Las trampas en ajedrez - ¿Qué es lo que sabemos?

por Nate Solon
25/04/2024 – Las trampas en el ajedrez cobraron protagonismo cuando Magnus Carlsen perdió contra Hans Niemann en septiembre de 2022, y luego tuiteó sobre ello. Ahora, los grandes maestros Vladimir Kramnik y Fabiano Caruana comparten cifras sobre cuántos tramposos hay. ¿Cuáles son las sospechas? ¿Qué se sabe? ¿Y, qué parte únicamente será una "sensación"? En su último número, la revista New In Chess aborda un tema que nos tiene preocupados a todos. Extracto del artículo publicado en New In Chess, traducido al castellano...

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Sospechas, estadísticas y discrepancias

«Si hablo, me meto en un buen lío». Ésas fueron las palabras del entrenador de fútbol José Mourinho después de que su equipo perdiera un partido en el que criticó la actuación del árbitro. Cuando Magnus Carlsen adjuntó un vídeo de Mourinho al final de un escueto tuit en el que anunciaba su retirada de la Copa Sinquefield tras perder una partida contra Hans Niemann, los aficionados al ajedrez se apresuraron a leer entre líneas:  Carlsen creía que Niemann había hecho trampas para ganar la partida.

La situación parecía poco usual por varias razones. Carlsen rara vez suele perder y menos aún, cuando está jugando con las piezas blancas, y mucho menos contra alguien como Niemann -en aquel momento un prometedor gran maestro, pero no considerado de la élite mundial-. Además, retirarse de un torneo cerrado es un paso poco habitual, ya que básicamente arruina el torneo para los organizadores. Por último, fue un caso raro de sospecha de trampas que saltó a la luz pública.

Las sospechas de trampas han estado latentes durante mucho tiempo entre los grandes maestros, pero rara vez se hacían públicas. Una vez que Carlsen las hizo públicas, se extendieron como un reguero de pólvora. Nadie parecía saber exactamente cómo Niemann podría haber hecho trampas, pero el GM Eric Hansen sugirió en un stream que podría haber recibido información de señales enviadas a través de un juguete sexual vibrador. La sugerencia fue recogida y amplificada por Elon Musk, el hombre más rico del mundo y flamante propietario de Twitter (ahora X). De ahí se extendió a los programas de entrevistas de televisión e incluso se convirtió en argumento de un episodio de la popular comedia televisiva It's Always Sunny in Philadelphia.

Pocos días después de la partida contra Carlsen, Niemann admitió en una entrevista posterior a la partida que ya había hecho trampas en Internet, pero varios años antes, a la edad de 16 años, y nunca en partidas sobre el tablero. Varias semanas después, Chess.com respondió con un informe en el que se afirmaba que Niemann había hecho más trampas de las que había admitido. También examinó su historial sobre el tablero, pero llegó a la conclusión de que no había pruebas suficientes de trampas sobre el tablero.

Desde entonces, Niemann ha interpuesto una demanda contra Carlsen y Chess.com por dañar su reputación, la FIDE ha publicado su propio informe y el escándalo se ha apagado y ha vuelto a estallar de diversas formas. Sin embargo, más de un año después, el alcance de las trampas -en línea y fuera de línea, por parte de Niemann y otros- no está nada claro.

Eficaz al 100% 

Uno de los problemas de las trampas en el ajedrez, en comparación con otros deportes, es que son 100% efectivas. Yo no puedo ganar a Lebron James al baloncesto por muchos esteroides que tome, pero incluso un jugador mediocre puede ganar a Magnus Carlsen con la ayuda de un módulo de ajedrez. En el ajedrez jugado a través de internet, hacer trampas con los módulos es terriblemente fácil. Todo lo que necesitas, es acceso a un módulo de ajedrez: en un teléfono, en una aplicación, en otra fuente, accesible desde cualquier sitio. Por supuesto, si juegas la mejor opción, sugerida por el módulo en cada movimiento, pronto te pillarán, pero hay formas más sutiles de hacerlo. Sitios como Chess.com dicen que también pueden detectarlas, pero muchos grandes maestros no se lo creen.

Pruebas estadísticas

Hacer trampas sobre el tablero es más difícil, ya que hay que acceder al módulo sin ser observado. El GM Alex Colovic, miembro del Comité de Ética de la FIDE, me explicó que hay básicamente dos formas de hacerlo: uno solo o con un cómplice. En uno de los casos más famosos, el entonces GM Igors Rausis (desde entonces se le ha retirado el título de GM) fue sorprendido mirando el teléfono móvil en un baño. En otro caso, a un jugador se le introdujo un dispositivo en el zapato, a través del cual recibía señales de un cómplice.

