Para ganar, primero debes aprender
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El duelo se disputó en diez tableros los jugadores se enfrentaron en cuatro partidas, todos contra todos. Previamente al duelo, el equipo de la Unión Soviética había sido el claro favorito. Pero al final únicamente logró ganar por muy escaso margen: 20,5:19,5.
El gran maestro húngaro, Lajos Portisch, fue uno de los integrantes del equipo "Resto del Mundo" y ganó su duelo a cuatro partidas frente a Viktor Korchnoi 2,5:1,5.
En la cuarta partida, Portisch tenía calidad una calidad de ventaja, pero se contentó con unas tablas tras triple repetición de jugadas para asegurarse la victoria en ese mini duelo con Korchnoi. Algunos opinaban que también podría haber continuado para ganar la partida.
Lajos Portisch reaccionó en la sección de comentarios, por debajo del respectivo artículo que publicamos en la web inglesa, explicando su punto de vista:
Me gustaría hacer algunos comentarios acerca de mis tablas con Korchnoi en la cuarta partida del duelo. Cuando Fischer se enfadó conmigo más adalnte, solía decir que yo había aceptado las tablas por triple repetición porque me había llamado por teléfon János Kádár [Secretario General del Partido Socialista y de Obreros que reinaba el país desde el año 1956 hasta su retiro en 1988, ed.). Esto obviamente es absurdo. ¿¡Me debe haber llamado por teléfono mientras la partidas todavía estaba en marcha?!
Bueno, el Prof. Dr. Max Euwe era el capitán [de nuestro equipo] pero no solía responder de manera directa en la mayoría de los casos, cuando se presentaba algún tipo de problema. Antes de que realizara el tercer movimiento repetivo para forzar las tablas, me acerqué a él y le pregunté qué quería que hiciera, dado que aún había tantas partidas que estaban en marcha. Su respuesta fue: "Lo puedes decidir tú mismo".
Es cierto que yo tenía una calidad de ventaja, pero la posición estaba complicada y las negras también tenían algunas posibilidades para atacar. A ninguno de los dos nos quedaba mucho tiempo en el reloj y el peligro de entrar en apuros de tiempo estaba ahí. Korchnoi siempre había manejado mejor los apuros de tiempo hasta entonces [y decidí aceptar las tablas]. Al fin y al cabo, nunca habíamos actuado como equipo de verdad. Recuerdo todos los rollos aquellos con discusiones sobre quién debía jugar en qué tablero, las cuotas, etc. Al jugar con el equipo nacional de Hungría, siempre me planteaba este tipo de retos, pero en este caso, el resultado individual era más importante para mí que el resultado del desafío por equipos.
(Se han editado ligeramente las palabras de Portisch dado que las citas orginales en inglés contenían errores de gramática y también porque Portisch nos comentó más tarde que había estado bastante enfadado mientras escribía el comentario porque se sentía ofendido". Red. ingles.)
Curiosamente y absurdamente, la discusión sobre la partida de la cuarta ronda del duelo, tapa por completo la victoria con negras que se apuntó en la tercera ronda. Dicha partida fue todo menos "pacífica" sino un ejemplo de una lucha larga, complicada y agresiva. Portisch mostró unas cuantas ideas muy interesantes para la defensa y a la hora de contraatacar:
Texto original en inglés: Johannes Fischer (ChessBase)
Traducción al castellano: Nadja Wittmann (ChessBase)
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