Triunfo ante la adversidad: Beliavsky y Mikhalchishin reflexionan tras la victoria de Ucrania en el Europeo por Equipos

por ChessBase
28/12/2025 – En el Campeonato Europeo por Equipos 2025, el equipo masculino de Ucrania ganó la medalla de oro y el femenino la de plata, un logro excepcional en circunstancias difíciles. En una entrevista, el capitán del equipo, Alexander Beliavsky, y el entrenador, Adrian Mikhalchishin, reflexionan sobre el papel del espíritu de equipo, el talento emergente y la resiliencia en uno de los éxitos más notables de la historia del ajedrez ucraniano. | Las fotos del texto fueron provistas por el equipo ucraniano.

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ChessBase: Los equipos ucranianos celebraron un doble triunfo en el Campeonato de Europa por Equipos de este año: los hombres ganaron el oro y las mujeres se llevaron la plata. ¿Qué significa un éxito así en estos tiempos?

Adrian Mikhalchishin: Fue una grata sorpresa para todos nosotros y, en cierto modo, fue inesperada. La historia que hay detrás es larga. Ucrania ha ganado dos Olimpiadas de Ajedrez en el siglo XXI bajo la dirección de un gran entrenador y capitán, el GM Vladimir Tukmakov, quien ya había liderado equipos juveniles soviéticos en la década de 1980.

Un momento trágico llegó en la Olimpiada de Bakú 2016: con nuestro nuevo capitán, procedente de la escuela de Leópolis, el GM Alex Sulypa, el equipo terminó segundo por desempates detrás de Estados Unidos, únicamente porque el GM alemán Matthias Bluebaum ganó en la última ronda una posición completamente perdida contra un rival débil.

El equipo femenino ganó la Olimpiada en 2022. En los Campeonatos de Europa por Equipos, sin embargo, los resultados habían sido modestos durante mucho tiempo. Las mujeres ganaron el oro por última vez en 1992, en Debrecen; los hombres fueron segundos ese mismo año. Las cosas cambiaron en Batumi en 2019, cuando un único movimiento desafortunado de Vasyl Ivanchuk costó el oro al equipo masculino. En 2021, en Eslovenia, Ucrania por fin volvió a conquistar el título.

La guerra que comenzó en 2022 lo alteró todo. El capitán Sulypa se marchó para entrenar a Polonia, muchos jugadores emigraron y se dieron cambios entre los directivos de la federación.

¿Cómo llegó usted a asumir de nuevo funciones de entrenador?

Adrian Mikhalchishin: La federación contactó con Alexander [Beliavsky], que había representado a Ucrania durante décadas, aunque había jugado para Eslovenia en los últimos 30 años. Analizamos la situación y sentimos que teníamos el deber de regresar en tiempos de guerra.

En 2023 resultó imposible reunir un equipo masculino, un golpe enorme para el ajedrez ucraniano. La Olimpiada de Budapest 2024 también salió mal. Recién en 2025 el vicepresidente Volodymyr Kovalchuk logró asegurar de nuevo una financiación adecuada. En agosto, Alexander me pidió que me uniera como entrenador del equipo. Para mí era una obligación moral: había representado a Ucrania como jugador desde 1969 y entrenado a numerosos equipos juveniles en los años ochenta.

Adrian Mikhalchishin y Alexander Beliavsky

La situación política en Georgia, donde se disputó el Campeonato de Europa por Equipos, añadió complicaciones. La GM Natalia Zhukova fue interrogada dos veces en la frontera; el GM Igor Glek estuvo retenido durante algunas horas. Solo la intervención de Akaki Iashvili, presidente de la Federación Georgiana, resolvió estos problemas.

Ustedes dos compartieron las tareas de entrenamiento del equipo masculino. ¿Cómo se repartieron el trabajo?

Alexander Beliavsky: Yo trabajé principalmente con Samunenkov, mientras que Adrian ayudó a Volokitin. Los demás —Ponomariov, Korobov y Kovalenko— tienen repertorios muy estables.

¿Cuál fue exactamente su función durante el torneo?

Alexander Beliavsky: Como capitán, presentaba la alineación de cada ronda, evaluaba las ofertas de tablas cuando era necesario y firmaba las actas de los encuentros con el árbitro.

Adrian Mikhalchishin: Alex también dirigía las reuniones clave del equipo cada noche. Analizábamos las partidas del día, estudiábamos a los equipos rivales y debatíamos las alineaciones para la ronda siguiente. Algunas decisiones eran difíciles: quién necesitaba descanso, quién tenía un marcador personal desfavorable. Pero nadie dijo nunca: «Ya tengo asegurada una medalla individual, no quiero seguir jugando».

