estrella china, Ding Liren.
El ganador de esta competición es el 17º Campeón del Mundo de Ajedrez, pero le costará justificar el título si otro jugador se entroniza por encima de él en la clasificación mundial con una ventaja de quizá 50 puntos Elo. La situación recuerda a la época en la que la FIDE determinaba sus campeones del mundo en torneos por sistema eliminatorio, en las décadas de 1990 y 2000. Entonces también había "campeón del mundo clásico".
Pero Magnus Carlsen también es el "mejor" campeón del mundo en otros aspectos. Como noruego, también puede comercializarse bien en los países occidentales. Carlsen tiene carisma, es conocido en todo el mundo e inmensamente popular. Sabe cómo tratar con los medios de comunicación, pero sigue teniendo sus asperezas. Es el perfecto embajador del ajedrez. Ian Nepomnichtchi y Ding Liren son buena gente, pero no pueden competir con Carlsen en este aspecto.
¿Quién quiere ahora organizar este duelo por la corona mundial con saborcillo a Campeonato del Mundo de "segunda clase". Además de los elevados costes para la organización, ¿encima recaudar también la bolsa de premios exigida de dos millones de dólares? Rusia habría sido una sede natural, pero ahora está cancelada. ¿Quiere Nepomniachtchi jugar toda la competición en China y hay allí dinero suficiente para una competición de ajedrez de este tipo en tiempos de pandemia y recesión económica? No lo parece. En India, dado el gran entusiasmo ajedrecístico, tal vez se podría encontrar dinero y un organizador, pero las relaciones entre la India y China son todo menos buenas, por lo que es poco probable que un partido del campeonato del mundo con participación china despierte ningún entusiasmo en la India. Ian Nepomniachtchi es una persona íntegra y se mostró crítico desde el principio tras el ataque de su país a Ucrania. Pero aún así, un Campeonato Mundial de Ajedrez con un jugador ruso probablemente no sería mediado en ningún país occidental en estos momentos.
Hace algún tiempo, la FIDE fijó la fecha del Campeonato del Mundo para ser disputado del 7 al 30 de abril de 2023. El Presidente de la FIDE, Arkady Dvorkovich, había revelado en varias ocasiones que existía una prometedora candidatura en México. Los organizadores mejicanos querían disputar el mundial dentrod el marco de un gran festival con muchos actos adicionales. Al parecer, sin embargo, los planes se han podido realizar.
Según David Llada, responsable de comunicación de la FIDE, existen otras opciones en el continente americano. Una delegación de la FIDE se encuentra actualmente in situ -no se ha revelado dónde- y está manteniendo conversaciones.
Mientras tanto, la fecha deseada para el partido está cada vez más cerca. Y a la FIDE y al organizador local, si es que se encuentra alguno, se les acaba el tiempo.
Traducción: Nadja Wittmann (ChessBase)
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