ChessBase 17 - Mega package - Edition 2024
It is the program of choice for anyone who loves the game and wants to know more about it. Start your personal success story with ChessBase and enjoy the game even more.
Sergey Karjakin, ex niño prodigio y récord Guinness como GM más joven de la historia
¿Cuántos grandes maestros hay hoy en día?
Más de mil. El título ha perdido algo de su importancia. Alguna vez sugerí introducir un título adicional para jugadores con Elo superior a 2700 puntos, "súper grandes maestros", por ejemplo. De ellos hoy en día ya tenemos unos 50.
¿No ha tenido buena acogida su idea?
Los ajedrecistas reaccionaron de manera muy sensible. Decían: "Si él ya tiene mucho más de 2700 puntos, ¿qué mas le da?"
A los 12 años y 7 meses de edad, usted recibió el título de gran maestro y aparece así en el Libro de los Records Guinness. ¿Cómo fue?
Sergey Karjakin, gran maestro a los 12 años y 7 meses, el 20 de agosto de 2002
Logré la norma definitiva en Sudak 2002. Mandé una carta al comité de los Récord Guinness con todo el papeleo necesario. La respuesta fue que iban a estudiar el caso y me pidieron que tuviera paciencia. Poco después me llegó el certificado confirmando que había establecido un récord oficial.
Hasta la fecha nadie ha batido su récord, ¿verdad?
Sí, cierto. Carlsen tenía siete meses más que yo cuando recibió el título.
Medio año antes Ud. había entrado de manera espectacular como entrenador de Ruslan Ponomariov en el duelo por el título mundial. Si Ud. lo mira de manera objetiva ahora, ¿le pudo ayudar en aquel entonces?
Ponomariov me hizo responsable de las cuestiones de táctica y era su experto en la Defensa Francesa. Me esforcé muchísimo, pero me imagino que no le he servido de mucho. Cuando ganó Ponomariov me regalaron un ordenador portátil.
¿Uno nuevo?
No. Era el de Ponomariov, pero estaba en buen estado. Estaba en la gloria porque tal adquisición no me la podría haber permitido en aquel entonces. El ordenador me dio muy buenos servicios durante tres años más.
¿Hay niños de 12 años que se le ofrecen como entrenadores?
No, hasta ahora no. Pero si alguien me llamase no diría que no al instante. Jugaríamos algunas partidas de ajedrez relámpago y después tomaría la decisión. Ponomariov se fijó de mi cuando primero vencí a su entrenador y después a él.
Fabiano Caruana [retrato por Frits Agterdenbos, ChessVista]
En general hay que decir que el ajedrez se ha rejuvenecido mucho. Puede surgir un nuevo talento de la nada en cualquier momento. Por ejemplo, Fabiano Caruana, un italiano que se crió en EE.UU. Su padre es un fanático y me recuerda del padre de Gata Kamsky. La vida únicamente consiste en ajedrez. Caruana compite en todas partes. No sé cómo lo aguanta. Caruana suele jugar partidas valoradas casi cada segundo día del año. Unas 150 al año. Eso es un suicidio para la el cerebro.
Dicen que Ud. también juega muy a menudo.
¡Pero no tanto! Yo suelo jugar unas 80 partidas al año. También estoy interesado en otras cosas, por ejemplo voy al cine, juego al billar, a los bolos. Pero Caruana es de poco mundo. A los jugadores de ajedrez normalmente nos gusta charlar e intercambiar novedades una vez terminado un torneo. Él evita cualquier contacto, está muy ensimismado.
¿Pasa en silencio?
Más o menos, sí. Dice "hola" el primer día.
¿Y el último día dice adiós?
Exacto.
A nivel internacional, ¿Ud. se comunica en inglés con los demás?
Sí, no tengo problemas con el inglés; he tomado clases particulares durante un año.
¿Hay jugadores políglotas?
Ivanchuk. A parte de ruso y ucranio el hombre habla inglés, español, italiano y turco. Hace poco también ha intentado aprender chino. Me comentó que ha logrado aprender las letras chinas en un mes. Pero luego no ha podido practicar y ha empezado a olvidarse de algunas cosas.