¿Y qué tareas tenía Adrian?

Alexander Beliavsky: Adrian asistía a Volokitin y a cualquier otro jugador que necesitara ayuda.

Adrian Mikhalchishin: Mi tarea principal consistía en limitar la preparación de Volokitin: profundiza demasiado. ¡Sus análisis siempre llegan a 40 jugadas! También dirigía la caminata diaria de una hora del equipo, «recargando oxígeno», como aconsejaba Botvinnik. Estas caminatas y las comidas compartidas reforzaron la moral del equipo. Además, trabajé con Igor Kovalenko cuando fue necesario.

¿Qué criterios se utilizaron para formar el equipo? ¿Estaban disponibles todos los jugadores fuertes?

Alexander Beliavsky: Tras el resultado discreto en la Olimpiada de Budapest, queríamos energía nueva. La elección de Kovalenko y Samunenkov fue decisiva.

Una cuestión clave fue el primer tablero: Ivanchuk lo quería, pero a los 56 años la responsabilidad es demasiado grande en competiciones tan tensas. También nos preocupaba el nivel de algunos jugadores en torneos recientes: en el Gran Suizo de la FIDE en Samarcanda, Volokitin y Korobov anotaron por debajo del 50 %, y Ponomariov solo firmó empates.

Adrian Mikhalchishin: Perder a Kirill Shevchenko, que pasó a representar a Rumanía, fue un golpe durísimo. Por suerte, contamos con Ihor Samunenkov, entrenado por el GM Alex Chernin.

Ihor Samunenkov

Sin embargo, dos antiguos jugadores de primer nivel siguen negándose a jugar para la selección nacional. Esperábamos que Ponomariov neutralizara a los jugadores fuertes de otros equipos en el primer tablero, que Volokitin y Korobov sostuvieran el segundo, y confiábamos en Ihor e Igor para conseguir victorias. Ambos hemos entrenado equipos que ganaron medallas, así que conocíamos la importancia del espíritu de lucha.

¿Cómo explica el éxito de ambos equipos? ¿Cuáles fueron los encuentros clave?

Alexander Beliavsky: Como novenos cabezas de serie, no se nos consideraba aspirantes a las medallas. Pero las competiciones por equipos funcionan de otra manera: las tres victorias olímpicas de Armenia muestran hasta dónde puede llevar el espíritu de equipo a una escuadra. Nosotros teníamos ese espíritu.

El nivel de juego de Kovalenko y Samunenkov fue decisivo. Ganamos todos los encuentros contra equipos con mayor Elo, salvo la derrota ante Azerbaiyán en la penúltima ronda. Kovalenko carecía de práctica tras tres años en el ejército, así que organizamos un match de entrenamiento entre él y Samunenkov en Morshyn. Ayudó enormemente a ambos.

Igor Kovalenko

No teníamos expectativas, solo la intención de jugar buen ajedrez. Recordé el consejo del campeón del mundo Tigran Petrosian de nuestras sesiones de entrenamiento: «Relájate y disfruta. Así fue como me convertí en campeón del mundo».

Adrian Mikhalchishin: La partida clave del Campeonato Europeo por Equipos fue Bluebaum–Volokitin, en la que Andrei mostró un gran dinamismo. Por desgracia, después enfermó de anginas.

Kovalenko estuvo excepcionalmente seguro de sí mismo; antes de jugar contra Van Wely dijo: «Solo necesito superar la apertura. Sé qué hacer después». Y ganó de forma brillante. A lo largo del torneo solo tuvimos dos posiciones malas, lo que demuestra que jugamos mejor ajedrez que nuestros rivales.

La organización del evento fue excelente, aunque la comida podría haber sido mejor. El personal antitrampas resultó molesto: controlaron a nuestros jugadores de manera desproporcionada y solo aumentaron los costes para los organizadores.

¿Hay jugadores que merezcan una mención especial?

Adrian Mikhalchishin: Ponomariov sostuvo todo en el primer tablero: hizo tablas en todas sus partidas y en dos ocasiones dejó escapar victorias en posiciones completamente ganadas. Korobov pasó apuros durante buena parte del evento, pero neutralizó a Mickey Adams en una partida importante.

