La excursión

La salida del sol en Potrero de los Funes
Por parte de la organización nos acompañaron María Evelia Pérez Nicotra, Claudia Páez y una jóven estudiante alemana, Friederike Johanna Crapp que está trabajando aquí en San Luis como traductora durante el Mundial. Partiendo desde la ciudad de San Luis, un panorama continuado de bellezas naturales, históricas, culturales y una sucesión de tranquilas villas asentadas al pie de exuberantes serranías se imponen ante el visitante con intensidad. Desde Potrero de los Funes pasando por Trapiche, nos acercamos a La Florida, un embalse enorme que provee de agua a toda la región.
La Florida ofrece la inmensidad de su espejo de agua, campings y una reserva floro-faunística.

María Evelia Pérez Nicotra
María Evelia Pérez Nicotra trabaja en la Comunicación Institucional, Prensa Gobernamental. Es docente y periodista.
Contacto: 

Claudia

Friederike

El embalse de La Florida

Zurab Azmaiparashvily

En la Florida hay una roca de cuarzo de la cual dicen que tocarla debe tener efectos positivos sobre la virilidad. Nos explicó Evelia que el cuarzo se carga de la energía del sol. Hay que lavar el cuarzo, exponerlo al sol para "cargarlo" y entonces proveerá energía a quién la lleve.

Berek Balgabaev en la roca de cuarzo

El Río Grande no lleva mucha agua esos días


Ciervos en la Reserva Floro-Faunística de La Florida
Allí viven todo tipo de animales. Nos contaron que a veces incluso bajan los pumas para beber agua en el Río Grande.



La furgoneta del Mundial
Continuamos nuestro viaje a La Carolina, un pintoresco pueblito minero que referente obligado para internarse en la fascinante historia de la explotación del oro, con sus mitos y leyendas. Por el mismo camino, la gruta de Inti Huasi registra el paso de los antepasados del pueblo.



Recientemente se construyeron muchas carreteras.
Después visitamos el publo de La Carolina con su vieja mina de oro. No nos dio tiempo para entrar en la mina.


¿Qué nos querría decir Berik? ¿Que es el lema de la FIDE?


Los "gringos" llevándose los restos del oro

Bueno, el poquito que queda...

Unas gotitas de oro

Así sí que se puede aguantar la vida
Después entramos en la confitería-restaurante "El Tomolasta" de Félix Lucero para tomar mate, que aunque suena igual no tiene que ver con el ajedrez sino que es un brebaje de hierba muy fuerte que se parece a un te.

El restaurante "El Tomolasta"

El interior

Recipientes con mate


Félix Lucero en su tienda


Emanuel
La gran sorpresa fue que Emanuel era todo un especialista en cámaras digitales y nos pasamos un rato charlando.

Más impresiones de La Carolina:


La iglesia


Cielos argentinos




Unos gauchos


Sííí, descansa, Furia

La puesta del sol en La Carolina
Texto: Nadja Woisin
Fotos: Frederic Friedel y Nadja Woisin
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