Amber: undécima y última jornada

La undécima y última jornada

Clasificaciones finales:

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Y vamos por nuestro último repaso, en esta edición, de las partidas del día. Como suele ocurrir, los horarios de las partidas de la última ronda se ajustaron para asegurar la igualdad de oportunidades entre quienes se jugaban algo en la clasificación finial, de forma que jugasen a la vez, en la segunda sesión. Por eso la descripción de sus esfuerzos está más abajo en este reportaje.

Levon Aronian comenzó su partida a la ciega contra Peter Svidler con 1.Cc3, pero no nos deleitó con una Apertura Van Geet, sino con una transposición bastante normal a la Siciliana. Lo que resultó menos normal fue cuando Svidler sacrificó una calidad sin que fuera necesario. Su 10…b5 fue un serio error que más o menos lo forzó al sacrificio, pues de otra forma las blancas capturarían en b5 (o incluso en d6 primero, tal y como señaló Aronian). Si Svidler hubiese tenido bastante tiempo para coordinar sus piezas, la idea habría funcionado, pero tras el primer mazazo de las blancas con 16.Cxb5, las negras están completamente perdidas. El ruso arrastró los pies durante un par de jugadas más, pero tras el aleccionador 25.Db7 se rindió.

En la partida rápida Aronian intentó un dudoso salto de caballo inspirada en una idea del original pensador sueco Rolf Martens. El sueco había intentado …Cg4 con el caballo en c3 y Aronian quería ver si también funcionaba con el caballo en e2. No fue así y pronto se vio completamente perdido. Aún así, puesto que Svidler no fue a por una ejecución inmediata sino que optó por un enfoque más lento, el armenio peleó para volver a incorporarse a la partida. En la recepción los comentarios de sus colegas cambiaron desde ‘esto ya es demasiado’ a ‘este Aronian es increíble’. ¿Y qué más puede uno decir, en realidad? Jugando con calidad de menos frente a uno de los grandes maestros más fuertes del mundo, Aronian desarrolló un contraataque letal y ganó convincentemente.

Alexander Grischuk intentó otra Defensa Tarrasch en su partida a la ciega contra Vasily Ivanchuk. En vez de las variantes críticas de doble filo, Ivanchuk escogió un planteamiento bastante tranquilo en el que fijó sus esperanzas en la pareja de alfiles. Por el otro lado, los caballos negros tampoco saltaron muy mal. Alcanzaron un final en el que ambos tenían alfil y caballo con tres peones. Las blancas estaban mejor gracias al caballo negro aislado en a2. Ivanchuk ganó dos peones, con lo que estaba bastante seguro de su triunfo pero, sin embargo, tras 59 jugadas tuvo que resignarse a las tablas.

En su partida rápida se vio una Petrov en la que damas y torres pronto abandonaron el tablero. En la posición subsiguiente, Grischuk estaba mejor, pero convertir su ventaja en algo concreto requería un juego muy preciso para el que no había tiempo, así que el resultado fue de tablas.

Boris Gelfand intentó un sacrificio de peón bastante raro, pero jugable, en su partida a la ciega contra Peter Heine Nielsen. El danés no estaba familiarizado con los detalles de la variante y optó por la bastante pasiva 12.Db5. Las negras hubieran podido tomar la delantera tras 17…Tad8, pero en vez de eso, hicieron un prematuro 17…Ce5. Eso permitió jugar a las blancas 18.Cd5, buscando llevar el caballo a f4. Puesto que eso hubiera llevado a un final bastante estéril, los jugadores acordaron tablas.

Gelfand estuvo más contento con su partida rápida, de la que dijo que era ‘quizás mi mejor partida del torneo’. En una Semieslava adquirió una ventaja contra la que las negras lo tenían difícil para luchar, en especial con ese ritmo de juego. La ventaja de las blancas creció y llegó a ser decisiva cuando Nielsen jugó equivocadamente 24…c4, pasando por alto 26.Cxg5. Doce jugadas más tarde, Gelfand reclamó el punto.