Este tipo de pruebas físicas son muy concluyentes, pero no siempre es posible pillar a alguien con las manos en la masa. En ese caso, entran en juego las estadísticas. Las pruebas estadísticas consisten en identificar patrones en en las partidas de alguien que parecen imposibles, o al menos muy improbables, sin ayuda informática. Pero hasta qué punto debe ser improbable algo para que constituya una prueba de trampa es un tema espinoso. Por ese motivo, Colovic afirma que es muy difícil tomar medidas basándose únicamente en las estadísticas.

Dada la dificultad de atrapar a alguien a posteriori, la solución ideal es evitar las trampas desde el principio. Colovic describe su trabajo como Oficial de Juego Limpio como algo parecido a la planificación de un acto para una figura política importante: hay que determinar la seguridad del lugar y cortar las posibles vías de ataque. Eso puede significar, por ejemplo, asegurarse de que sólo se pueda acceder al baño por un único camino acordonado.

Colovic estimó que las posibilidades de que se produzcan trampas en un gran torneo de alto nivel como, por ejemplo, el Torneo de Candidatos, son muy bajas. Este tipo de desafíos cuentan con pocos jugadores, un nivel de escrutinio muy alto y el presupuesto necesario para aplicar medidas de seguridad estrictas. Lo más preocupante son los torneos abiertos, en los que hay muchos más jugadores a los que seguir la pista, y los organizadores pueden carecer de fondos para abordar adecuadamente la lucha contra las trampas.

Igors Rausis fue sorprendido haciendo trampas en un torneo celebrado en Estrasburgo en 2019. Confesó haber hecho trampas en cuatro ocasiones diferentes, tres de ellas utilizando su teléfono móvil y la otra arreglando de antemano el resultado de una partida.

Otro escándalo surgió en un torneo abierto en Qatar, cuando Magnus Carlsen perdió contra el relativamente desconocido GM Alisher Suleymenov. Recordando su derrota ante Niemann en la Copa Sinquefield, Carlsen descargó su frustración en Twitter: «En cuanto vi que mi rival llevaba reloj al principio de la partida, perdí la capacidad de concentración». Carlsen aclaró más tarde que no estaba acusando a Suleymenov de hacer trampas, sino expresando su frustración por la falta de medidas antitrampas en el torneo.

En este caso, Carlsen parece haber sido víctima de un efecto relevante para jugadores de todos los niveles: la sospecha de trampas puede ser tan perjudicial como las trampas mismas. Si crees que tu rival hace trampas, crees que sus jugadas son imbatibles, y en la mayoría de los casos se trata de una profecía autocumplida.

Mi experiencia ganando a Hikaru Nakamura y una proyección de vídeo

Al tener el título de maestro  FIDE, soy elegible para jugar en los torneos "Titled Tuesday". Por supuesto, tengo muy pocas posibilidades de acabar en los premios, pero si gano algunas partidas a veces tengo la oportunidad de enfrentarme a uno de los mejores jugadores del mundo.

En torneo online de "Titled Tuesday", a principios de 2023, me enfrenté a Hikaru Nakamura en la segunda ronda. La partida parecía abocada a una derrota previsible, ya que me estaba presionando en el tablero y en el reloj, pero entonces él hizo unas cuantas jugadas descuidadas, exponiendo su alfil y debilitando su rey. De repente, yo tenía una enorme ventaja. Presintiendo una oportunidad de oro, me concentré y logré la victoria.

Unas rondas más tarde, recibí un mensaje del personal de Chess.com informándome de que había sido seleccionado para una proyección de vídeo. Me uní a una llamada de Zoom en la que tenía que compartir mi pantalla y mostrar una vista de 360º de mi entorno. Algo aturdido, jugué mal el resto del torneo y terminé en mitad del pelotón. Hikaru remontó y ganó con 9½/11.

El martes siguiente me emparejaron contra Vladimir Kramnik. Esto fue antes de que lanzara su cruzada contra las trampas, pero seguía siendo un antiguo campeón del mundo. Por un momento tuve la visión de derrotar a Nakamura y Kramnik en dos torneos consecutivos, pero no pudo ser. Esta vez perdí sin oponer mucha resistencia. En retrospectiva, quizá sea lo mejor. 

Algunas citas del artículo:

  • El Director General de Chess.com, Erik Allebest, califica las trampas de «problema medio que supone un gran problema de relaciones públicas».
  • La idea es atrapar a los jugadores que juegan demasiado bien, pero hay una delgada línea entre muy bien y demasiado bien. 
  • Carlsen parece haber sido víctima del efecto perjudicial de la propia sospecha de hacer trampas. 
  • Kramnik parece compartir estadísticas ad hoc, según le van llegando
    Kramnik prometió que renunciaría inmediatamente la próxima vez que le emparejaran contra Martínez

Reproducción del artículo con el amable permiso de New In Chess.

Traducción al castellano: Nadja Wittmann (ChessBase)


Si Ud. desea leer íntegramente este extenso y muy informativo (11 páginas) artículo sobre las trampas, tendrá que pedir la edición 2024/2 de New In Chess


Nate Solon, ajedrecista, entrenador y autor de artículos especializados en ajedrez.