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Entre dichos compuestos, destacan los estimulantes. Se trata de fármacos que incrementan funciones importantes como la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria y la actividad cerebral.
En general, estas sustancias tienden a ser especificas en relación con su efecto sobre un sistema, órgano o tejido determinado; por ejemplo, algunos afectan solamente el corazón, los pulmones, el sistema nervioso central o el cerebro: precisamente el ambiente en el cual se desenvuelven los llamados “deportes de la mente” como el ajedrez, el shogui, el go y el bridge. También producen aumento de la actividad motora, consecuencia del que deriva su nombre.
En particular, ha sido reportado que las anfetaminas tienen la propiedad de aumentar la atención, provocar la sensación de alerta y eliminar la fatiga. Además, retrasan el sueño, tal y como son empleadas como tratamientos médicos contra la narcolepsia (enfermedad que hace que el paciente se duerma repetidamente durante el día). Ocurre que estos compuestos también ocasionan euforia y un sentido de bienestar que es el punto de partida de la adicción a los mismos.
Ya hemos afirmado que Adderall es la sustancia más conocida en los e-sports; igualmente está Ritalin, un compuesto similar a las anfetaminas; la cual comparte algunos de los efectos secundarios de las mismas. También está el Provigil, que se utiliza en otras patologías neuro-psiquiátricas.
Estas sustancias se utilizan como potenciadores cognitivos, los cuales facilitan la concentración de la atención por largos período de tiempo. En general, incrementan la motivación y les permiten superar el sueño. De esta manera son adecuados para para mejorar su eficiencia en el juego.
Los especialistas informan que cuando se toman medicamentos estimulantes sin prescripción médica, en dosis o por vías no recetadas, estas sustancias pueden aumentar la dopamina en el cerebro de manera rápida y altamente amplificada, tal como lo hace la mayoría de las demás drogas de abuso, trastornando la comunicación normal entre las células del cerebro, produciendo euforia e incrementando el riesgo de adicción.
Además, señalan que esta adicción a los estimulantes, debe ser tomada en cuenta por toda persona que los toma sin supervisión médica. Es más probable que la adicción ocurra porque los estimulantes, cuando se toman en dosis y por vías diferentes a las prescritas por el médico, inducen una elevación rápida de la dopamina en el cerebro.
Básicamente pueden generar dos grandes grupos de trastornos: los provocados por el consumo de la sustancia (trastorno por consumo), y los inducidos por la propia sustancia (intoxicación y abstinencia). Adicionalmente es pertinente señalar que, si se suspende su uso después de haberlos consumido regularmente, pueden surgir síntomas propios del síndrome de abstinencia tales como fatiga, depresión y patrones de sueño interrumpido.
En el caso de un jugador profesional de deportes electrónicos y tomando en cuenta que su práctica diaria se caracteriza por las largas sesiones de entrenamiento, los viajes frecuentes, a menudo la tensión propia de las grandes competiciones y sabiendo de la corta edad de la mayoría de sus ejecutantes, quizás se pudiera entender algunos de los motivos que llevan a algunos de estos jugadores a consumir este tipo de sustancias. Si a todo esto se le agregan la presión de los equipos, del público y de la misma prensa, pero, sobre todo, los importantes premios en metálico repartidos en los diferentes torneos; los cuales a lo largo de todo el año totalizan varios millones de euros, los motivos del dopaje aumentan, aunque obviamente en ningún momento están justificados.
La Coalición por la Integridad de los Deportes Electrónicos (ESIC, por sus siglas en inglés), es una entidad jurídica que nació en el año 2015. Es un ente de carácter privado a la que, en un principio, las distintas organizaciones del sector no estaban obligadas a unirse. Por ahora, la ESL, Dreamhack o Intel son algunas de las que sí se han adscrito a sus principios, a partir de 2017. Uno de sus focos de interés es el dopaje.
Aunque en su informe de abril de 2016 relativo a las amenazas para la integridad y ética de los deportes electrónicos, el dopaje se presentaba como un problema menor, y únicamente citaban a Friesen como caso conocido. A principios de 2017 la Coalición por la Integridad de los e-Sports (ESIC), anunció desde su portal web el nombramiento de su Comité Disciplinario, que auxiliará en la mejora del entorno competitiva de deportes electrónicos desde el punto de vista jurídico junto a un experto grupo de profesionales.
Sí. La ESIC sí tiene un listado de sustancias prohibidas entre las que se encuentra el propio Adderall, además de otras que están bajo vigilancia por si pudieran utilizarse de forma dopante. Pero la situación es que actualmente no se sabe si se están haciendo pruebas efectivas para detectar estos fármacos en las competiciones de entidades adscritas a la ESIC. "No tenemos constancia de que se esté realizando en ninguna parte del mundo, salvo de forma experimental en alguna ocasión”. En la organización afirman que ni siquiera en Corea y eso que la KeSPA (la Asociación de e-sports de Corea) están más avanzados en regulación.
Fuente: Blanco, U. (2019) “Dopaje deportivo, la guerra infinita”
