Vlastimil Hort y Norbert Rauch colaboraron en la producción de este artículo.
Esta historia puede leerse como una continuación del artículo de Vlastimil Hort, en el que rememora su participación en la Olimpiada de 1970 en Siegen, donde enfrentó a Fischer. Esa partida fue aplazada, y cuando las tablas se acordaron posteriormente Hort invitó a Fischer a dar una exhibición de simultáneas. Un amigo de Hort, Norbert Rauch, presidente del club de ajedrez Caissa Münster, le había pedido este favor a Hort.
En esa época Fischer ya se había ganado la reputación de ser un enfant terrible. La Olimpiada en Siegen se llevó a cabo entre el 5 y el 27 de septiembre, y Fischer defendió el primer tablero de los Estados Unidos. Fue la primera y única vez en la que Fischer y Samuel Reshevsky, los dos jugadores más fuertes del equipo estadounidense —que no se llevaban del todo bien— representaron a su escuadra nacional en la misma Olimpiada.
La firma de Fischer quedó grabada en Münster, en un pedazo de papel y en más de una planilla
Siegen 1970 fue la última Olimpiada de Fischer. La Federación de Ajedrez de Estados Unidos trató de persuadirlo de que volviera a representar al país, pero no tuvo éxito debido a las exigencias financieras del oriundo de Chicago. En Siegen, Fischer perdió una famosa partida ante Spassky y concluyó el torneo con 10/13 puntos (77%), el segundo mejor resultado en la mesa uno detrás del soviético, quien sumó 9½/12 (79%).
Hoy en día, los puntos colectivos de cada equipo definen quién se lleva el oro en la Olimpiada, pero en Siegen los puntos individuales eran los que contaban y la Unión Soviética ganó con 27½, un punto por delante de Hungría y un punto y medio por delante de Yugoslavia. Los Estados Unidos se fueron decepcionados con su cuarto puesto: con Fischer en la primera mesa, llegaron a Siegen con los ojos puestos en el oro, pero derrotas ante Alemania Oriental en las preliminares y ante la Unión Soviética en las finales los dejaron mal parados.
Las simultáneas en Münster
Robert Fischer aceptó la invitación de Hort de dar una exhibición de simultáneas en Münster, una ciudad alemana situada en Renania del Norte-Westfalia que ahora cuenta con más de 300 mil habitantes según Wikipedia. La capital del distrito del mismo nombre es considerada el centro cultural de la región de Westfalia. Supuestamente a Fischer no le gustaban las simultáneas, pues creía que dañaban su juego. Sin embargo, a lo largo de su carrera participó en varias de estas exhibiciones, y para el Caissa Münster también "hizo una excepción".
Fischer no sólo aceptó jugar, sino que lo hizo por una tarifa más baja de lo normal. Él solía pedir 400 dólares americanos por exhibición. Es cierto que hoy este monto parece ser ridículamente bajo, pero en ese entonces 400 dólares tenían un valor mucho mayor y los grandes maestros no podían exigir mucho. De hecho, si comparamos los requisitos de Fischer con los de sus colegas, el monto de 400 dólares —el cual exigía "por principio"— era más bien excesivo. De cualquier manera, para las simultáneas en Caissa Münster, Fischer se contentó con 250 dólares.
El recibo firmado por Fischer
Los historiadores sabían que Fischer había dado esta exhibición en Münster, pero no conocían los detalles. En el libro de John Donaldson, Bobby Fischer in Action: Simultaneous Exhibitions and Blitz Games, el autor especula sobre cuándo se llevó a cabo y se aproxima a la verdad al decir que debió haberse realizado entre el 26 y el 29 de septiembre. De hecho, el evento se realizó el 27 de septiembre de 1970, un domingo. Durante su investigación, Donaldson únicamente encontró la notación de la partida de Fischer contra Ferdinand Middendorf, la cual fue publicada un año más tarde, el 19 de marzo de 1971, en el Stuttgarter Zeitung. Pero Donaldson también encontró un artículo escrito por Günter Langhanke en la edición en línea del periódico Westfälische Nachrichten (el cual, desafortunadamente, ya no está disponible).
