29/01/2012 – Además de un deporte, un arte y una lucha política, el ajedrez es un
laboratorio de psicología experimental. O, como dice el autor, un terreno para
entender cómo pensamos, cómo decidimos, cómo intuimos, tememos, creamos y,
también, cómo agredimos. Así se introducen las reflexiones de Mariano Sigman
sobre el ajedrez en la
revista de cultura Ñ. En una sociedad en la que prima el culto al cuerpo, es
importante no descuidar la mente. Recuerden que con
El pequeño Fritz pueden adentrarse en este fascinante mundo, poniéndose a
punto en el gimnasio de neuronas.