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I’ll have a piece on Gorbachev soon, but this paragraph from Winter Is Coming sums up my thoughts. He was obliged to embark on perestroika as a last gasp to save the USSR and socialism. Gorbachev became an accidental hero in the West for failing. pic.twitter.com/25zKo9vBmE
— Garry Kasparov (@Kasparov63) August 31, 2022
El mundo está de luto por la muerte de un gran personaje de la historia contemporánea: Mijaíl Gorbachov. Cuando la noticia de su muerte me llegó ayer por la tarde, me puse profundamente triste y al mismo tiempo recordaba los encuentros memorables con él. El ex presidente soviético era muy aficionado al ajedrez y honró con su presencia varios acontecimientos importantes del deporte ciencia. He podido comprobar eso en dos ocasiones personalmente.
Al final del duelo por el Campeonato del Mundo 1998 entre Anatoly Karpov y Viswanathan Anand en Lausana, el celebre representante moscovita hizo una aparición sorpresa. Era un día guapo de enero y tranquilo en las orillas de Lago de Ginebra, cuando el compatriota ruso de "Gorbi", Karpov, defendió la corona del ajedrez mundial frente al jugador el indio, con muchas dificultades en la partida. Tras haber empatado 3-3 en seis partidas durante las partidas a ritmo clásico, Karpov únicamente logró defender el título en las partidas de desempate de ajedrez rápido, donde la rutina y la suerte finalmente la acompañaron.
Al poco tiempo de haber realizado los últimos movimientos, Karpov y Anand abandonaron el pequeño escenario en el que habían jugado, para refrescarse y descansar un momento antes de que empezase la ceremonia de la entrega de los premios. Un compañero del presidente de la FIDE Kirsan Ilyumzhinov me indicó que acababa de llegar en coche un importante visitante de honor. Así que llegué a tiempo para conocer a Gorbachov. Pudimos estar con Gorbachov durante un cuarto de hora un grupo limitado de periodistas, sentados en la mesa en la que se había disputado el duelo del Campeonato del Mundo de Ajedrez aquellos últimos días atrás y permanecía iluminada, brillando a la luz por los focos.
Gorbachov en Lausana 1998 | Foto: Dagobert Kohlmeyer
Mijaíl Serguéievich cogió una de las piezas blancas, la hizo girar en su mano derecha y nos contó sus primeros recuerdos cuando empezaba a aprender a jugar al ajedrez:
"Fue durante la guerra en el Cáucaso, y la gente que estaba con nosotros en aquella época, si no tenía material de juego, tallaba las piezas de ajedrez en madera. Aunque sufrieron grandes dificultades, era muy importante para ellos fortalecer su espíritu con el juego del ajedrez. No me he olvidado nunca de aquella experiencia".
Me impresionó mucho la forma sencilla pero a la vez cautivadora con la que Gorbachov nos hablaba. Era como si fuese un padre que explicaba algo muy normal a sus hijos de la forma más plausible posible. Este hombre se ha dedicado a la política mundial, pensé. Acabó con la Guerra Fría y dio libertad a mucha gente. Sin embargo, se presenta con la mayor sencillez que pueda tener cualquier ser humano.
Al salir del Museo Olímpico, donde se había disputado el duelo, me detuvo un equipo de la televisión alemana del canal WDR (Westdeutscher Rundfunk). Estaban filmando un reportaje sobre el Campeonato Mundial de Ajedrez. Usted es un conocido periodista de ajedrez. ¿Qué nos dice del Campeón del Mundo Karpov?" "¿Qué quiere decir con "periodista conocido"? La persona más conocida está allí en la sala", contesté antes de responder a la pregunta que me había hecho el periodista. "Con Karpov es como con un buen vino. Cuanto más viejo se hace, mejor juega". No se me ocurrió ninguna respuesta más ingeniosa en ese momento. Gorbachov seguramente habría encontrado mejores palabras.
Unos 14 años más tarde, en Moscú, nuevamente tuve la oportunidad de encontrarme con Mijaíl Serguéievich. En mayo de 2012, la final del Campeonato del Mundo entre Vishy Anand y Boris Gelfand tuvo lugar en la Galería Tretyakov. Durante la inauguración del duelo por la corona mundial del ajedrez, nuevamente se asomaron muchas caras conocidas, incluida la de la leyenda del ajedrez Yuri Averbakh. El ruso (nacido en 1922) entonces ya tenía 90 años y era el gran maestro vivo más longevo del mundo. En febrero de este año (2022) pudo incluso celebrar su centenario, pero desgraciadamente murió tres meses después. Como sabemos, Averbakh rechazó la política de Putin y sus pretensiones de poder.
Gorbachov y Averbakh (y en un segundo plano Dirk Jan ten Geuzendam y Maxim Dlugy | Foto: Dagobert Kohlmeyer
Mijaíl Gorbachov volvió a ser invitado de honor en la Copa del Mundo de 2012. Gracias a ello, tuve la oportunidad de hablar con el "Premio Nobel de la Paz" por segunda vez en mi vida, como reportero. Hablamos de las tradiciones del ajedrez en Rusia y en la Unión Soviética y de su importancia para la educación de los jóvenes. Gorbachov dijo que había sido patrocinador del proyecto de ajedrez escolar de la FIDE durante muchos años. Iba a juego con el estilo de delicadeza de este hombre, político y reconciliador que sintiera tanta estima por el juego pacífico. El que es su sucesor en el Kremlin ahora, en cambio, no la tiene en absoluto. Él es más de las artes marciales. Cuando se celebraron los torneos de ajedrez importantes o los desafíos por el Campeonato del Mundo, nunca solía acudir.
Es poco probable que los actuales dirigentes del Kremlin organicen un funeral de Estado por Mijaíl Gorbachov. Hay demasiados resentimientos contra él en Rusia por el hecho de que la Unión Soviética ya no existe hoy en día. Gorbachov encontrará el último descanso en el conocido cementerio (Nuevo Cementerio de la Vírgen) Новоде́вичье кла́дбищe, junto a su esposa Raissa, fallecida demasiado joven en 1999. En aquella época, el Muro de Berlín ya había caído 10 años y el autor de estas líneas viajaba por muchos países como reportero de ajedrez. Mis viajes han sido posibles, gracias a la libertad ganada (redacción: por la caída del muro y por la reunificación de Alemania), en la que Gorbachov tiene probablemente la mayor parte del mérito.
Michael Gorbachov y Dagobert Kohlmeyer (el autor de este reportaje) y en un segundo plano el que entonces era presidente de la FIDE, Kirsan Ilyumzhinov | Foto: Dagobert Kohlmeyer
¡Spasibo Michail Sergejewitsch!
Traducción al castellano: Nadja Wittmann (ChessBase)