Langhanke recogió a Fischer de su hotel en Solingen a las 3 de la tarde y ambos tomaron el tren a Münster. Según Langhanke, los empleados del hotel se mostraron vacilantes al enterarse de que debían molestar a Fischer a esa hora. Aparentemente, el futuro campeón del mundo ya se había ganado algún tipo de reputación en el hotel...
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Bobby Fischer llegando a la exhibición en Caissa Münster
Fischer ya dentro de la sala de juego
Fischer permitió un máximo de 20 oponentes, sin embargo, no puso un límite a la fuerza que estos podían tener, por lo que esperaba que fueran ajedrecistas bastante buenos. Y tenía razón. Costaba 25 marcos alemanes enfrentar a Fischer, por tanto los pagos de los participantes aproximadamente cubrieron los costos de la exhibición.
Las simultáneas se jugaron en la sala de un restaurante en la estación central de Münster y atrajeron a una buena cantidad de periodistas y aficionados: unas cien personas trataron de seguir las partidas y ver a Fischer en acción. El estadounidense jugó alternativamente con blancas y negras, y a las 6 de la tarde comenzó su trabajo.
Los jugadores están listos
Siempre intenso
La exhibición
Bobby Fischer haciendo lo que sabe hacer
¡Todavía estaba permitido fumar! El oponente de Fischer es Ullrich Nehmert
Ferdinand Middendorf (der.) debe defenderse ante el sacrificio de caballo en e6
Fischer terminó las veinte partidas en tres horas, un periodo de tiempo más bien largo, pues era considerado uno de los jugadores más rápidos en simultáneas.
Sin embargo, el resultado de Fischer no fue particularmente bueno. Perdió contra Budt (Bünde), Langhanke (Caissa Münster), Lentze (Münster 32), el Dr. Poeschel (Münster 32) y empató con Nehmert. Firmó victorias en las restantes quince mesas.
Fischer firmó unas cuantas planillas, aunque no siempre con precisión.
Desde Münster Fischer se trasladó a Solingen, donde dio otra exhibición el 29 de septiembre. El organizador del evento fue Egon Evertz, empresario, músico, corredor de autos y patrocinador del club SG Solingen. Una vez más, Fischer tuvo dificultades con sus rivales y perdió cinco partidas: contra el Dr. Manfred Christoph, Ulrich Dresen, Karl-Heinz-Bachmann, Albert Nowak y Lothar Drehen. El Dr. Christian Clemens, H. Bergfeld y Helmut Merckel hicieron tablas. En Solingen, Fischer estuvo acompañado por el gran maestro Miguel Quinteros y recibió una alícuota de 400 dólares.
Un jugador en Solingen se quejó del comportamiento descortés de Fischer, pero la gente de Münster guardó un buen recuerdo del genio estadounidense. Fischer se mostró agradecido por la invitación y prometió: "Volveré. Todo de gran calidad".
Fischer firmando una planilla (izq.) y buscando la mejor jugada (der.)
Norbert Rauch, organizador de la exhibición en Münster, sacó fotografías durante el evento y guardó las planillas. Terminadas las simultáneas, colocó los documentos, que incluían unos cuantos autógrafos y un par de artículos de periódicos, en un archivador que guarda hasta el día de hoy, casi cincuenta años después.
Recientemente, Vlastimil Hort y Norbert Rauch se reencontraron en un torneo para seniors y compartieron recuerdos: "Oh, sí, ¿recuerdas las simultáneas con Bobby Fischer?" En ese momento Norbert Rauch, recordó que todavía está en su poder el archivador con los documentos de la exhibición. Gracias a Hort y a Rauch ¡ahora todos podemos disfrutar de estas joyas!
Las partidas de la exhibición
Traducción del inglés: Carlos Colodro