¿Cuánto ha durado el período más largo en el que Ud. no ha pensado en el ajedrez?
Tres días. Fue en enero, después del torneo en Wijk aan Zee. Después he participado en una sesión de entrenamiento que ha terminado hoy.
Sergey Karjakin
¿O sea que de vacaciones, nada?
No, nunca las ha habido. En 2007 estaba algo saturado del ajedrez y mi padre y yo fuimos a la Crimea para pescar. No había ni ordenadores ni cobertura para el teléfono móvil. Unos días con la caña de pescar en el agua y largos paseos; eso me bastó para recuperarme.
¿Y la luna de miel? ¿Con el tablero debajo del brazo?
Me informaba de los torneos que estaban en marcha vía Internet y seguía las partidas más importantes.
Sergey Karjakin con Kateryna en Bilbao 2009
Su esposa es Kateryna Dolzhykova, maestra ucrania de ajedrez…
Ya no es mi esposa. Nos hemos separado. No lo quería anunciar a los cuatro vientos, pero tampoco es ningún secreto.
Kateryana Dolzhikova, la exesposa de Karjakin, en BilbaoKarjakin jugando al ajedrez con camiseta del Athlétic en San Mamés, el estadio de fútbol de Bilbao contra la selección del club (de fútbol) en 2009
¿Qué fue lo que rompió su matrimonio?
No teníamos buena sintonía. Somos muy diferentes; yo más bien soy una persona tranquila y ella es bastante explosiva. Diferente...
¿No se había dado cuenta antes?
Sí, claro. Habíamos sido novios durante dos años antes de casarnos. Luego llevamos año y medio de casados. Esperaba que se iba a adaptar, pero no ha funcionado.
Lo de los matrimonios de los ajedrecistas parece algo que raras veces suele funcionar bien. Se separaron también Ivanchuk y Galliamova, Shirov y Cmilyte…
Pero también hay otros ejemplos. El más conocido será el de Grischuk y Zhukova; ellos son felices. Y yo ahora también vuelvo a estar liado con una ajedrecista. Trabaja en la Federación Moscovita de Ajedrez y en la Universidad de Sociología, donde estudio el quinto año. Es allí donde nos conocimos.
Exiten matrimonios duraderos y felices entre ajedrecistas: Alexander Grischuk y Natalia Zhukova
Hace tres años ha cambiado de nacionalidad y se mudó a Rusia; ahora es ruso en lugar de ucranio. ¿Hay pocas perspectivas en Ucrania?
No encontré entrenador; no me apoyaron. Por la victoria en la olimpiada de 2004, la Federación me pagó 2.000 dólares brutos. - ¿Qué perspectiva?
¿Su madre también se mudó a Moscú?
Unas veces está aquí y otras en Simferopol.
Sergey Karjakin con su madre
Fueron sus padres los que descubrieron su talento, ¿verdad?
Fui yo mismo. El padre de Capablanca no sabía que su hijo jugaba al ajedrez porque el niño lo aprendió solo al observar partidas. Kasparov ayudó a sus padres con un problema complejo. En mi caso todo fue mucho más prosaico. Mientras estábamos cenando pusieron un anuncio publicitario en la tele y el eslogan era "Hasta un peón puede llegar a ser reina". Yo tenía cinco años y me llamó la atención. Mi padre sacó un tablero de ajedrez cubierto de polvo y poco tiempo después me inscribió en un cursillo. A la vez jugaba a las damas con mi abuela.
¿Cuántos años tenía?
Unos 90, y le encantaba el juego de damas. El ajedrez entonces lo solía jugar contra mí mismo. No lo he contado a nadie, pero cuando sufrí una derrota me eché a llorar. Eso es una locura, naturalmente.
¿Ha visto lágrimas en jugadores adultos alguna vez?
