Conversando con Andrzej Filipowicz, una institución del ajedrez polaco (I)

por Uvencio Blanco Hernández
13/05/2023 – Los árbitros FIDE más famosos con los que trabajé fueron Geurt Gijssen de Alemania, Ashot Vardapetyan de Armenia y Panagiotis Nikolopoulos de Grecia; en cuanto a organizadores respeto mucho a Alexander Bakh de Rusia, Juergen Grastat y Stefan Koth de Alemania y Patrick Gonneau de Francia. Hoy, 13 de mayo, es un día especial en la vida de Andrzerj, porque alcanza los 85 años de edad. La primera parte de la entrevista por Dr. Uvencio Blanco. | Foto: ChessBase India

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Andrzerj Filipowicz es uno de las personalidades más interesantes del mundo del ajedrez de las últimas seis décadas. Ha sido jugador, árbitro, organizador, dirigente, redactor y escritor de ajedrez; además, de licenciado en ingeniería civil especializado en estructuras acero; área en la que ha ejercido la docencia por más de 25 años. Tuve la oportunidad y honor de conocerle hace unos 30 años y siempre le hemos visto muy activo en su rol de dirigente y organizador de alto nivel; siempre comprometido y en defensa del ajedrez polaco y su tradición. Dotado de una fuerte personalidad, clara inteligencia, convicciones bien definidas y contando con un curioso sentido del humor, es un amigo y alguien en quién confiar.

Hoy, 13 de mayo, es un día especial en la vida de Andrzerj, porque alcanza los 85 años de edad. Día perfecto para disfrutar de las viejas canciones francesas interpretadas por Edith Piaf y Charles Aznavour y, de canciones polacas de estilo antiguo. Y, ¿por qué no?, acompañadas de un buen champán francés, que tanto le gusta. Hasta él nuestras felicitaciones y las de nuestros lectores de ChessBase. ¡Salud, maestro!

Uvencio Blanco Hernández: Estimado Sr. Filipowicz, Usted ha declarado que entre sus aficiones se encuentra la historia de Polonia y la historia del ajedrez polaco; entonces, comencemos por hablar sobre estos temas. En una oportunidad Isaac Asimov afirmó que “No solo los vivos son asesinados en la guerra”. Habiendo nacido en Varsovia, de muy niño a Usted le tocó vivir la invasión de las tropas hitlerianas. ¿Qué recuerda de ese tiempo?

Andrzerj Filipowicz: Nací en Varsovia (1938). Al año siguiente empezó la guerra y la ocupación alemana (1939-1945); el peor periodo de mi vida. Los alemanes mataron a más de seis millones de ciudadanos polacos y destruyeron totalmente muchas ciudades y pueblos polacos. La nación polaca intentaba luchar y estalló el Levantamiento de Varsovia (del 1 de agosto al 3 de octubre de 1944). Entonces yo tenía unos seis años. Después de 63 días de lucha, cuando el levantamiento se derrumbó, más de doscientas mil personas fueron asesinadas, a veces hasta cuarenta mil diariamente en alguna parte de Varsovia. ¡Difícil de creer! En este periodo de tiempo una bomba destruyó la casa en la que yo vivía, pero afortunadamente junto con mi abuela y mi hermano pequeño, nos quedamos bajo tierra en el otro edificio. Todos los habitantes de la capital polaca fueron obligados a abandonar Varsovia el 2 o 3 de octubre de 1944 y afortunadamente junto con mi abuela tuvimos la suerte de ser transportados con la ayuda de familiares a un pequeño pueblo a unos 100 km de Varsovia, cerca de la ciudad Piotrków-Trybunalski. Vivimos no muy lejos de la ciudad para ver el final de la guerra en un pueblo cercano. Cuando llegaron los alemanes tuvimos que escondernos en el bosque. Cuando volvíamos, ellos también volvían, así que tuvimos que volver al bosque, pero no recuerdo mucho de este periodo.  Sólo unos cien polacos (a los que llamábamos "robinsones") se quedaron en Varsovia (octubre de 1944-enero de 1945) en sótanos y áticos. Vieron como los alemanes empezaron a robar en todas las casas (llevándoselo todo) de Varsovia y más tarde vieron como una rama especial alemana destruía casa tras casa.

