“ ‘Au rendez-vous’ del ‘cuerpo de
sátrapas’ (patafísicos): Jacques Prévert,
Dubuffet, Michel Leiris, Queneau, René Clair, Boris Vian,
Baudrillard, Arrabal, Dario Fo y Lis; en primer plano
Marcel Duchamp (sentado de espaldas y jugando al ajedrez) Max Ernst,
Jarry, Miró, Ionesco, Man Ray, Thieri Foulc y Umberto Eco.
Foto-montaje de Christèle & FA inspirado por el óleo
de Max Ernst (Cologne museum) “Au rendez-vous des amis”
(1922).

ChessBase/DER SPIEGEL Online: ¿Qué opina de
las competiciones de ajedrez entre hombres y máquinas?
Fernando Arrabal: Lo mismo que opinaba
Séneca de los combates en el Coliseo de Roma entre toros y leones. Lo
mismo que opinaba Raphael de la disputa entre Aristóteles y
Platón. Lo mismo que opinaron los profesores de Cambridge que
asistieron a la confrontación de Popper con Wittgenstein.
ChessBase/DER SPIEGEL Online: ¿Qué piensa
sobre la influencia de los ordenadores y blogs en el ajedrez? ¿Es
buena o mala?
Fernando Arrabal: Excelente artísticamente,
anarquista poéticamente y pánica por su confusion.
ChessBase/DER SPIEGEL Online: Seguimos con ordenadores,
blogs y ajedrez ¿Los considera más bien una ayuda o un
incordio?
Fernando Arrabal: Una ayuda hasta el crimen.
ChessBase/DER SPIEGEL Online: ¿Quién cree
que ganará el encuentro: Kramnik o Deep Fritz?
Fernando Arrabal: El ajedrez y Midas.
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Carta abierta a mi querido colega Juan Udpike cerrado de blog.

F. Arrabal
Querido ‘squire’:
Desgraciadamente no tengo blog, porque sólo soy un
aprendiz de santo anarquista y pagano, sin llegar a alcanzar ni remotamente
la cima ansiada. Pero la mayoría de los redactores de estas entregas
(blog) creo que lo son; como la inmensa mayoría de jugadores de
ajedrez. Con qué esperanza, caridad y altruismo regalan,
espontáneos, su maná con todo lo que saben. Y si no hablo de
fe (que completa el trinomio de virtudes bíblicas) es porque todo el
que se pasea por la red sabe que los blogueros de la verdad sí que
creen en lo que no ven. Quedan excluidos de mi santoral pagano y
ácrata los blogueros del embuste y la manipulación. Como no
los leo no puedo decir si forman lo que usted llama “la centelleante
nube de fragmentos”.
A los libreros americanos del ‘Buzz forum’ (21.V.06) les
debió encantar que usted les calificara de ‘sal de la
tierra’ con divinas palabras. Pero el gran poeta de NY,
Benjamín Ivry, estimó tan poco sus declaraciones que se
atrevió a bromear, sacrílego, separando las dos silabas de su
apellido: “¡arriba lesbiana!”.
Algunos afirman, miopes, que el ‘bloguista’ es un
diarista. Pero muchos son ‘horistas’ y puede ser que
existan ya, generosos, que escriben cada minuto: instantes en sesión
continua de mercedes destinadas a todos o a nadie.
¿Qué hubieran pensado de internet Sócrates,
Wittgenstein, Kant o Spinoza? La legión Anti-internet se apoya
en una ‘cita’ de Sócrates: “me opongo a la
lectura… porque empobrece la memoria” . Pero esta
versión llegada a nosotros tras tantos recovecos ¿es la
correcta? Lástima que Platón no la haya grabado en disco duro.
El bloguista, como no puede desdecirse, firma con indeleble
ADN: no hay goma ni ‘tipex’ que borre o corrija tras el
telón final y ‘click’. Sócrates luchó
desnudo con Alcibíades, bebió cicuta cuando se lo mandaron y
compuso fábulas ¿es posible que su platónico
copista (Platón) le transformara en analfabeto?
¿Se puede negar la primacía de la memoria? Facultad de
la confusión y del deslumbramiento que sólo florece con lo que
la embaraza; contrariamente a su hija menor la inteligencia. Superdotada
memoria, que, como el amor, está reñida con la
libertad.
Aquel ágora, aquel puntual almuerzo de Kant ¿se
repite con los chateadores? Ahora sin entrada selectiva, sin la exigencia de
que los comensales del nuevo banquete sean más de tres (como las
gracias) y menos de nueve (como las musas).
Hay blogueros y ajedrecistas que abren los ventanales de los reyes
magos, o que saben manejar el radar de los silencios del corazón o
que nos conducen, con botas de Pulgarcito, por el tubo de la risa.
Multiplicando, adornando o encallándolo todo, la confusión no
me permite pronosticar si internet despertará más vocaciones o
si se convertirá en ese medio que usted describe
como “atrozmente impreciso y juvenil”. Ni siquiera
podría afirmar, si, con sus palabras [bajo capa
(“formatizadas”)], emite elogio o manifiesta
nostalgia.
¿Se puede creer que el autor (o el ajedrecista)
sucumbirá a internet, como “la literatura epistolar
terminará con el fax” y “el teatro de
Racine desaparecerá como la moda del café” (dixit
Mrs de Sevigné)? ¿Se escribe, se diariza o se cartea
menos tras la llegada de Atila/internet? Jesús, otro analfabeto
anarquista según algunos, fue capaz como la elite de su siglo de
escribir en la arena.
Este privilegio de dar testimonio escrito (o de jugar al ajedrez
entre ‘humanoides’) ¿internet lo finiquitará
definitivamente como usted teme?
Otro arrabalesco: El blog no es la droga que dicen : crea la
“in//dependencia”.
Enlaces:
www.arrabal.org
Spiegel.de