El equipo femenino sufrió porque tres campeonas olímpicas no jugaron en Batumi, pero la debutante Bozhena Piddubna destacó tras un comienzo difícil. El equipo merecía el oro —incluso vencieron a Polonia—, pero algunos empates desafortunados les dejaron con la plata.

Muchos jugadores del equipo tienen menos Elo que en otros momentos de su carrera y, aun así, parecen igual de fuertes. ¿Por qué?

Alexander Beliavsky: Salvo Samunenkov, nuestros jugadores se acercan a los 40; el Elo desciende ligeramente con la edad, pero siguen siendo extremadamente peligrosos.

Adrian Mikhalchishin: Los jugadores que ya han ganado grandes competiciones por equipos poseen una «memoria de ganador». Esa mentalidad lo cambia todo cuando juegan juntos. También explica por qué el muy talentoso equipo alemán siempre ha luchado por las medallas desde que ganó el oro en el Campeonato Europeo por Equipos de 2013.

¿Cómo es la vida ajedrecística en Ucrania durante estos difíciles días de guerra? ¿Cómo es posible organizar algo?

Alexander Beliavsky: El oeste de Ucrania es relativamente seguro. La mayoría de los eventos se celebran ahora allí, incluidos los últimos campeonatos nacionales.

Adrian Mikhalchishin: Los torneos internacionales de alto nivel han desaparecido porque los extranjeros temen viajar a Ucrania. Los patrocinadores apoyan en su lugar eventos juveniles y festivales locales como el Festival de Morshyn. El famoso club de grandes maestros de Leópolis, que en su día contaba con 23 grandes maestros, ahora solo puede organizar torneos ocasionales de blitz con cuatro o cinco participantes.

Sin embargo, una fundación importante planea publicar diez libros infantiles el próximo año y patrocinar una escuela en línea con entrenadores de primer nivel. Sorprendentemente, incluso hay eventos en Járkov y Dnipró, casi en la línea de guerra.

¿Se celebró el éxito en Ucrania? ¿Sigue teniendo el ajedrez un significado para la sociedad?

Alexander Beliavsky: Hay celebraciones previstas. El equipo se reunirá con dirigentes del Estado y los jugadores han sido propuestos para condecoraciones estatales.

Adrian Mikhalchishin: La atención mediática aumentó solo después de la quinta ronda, cuando ambos equipos estaban entre los líderes. Hubo recepciones en Járkov y Leópolis. Se esperan celebraciones de alto nivel en Kiev en diciembre. El ajedrez tiene una larga tradición en Ucrania: incluso en tiempos de guerra, un éxito así se considera un gran logro.

¿Muchos ajedrecistas han tenido que ir al frente? ¿Ha habido víctimas?

Alexander Beliavsky: Todo hombre de entre 18 y 60 años debe servir si es llamado. Kovalenko pasó tres años en el frente y recibió la medalla al coraje. No conocemos bajas entre grandes maestros, pero la comunidad ajedrecística en general ha sufrido pérdidas.

Adrian Mikhalchishin: Mi hijo está en el ejército. Algunos jugadores que salieron de Ucrania y no regresaron se encuentran en una situación moral difícil. Hasta la fecha, Rusia ha matado a entre 40 y 50 ajedrecistas ucranianos, incluidos entrenadores y juveniles. ¿Cómo pueden afirmar que el deporte está «al margen de la política» mientras bombardean nuestras ciudades?

¿Cómo afecta la guerra a su vida cotidiana?

Alexander Beliavsky: Las alertas aéreas marcan nuestra rutina, y los apagones nos recuerdan a diario la situación. Aun así, la gente acepta estas dificultades como el precio de la libertad.

Adrian Mikhalchishin: Vemos destrucción por todas partes. He visto misiles pasar sobre mi casa; los drones son lo peor. Ahora pasamos más de doce horas al día sin electricidad. A veces los niños tienen que estudiar a la luz de las velas.

La escuela de ajedrez de Leópolis

Viajar se ha vuelto extremadamente difícil: un trayecto que antes duraba seis horas ahora supera las 24.

¿Cuáles son sus esperanzas y deseos para el futuro?

Alexander Beliavsky: Esperamos que Rusia agote sus recursos en un plazo de seis a ocho meses y que Europa continúe apoyando a Ucrania.

Adrian Mikhalchishin: El hecho más triste es que Estados Unidos, Gran Bretaña y Rusia retiraron las armas nucleares de Ucrania en Budapest y luego no garantizaron la seguridad de nuestras fronteras. El apoyo de la ECU y de la FIDE a los jugadores ucranianos también ha disminuido.


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