Estando en un ambiente donde la libertad y la vida estaban secuestradas por la bota invasora, ¿cómo hicieron tus padres, Zygmunt y Aniela, para que los Filipowicz sobrevivieran?

El día que estalló el Alzamiento, mis padres estaban en otro barrio de la ciudad y no podían contactar conmigo ni con mi hermano. En octubre de 1944 los llevaron al campo, pero afortunadamente tres meses después nos encontraron en el pueblo. En enero de 1945, cuando los soldados soviéticos llegaron para vaciar Varsovia. En ese momento empezó la ocupación rusa que duró hasta el año 1989 (el peor periodo fue en 1945 hasta 1953, cuando murió Stalin). En febrero de 1945 mis padres volvieron a la Varsovia completamente destruida (más, digamos, que la actual Alepo en Siria) para encontrar algún lugar donde vivir. Cuando por fin lo consiguieron, en mayo de 1945, volvieron al pueblo para llevarnos a Varsovia a mí, a mi hermano y a nuestra abuela. En septiembre fui a la escuela. Así empezó todo...

Durante siglos Polonia ha sido una nación acosada por guerras; ellas aceleran procesos históricos. Tenemos la percepción de que el polaco es un pueblo muy unido y solidario con terceros; por ejemplo, el actual apoyo a Ucrania. ¿Qué opinas al respecto?

Polonia es un gran país y tiene una nación muy inteligente. Junto con Lituania teníamos un gran territorio desde el mar Báltico hasta el mar Negro en los siglos XVI-XVII. Por desgracia, durante muchos siglos nuestro país ha sido atacado por Alemania y Rusia (Unión Soviética). Por lo tanto, sabemos muy bien lo que significa la guerra, lo importante que es tener un ejército muy fuerte y apoyamos a Ucrania, por supuesto.

En el ajedrez Polonia llegó a ser potencia mundial; sus resultados en olimpiadas y torneos de renombre así lo avalan. Según su opinión ¿cuáles han sido sus mejores representantes ante el tablero?

Antes de la II Guerra Mundial, Polonia era una de las tres potencias ajedrecísticas: EEUU, Hungría y Polonia. Ganamos la medalla de oro de la Olimpiada en Hamburgo 1930, medallas de plata en Praga 1931 y Buenos Aires 1939 y tres medallas de bronce. Me sentí orgulloso de jugar e hice dos tablas con el miembro de nuestro equipo de oro Kazimierz Makarczyk. Más tarde, cuando era vicepresidente de la Federación Polaca de Ajedrez, tuve el honor de entregar en Buenos Aires (1978) la medalla de los 50 años de la Federación Polaca de Ajedrez a Paulin Frydman, también miembro del equipo de oro. Sin embargo, el mejor jugador polaco de la historia fue Akiba Rubinstein. La mayoría de los mejores ajedrecistas polacos fueron asesinados por Alemania durante la guerra u obligados a vivir fuera del país. Así que en el año 1945 empezamos con el ajedrez desde el principio.

¿Qué recuerdos tiene Usted de sus primeros años de ajedrecista?

Al principio de mi infancia tuve la oportunidad de jugar en competiciones por equipos, visitar muchas ciudades polacas, conocer a todos los mejores ajedrecistas polacos (entonces Bogan Sliwa y Kazimierz Plater eran los líderes) y ver su nivel de juego e intentar ser mejor. Durante la época de estudiante jugué en el primer o segundo tablero de Polonia en el Campeonato Mundial Estudiantil por Equipos; he conocido y jugado con muchos ajedrecistas de primera fila mundial, entre ellos Boris Spassky (más tarde mi buen amigo), Fridrik Olafsson, Ghitescu, Gheorghiu, Radulov, Cirić, Zinn, Hort, Tringov, Malich, Bilek, Zuckerman, Lombardy, Tabbane, etc., así como conocer a muchos otros. Tuve la posibilidad de visitar muchos países diferentes y entender cuántos idiomas hay que saber para hablar con todos sus representantes de ajedrez. A la edad de 21 años participé en la primera final del Campeonato Polaco de Ajedrez; más tarde participé en 18 finales de estos torneos.

