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De vuelta a su ciudad, Lviv (Ucrania), la subcampeona del mundo Anna Muzychuk cuenta cuáles han sido los problemas y qué tipo de contratiempos ha tenido que afrontar durante ese largo torneo.
La bienvenida en el aeropuerto de Lviv (Foto: facebook.com/ovaceba)
"He vivido en el hotel durante un mes y nunca salí de allí. La única excepción fue el último día, cuando visitamos al embajador de Ucrania en su residencia", cita xsport.ua a la ganadora de la medalla de plata.
"No he tenido tiempo de conocer la ciudad de Teherán. También hubo problemas organizativos. Jugábamos en el hotel en medio de la vida normal, con húespedes y obras. Los obreros produjeron una sensación desagradable entre todas las participantes de la competición".
"En la sala de juego hacía mucho calor; era un problema que procuraban solucionar todo el tiempo, pero nunca lo consiguieron. En resumen: hubo muchos contratiempos y no se arreglaron. Las obras en el hotel también se hacían durante las partidas y había mucho ruido causado por las máquinas. Algo así no debería pasar en un Campeonato del Mundo".
"Hubo también problemas con la calidad del aire dentro del hotel y con la comida. Las participantes se veían forzadas a comer y cenar únicamente en los restaurantes del hotel. Para las europeas la comida era más bien 'poco habitual'. A partir del tercer día, la comida sabía siempre igual. Este Campeonato del Mundo habrá sido el más problemático hasta ahora".
Muzychuk comentó que que la ventaja principal que tenía Tan Zhongyi sería que la china contaba con más apoyo.
"Un desafío de este tipo es complejo y muy específico. No fue fácil arreglármelas a solas. Tuve que tomar todas las decisiones yo sola durante un mes y han sido muchas e importantes. Estar allí sin entrenador fue un factor importante desfavorable. El entrenador no solamente me podría haber ayudado con la preparación de las partidas, sino también me habría podido respaldar en las cosas pequeñas y las comunicaciones. A este respecto, la china tenía una gran ventaja. Había acudido con su entrenador, con un intérprete y con todo un grupo de asistentes.
Al comienzo aún quedaban algunas jugadoras ucranianas dentro de la competición, pero tuvieron que despedirse pronto. El comentarista ucranio Evgeny Miroshnichenko apoyó en lo que podía, pero eso no se puede comparar con el apoyo con el que contaba mi oponente. Con un entrenador a mi lado todo habría sido más fácil. Por ejemplo, durante las partidas de desempate, por citar solo un ejemplo. Teníamos cinco minutos de descanso entre partida y partida. Yo tuve que analizar mis errores por mi cuenta, mientras que el entrenador de mi adversaria podía decirle exactamente lo que había hecho mal y qué debería tener en cuenta para mejorar. No tuve la posibilidad de subir a mi habitación para llamar por teléfono a alguien que me pudiera asesorar. Creo que Tan Zhongyi ha dejado una impresión más relajada y tranquila durante la final que yo".
Kirsan Illyumzhinov y Anna Muzychuk en la ceremonia de clausura (Foto: Anastasya Karlovich)
Reproducción del artículo con el amable permiso de Chess-News.ru
Traducción desde el alemán al castellano: Nadja Wittmann (ChessBase)