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Extrañamente, encontrar una foto del hombre que ideó uno de los sistemas de desempate más utilizados del planeta para el Ajedrez es difícil. Muy difícil. Razón por la que este artículo va sin imagen del hombre en cuestión. Bruno Buchholz nació en la ciudad de Magdeburgo, al noreste de Alemania, en la rivera del río Elba. Aparentemente se desconoce el año de su nacimiento y muchos concuerdan en que murió cerca del año 1958. El «Sistema Buchholz», nombrado en su honor y creado por él mismo, se utilizó por primera vez en el año 1932 en un torneo disputado en la localidad de Bitterfeld, 100 kilómetros al sur de Magdeburgo. Es probable que Mr. Buchholz haya estado presente ese día y no es insensato pensar que haya jugado el torneo. Una sola partida de ese certamen sobrevivió al tiempo. El protagonista es Sammi Fajarowicz, quien fue un jugador alemán relativamente famoso que participó de aquel torneo. Una variante del Gambito Budapest lleva su nombre: 1.d4 Nf6 2.c4 e5 3.dxe5 Ne4!? (Gambito Fajarowicz).
El sistema Buchholz tiene muchas variantes y se ha modificado a través del tiempo para intentar hacerlo más consistente. La idea básica es realmente sencilla e interesante a la vez: el puntaje de cada jugador equivale a la suma de las puntuaciones de sus rivales. Por ejemplo; digamos que el jugador A (5 puntos) enfrentó a B (8), luego a C (6½) y finalmente a D (2). Concluimos que el Buchholz del jugador A equivale a 16½ puntos. Así de simple. De hecho, este sistema tiene sus complicaciones y sus sutilezas, pero cada vez que iniciamos un torneo y determinamos el sistema de desempate el Buchholz es la primera sugerencia de los jugadores, tanto del maestro como del principiante.
Es realmente extraño que un hombre con tamaña influencia en el desarrollo de las reglas del ajedrez esté prácticamente ausente de la Internet. No hay biografía. No hay fotos. No hay partidas. Pero de alguna manera Bruno Buchholz está presente en casi todos los torneos del planeta, los más fuertes y los menos. Este espacio constituye un ínfimo reconocimiento a este buen hombre.
En este artículo vas a conocer una más de las complejas e intrincadas cuestiones del reglamento FIDE: el sistema de desempate cuando existen partidas no jugadas.
La sección F del Anexo 3 en el Inciso C.05 del Handbook FIDE explica que desde el 1 de julio del año 2012 deja de aplicarse el método por el cual una partida no jugada se considera tablas contra uno mismo y el jugador en cuestión suma a su Buchholz su propia puntuación. ¿Complejo? Atájate.
Vamos por parte. Supongamos que tu rival no apareció en la tercera ronda del suizo de tu vida y de esa manera ganás un punto sin jugar la partida, pero al finalizar la última ronda (la séptima) terminás empatado en el primer lugar con otro person que también suma 6 puntos. Desempatan por la puntuación Buchholz. El reglamento indica que tu partida por la tercera fue tablas contra vos mismo y de esta manera en vez de sumar 6 a tu Buchholz total solo sumás 5½. De igual manera terminás medio punto por encima del ajedrecista que empató contigo por la primera posición pero que a diferencia tuya jugó todas sus partidas y las ganó sobre el tablero. Este sistema ya no corre. Atenti, no corre la idea de que jugaste contra vos mismo pero; la partida no jugada siempre se considera tablas a efectos de la puntuación Buchholz.
Desde hace tres años rige solamente el sistema del jugador virtual (por lo menos es lo que dice en el Handbook: «the following system only applies»). Cómo es esto? Volvamos a tu partida por la tercera del suizo de tu vida. Tu rival no apareció y en esa ronda tenías 2 puntos, producto de tus exquisitas victorias en las primeras rondas. La nueva regla demanda que tu partida se considere como disputada ante un jugador virtual con tu misma cantidad de puntos pero que hizo tablas en todas las rondas restantes. Así, la puntuación que se suma a tu Buchholz total al final del torneo equivale a solo 4 puntos (2 unidades que tenía el jugador virtual antes de la tercera + 0 puntos porque perdió contigo en esa ronda + ½ punto por cada ronda restante). El otro person campeón y vos a casita con el segundo premio bajo el brazo.
