El gobierno talibán ha prohibido oficialmente jugar al ajedrez en Afganistán, citando preocupaciones de que el juego esté asociado con las apuestas y puede ser incompatible con la ley islámica. La decisión fue confirmada por Atal Mashwani, portavoz de la dirección de deportes de los talibanes, quien declaró que el ajedrez es «considerado un medio para las apuestas» según la ley sharía. La prohibición permanecerá en vigor hasta que se realice una revisión religiosa para evaluar la compatibilidad del juego con los principios islámicos, según un informe de la BBC.
El Ministerio para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio ha dado un paso más al disolver la Federación de Ajedrez de Afganistán, deteniendo efectivamente todas las actividades relacionadas con el ajedrez. El Ministerio calificó al juego como «haram» (prohibición), reflejando su estricta interpretación de la doctrina religiosa. Según Khaama Press, el Ministerio argumentó que el ajedrez contraviene la ley islámica, alineando la prohibición con esfuerzos más amplios para limitar actividades percibidas como moral o religiosamente objetables.
Desde que retomaron el poder en agosto de 2021, los talibanes han impuesto restricciones cada vez más estrictas a las actividades culturales y recreativas, incluyendo la música, el cine y ciertos deportes. En 2024, las autoridades prohibieron las artes marciales mixtas (MMA), alegando que eran excesivamente violentas e incompatibles con la ley sharía. Hablando para la agencia de noticias AFP, Mashwani enfatizó que el ajedrez permanecería prohibido «hasta que se aborden estas consideraciones» (BBC).
Sin embargo, existen versiones contradictorias sobre la naturaleza de la prohibición. El Gran Maestro Ian Rogers citó a un funcionario no identificado de la Federación de Ajedrez de Afganistán que afirmó que el ajedrez no ha sido completamente prohibido, sino que está bajo suspensión temporal mientras se llevan a cabo revisiones religiosas y administrativas. El funcionario señaló que la federación ha estado prácticamente inactiva durante dos años, luchando con disputas internas y con una mala gestión (GM Ian Rogers).
El ajedrez ha experimentado un resurgimiento en los últimos años, con jugadores tratando de revivir el deporte a pesar de los desafíos continuos. Según Khaama Press, varios entusiastas del ajedrez se acercaron recientemente al Ministerio de Deportes en busca de apoyo financiero, pero fueron informados de la prohibición. Este desarrollo ha complicado aún más los esfuerzos por mantener el ajedrez como una actividad recreativa en Afganistán, donde alguna vez tuvo un valor cultural significativo.
La prohibición del ajedrez es parte de una estrategia más amplia por parte de los talibanes para imponer su austera interpretación de la ley islámica en la sociedad afgana. Los críticos argumentan que tales medidas socavan las actividades intelectuales y culturales y aíslan al país de la comunidad internacional. Las organizaciones de derechos humanos advierten que la política podría restringir aún más las libertades personales y desalentar la interacción social, especialmente entre los jóvenes.
Aún no está claro si la presión internacional o la defensa local podrían llevar a una reconsideración de la decisión. Por ahora, el futuro del ajedrez —al igual que otras actividades recreativas en Afganistán— está en el limbo, sin indicios de cuándo la prohibición podría levantarse.
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