Veselin Topalov jugó una tranquila Ruy López contra Vishy Anand en su partida a la ciega. Es decir, tuvo un comienzo tranquilo, pero se volvió completamente incisiva cuando Topalov comenzó un ataque por el flanco de rey. El punto de inflexión llegó en la jugada 26, cuando el búlgaro se sintió contento al jugar 26.h4, pasando por alto completamente la fuerte respuesta de las negras 26…f5. En las complicaciones consiguientes, fueron las blancas las que tuvieron que mirar donde pisaban. En la jugada 35, Topalov decidió echar el freno y cambió algunas piezas para alcanzar un final de tablas.

En la partida rápida. Topalov contraatacó activamente en otra Ruy López, dejando a Anand no demasiado contento con su posición. Tras la partida el gran maestro indio dijo que creía que se había hecho un lío al mezclar varias líneas. En la posición final creía que las negras tenían suficiente compensación por el peón y, como no vio ningún plan real para si mismo, decidió ofrecer las tablas, que Topalov aceptó.

En su partida a la ciega, Loek van Wely y Alexander Morozevich cruzaron sus espadas en la variante 9.b4 de la India de Rey. Van Wely es un gran experto en esa línea, aunque también sufrió algunas dolorosas derrotas con ella. Pero el recuerdo más fresco es su excelente victoria sobre Radjabov en la Copa del Mundo de Khanty-Mansiysk. En realidad, el holandés logró una posición excelente, pero cuando la partida explotó tácticamente, Morozevich pudo mostrar porque su elección de la apertura había sido una inteligente estratagema psicológica. Su maniobra 23 …Axe4 seguida de 24…Axg2 fue como un jarro de agua fría para el campeón holandés y, en las escaramuzas tácticas que siguieron, Morozevich jugó mejor. Con esta victoria, el ruso muestra una vez más que a la ciega hay que darle de comer aparte. Y lo que es más: igualó con Anand en la clasificación conjunta y mucho dependería de sus últimas partidas.

La partida rápida fue una emocionante lucha, seguida con avidez por los demás jugadores desde la recepción. En la apertura Van Wely adoptó una decisión arriesgada cuando trincó un peón, obligando a Morozevich a salir al ataque. Por supuesto, eso era precisamente lo que quería el ruso, pero quizás fue demasiado ambicioso. Aún así, las tablas por repetición que se produjeron tras 32 movimientos fueron recibidas como un resultado justo. Uno de los observadores era Vishy Anand, que nada más terminar la partida, fue felicitado por su triunfo compartido en el torneo.

De la Variante del Cambio de la Ruy López que Peter Leko jugó contra Paco Vallejo se podría deducir que el húngaro no deseaba una lucha salvaje. La razón real tras su elección de la apertura era que quería sorprender a su rival antes que éste lo sorprendiera a él. La estrategia funcionó ya que se puso muy por delante en el reloj y obtuvo una posición agradable de la que esperar pacientemente más. Según Leko, las negras se equivocaron de forma definitiva en la jugada 28, cuando movieron su caballo a d6 y fue mucho peor tras la jugada blanca 29.Ce2. En vez de eso, pensaba que las negras deberían haber jugado 28…Cb6 seguido de …Ca4 y …c5 para crear contrajuego. Leko sacó partido cuidadosamente de su ventaja y ganó la partida tras 41 movimientos.

La partida rápida fue una cautelosa Caro-Kann en la que ambos bandos maniobraron con cuidado. Si miran la posición final, entenderán fácilmente porqué los jugadores se repartieron el punto y dieron el tema por zanjado.

Fotos, informaciones y crónicas cortesía de la Asociación Max Euwe.

Traducción: Nadja Woisin y Fernando M. Fernández

Programa:

Enlaces:

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Reportajes anteriores:

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