Como jugador, Usted formó parte del equipo olímpico en varias ocasiones. Háblenos de estas experiencias.

Tuve el gran placer de participar en 26 Olimpiadas entre los años 1960-2018. Jugué en el equipo polaco 6 veces (1960-1972), 10 veces fui capitán del equipo polaco, una vez seleccionador y muchas veces visitante o invitado de las Olimpiadas. Conocí, hablé y analicé partidas con trece de diecisiete Campeones del Mundo, desde Botvinnik hasta Ding Liren. Muy interesante. Igualmente te comento que el partido más importante en el que participé fue el Polonia - Unión Soviética 2-2, en la final de la Olimpiada de Tel-Aviv 1964. Cuatro empates después de una lucha muy larga: Botvinnik - Sliwa, Bednarski - Petrosjan, Keres - Filipowicz y Balcerowski - Spassky.

¿Quiénes son las figuras más importantes del mundo del ajedrez con las que Usted compartió tablero?

Tuve el placer de jugar contra tres campeones del mundo: Spassky (perdí), Smyslov (perdí) y Tal (tablas). Gané partidas contra Hort, Kavalek, Uhlmann, Tolush y todos los mejores jugadores polacos e hice tablas contra Keres, Matanović, Gheorghiu, Olafsson, Torre, Flohr, etc.

Estando en un ambiente de alta cultura ajedrecística ¿cómo logró compartir su pasión por el juego con el de dirigente?

Siempre he estado a tiempo completo; en todo momento estaba muy ocupado. En la Universidad Politécnica de Varsovia (Politechnika Warszawska), trabajando en el Departamento de Estructuras de Acero, intentaba realizar todas las actividades requeridas por el profesor de la Universidad, es decir, conferencias, participación en el consejo de la facultad, reuniones con el rector de la Universidad Politécnica y, a cambio, me daban la oportunidad de jugar en torneos.

Posteriormente ¿por qué se decidió por el arbitraje y la organización de torneos?

Cuando me eligieron vicepresidente de la Federación Polaca de Ajedrez (mi deber eran todos los asuntos deportivos de los ajedrecistas polacos) tuve la oportunidad de conocer a muchos jugadores de primera fila durante las Olimpiadas y los Congresos de la FIDE, así que me resultó fácil invitar a buenos jugadores a Polonia y organizar torneos fuertes en Polanica Zdroj (A. Rubinstein) con la participación de Korchnoi, Topalov, Hort, Czerniak, Flohr, Mascarinas, De Firmian, Uhlmann, Ribli, Sax, Gulko, Velimirovic, Sosonko, Torre, Huebner, Gelfand, Smejkal, Vasiukov, Karpov, etc. Yo era el organizador y el árbitro principal al mismo tiempo. Conocía muy bien el ajedrez y las reglas de los torneos durante mi actividad de jugador y capitán, por lo que no tuve ningún problema para convertirme en árbitro internacional y dirigir diecisiete seminarios de árbitros en cinco países asiáticos y en seis países europeos.

También Usted ha tenido la oportunidad de trabajar con varios de los más importantes árbitros y organizadores de torneos FIDE. ¿Pudiera citarnos a algunos de los más relevantes en sus campos?

Los árbitros FIDE más famosos con los que trabajé fueron Geurt Gijssen, Ashot Vardapetyan y Panagiotis Nikolopoulos, pero en cuanto a organizadores respeto mucho a Alexander Bakh de Rusia, Juergen Grastat, Stefan Koth de Alemania y Patrick Gonneau de Francia.

Continuará…

Enlaces


Uvencio Blanco Hernández, Venezuela. Comisión Ajedrez y Educación FIDE. Escritor, Investigador, Conferencista, Árbitro Internacional, Organizador Internacional, Entrenador, Profesor de Ajedrez ECU y Lead School Instructor FIDE.