¿Cuál de estos dos sistemas es más justo? Ninguno. Ambos tienen sus pros y contras y a la vez ambos intentar impartir justicia. El problema y la complejidad se acrecientan cuando en el ejemplo anterior agregamos terceros al caldo. Supongamos que en la segunda ronda de ese suizo te haya tocado enfrentar a un flojo que había ganado su primera partida porque su rival no apareció. Él terminó el torneo con 2 puntos pero a tu Buchholz se le suma solamente 1½. "¿Por qué?", te preguntás. Porque su victoria por la primera ronda se considera tablas frente a un jugador virtual. Qué tiene que ver contigo? Aquí empiezan las continuas quejas de muchos ajedrecistas.
Un caso similar ocurrió unos días atrás en el III IRT Clasificatorio al Mayor de la Federación Paraguaya de Ajedrez. Este suizo a 7 rondas garantiza dos plazas para participar del Torneo Mayor 2015 y 50 ajedrecistas peleaban por ellas. Al terminar la tercera ronda el torneo tenía un solo puntero con 3 unidades y ocho escoltas con 2½. Este único puntero pidió al árbitro no ser pareado para la cuarta (desconozco los motivos) y así se hizo. Al no ser pareado, el puntero se enfrenta a un jugador virtual que tiene su misma cantidad de puntos (3) y pierde esa partida por incomparecencia. Su rival virtual suma ese punto y además media unidad por cada ronda restante. Total? 5½ puntos. Este score es agregado al Buchholz total del único puntero cuando en verdad solo uno de los jugadores posibles a los que debería haber enfrentado por la mencionada cuarta ronda alcanzó ese puntaje final, los demás en el mejor caso llegaron a 4½.
EEste único puntero de la tercera terminó consagrándose campeón del torneo con el mismo puntaje que otros dos jugadores pero con mejor desempate por el sistema Buchholz. Más aún, a uno de estos dos jugadores se le restó medio punto del Buchholz porque un rival suyo (a quien ganó) había ganado una partida por incomparecencia.
Bien, terminaron las explicaciones. ¿Qué pensás sobre el sistema? Esta es la pregunta que le hice al abogado Osvaldo Bergonzi (1990), quien tiene casi 30 años jugando torneos, representó a Paraguay en dos Olimpiadas y fue Capitán del Equipo Olímpico 2004 en Calviá de Mallorca (España). Bergonzi es uno de los jugadores afectados por el sistema en el torneo descripto más arriba. «El sistema Buchholz Total Corregido [jugador virtual] es tremendamente injusto e introduce el azar y la falta de proyección del resultado al jugador que no puede saber cuántos puntos se le están descontando, sobretodo en torneos cortos. Ya escribió sobre esto el GM Korneev quien calificó al sistema de ‘Buchholz idiota’.»
Oleg Korneev
Por otro lado está la voz de un hombre que también tiene décadas en el ruedo, fue Presidente de la Federación Paraguaya de Ajedrez, Campeón Nacional y Árbitro Internacional, el Ingeniero Julio Ingolotti. «Yo pienso que ningún sistema de desempate es del todo justo. Los sistemas de desempate se adoptan por razones prácticas, para hacer más breve un torneo y a veces por cuestiones económicas. Una vez adoptados, simplemente deben ser cumplidos.»
La WFM Gabriela Vargas (2129), quien vive los torneos tanto como organizadora, árbitro y jugadora considera que «el sistema de desempate más justo es el siguiente: resultado particular -válido si todos los involucrados jugaron entre sí-, Buchholz progresivo y mayor número de victorias. De esta manera, al pedir descansar una ronda, se perjudica el jugador que lo hace y [el sistema] premia a los que sí jugaron todas las partidas.»
«Un jugador que no juega una ronda, tiene una partida menos y hace el mismo puntaje que otros que jugaron una partida más -lo cual es una ventaja incuestionable- debe tener mejor desempate contra quienes jugaron todas las partidas», concluye Ingolotti.
Personalmente considero que la situación es propicia para el debate y la mejor comprensión del sistema que nos afecta. Al existir varios sistemas uno puede gustar de uno más que de otro, pero a la postre debe saber que todos tienen un fuerte fundamento y esencialmente todos intentan ser justos. Creo además que mientras la FIDE proponga al «jugador virtual» como único (ONLY) método para tratar las partidas no jugadas, pues debemos ceñirnos a esa disposición hasta tanto haya algo diferente.
El reclamo de Bergonzi es justo. Debo decirlo. El torneo se ciñó por las reglas de FIDE y se aplicó el reglamento. También es verdadero. La lógica me guía a una sola dirección pero no puedo aceptarla. Quizás este mismo dilema se les presentó a los espectadores del «Turco» de Kempelen.