En un torneo en China, Ivanchuk perdió contra mí en una posición igualada. Simplemente perdió. Oí un grito repentino casi como si fuese de dolor y cuando lo miré vi que se echaba a llorar.
Vassily Ivanchuk, se alegra mucho si gana, pero también sufre mucho si pierde
¿Desde hace cuanto tiempo que no llora Ud.?
Seguramente desde hace 15 años.
¿No han llegado a ser amigos, Ponomariov u usted?
¿Por qué? Tenemos buena relación. A pesar de que le haya vencido en la última ronda en Taskent, en la clausura hemos charlado muy a gusto. Pero mi mejor amigo entre los ajedrecistas es Vugar Gashimov. Lamentablemente está enfermo, tiene epilepsia. Lo han operado varias veces en Alemania.
Vugar Gashimov, el mejor amigo de Karjakin entre los ajedrecistas de elite
Ud. tartamudea un poco. ¿Desde cuándo?
Cuando tenía 10 años me asusté. Prefiero no hablar de eso.
Hablemos de Carlsen entonces. Parece como si fuese autista.
¡No, en absoluto! Es un chico absolutamente normal. Lo único es que es un seguidor terrible del Real Madrid. Dicen que hasta ofrecería tablas en una partida con posición ganadora para poder seguir un partido del Real Madrid desde el comienzo. También juega al fútbol. Hay muchas fotos de él en la red jugando al fútbol con equipos de aficionados.
Sergey Karjakin (Ucrania-Rusia) y Magnus Carlsen (Noruega)
Una vez fuimos juntos a una bolera en Moscú. Jugamos toda la noche. A las seis de la madrugada de repente le entraron ganas de ir en metro. En la estación de metro de repente apareció un mogollón de gente y tenían pinta de agresivos. Nos asustamos y pensábamos que nos iban a robar. Pero resultó que únicamente habían reconocido a Carlsen y no nos dejaron marchar hasta que todos se hubieron sacado una foto con él.
Dicen que Carlsen trabaja con un superordenador que vale 50.000 euros.
Eso es cierto. Está configurado especialmente para él. Para describirlo en pocas palabras: son un montón de procesadores metidos en una caja. Sirve para hacer análisis especialmente profundos. Calcula variantes únicas y analiza varios millones de movimientos.
¿Se extinguirá el ajedrez dentro de poco ante un progreso técnico tan tremendo?
Algún día los ordenadores podrán calcular cualquier cosa. Entonces simplemente ganará el que tenga la mejor memoria. Eso sí que será el final del juego entonces.
Sergey Karjakin
¿Qué tipo de ordenador tiene Ud.?
También uno exclusivo, pero solo ha costado 5.500 euros.
¿Alguna vez ha podido ver el ordenador de Carlsen?
No. Se habla mucho de su ordenador, pero Magnus no lo enseña a nadie. Lo tiene que comprender, no solamente la patrocina Noruega sino también todo el mundo occidental. La gente se ha fijado en su extraordinario talento e invierten en él. Ha trabajado con Kasparov. En el mundo del ajedrez existen estimaciones cuánto dinero habrá costado tener a Kasparov como entrenador.
¿Cuánto?
300.000 euros. Y eso para tener entre cinco y siete sesiones, algunas de ellas tan solo vía Skype. Para poder trabajar con Kasparov, hay que contar con un potente patrocinador. Sería utópico pagarlo del propio bolsillo. La colaboración entre Carlsen y Kasparov duró seis meses. Luego Magnus habría aprendido todo lo necesario y canceló la colaboración por su parte.
Kasparov y Carlsen en una sesión de entrenamiento que realizaron en Croacia en 2009
¿Es millonario Carlsen?
Desde hace mucho tiempo. En algunos torneos hay un sistema peculiar: aparte de los premios, los jugadores de elite reciben fijos por participar.
¿Y también Ud.?
Mucho menos que por Carlsen. Lo invitan a los programas de televisión más famosos para entrevistarlo y le presentan como genio. Da exhibiciones simultáneas contra políticos estadounidenses. Dentro de poco disputará un torneo de elite en Noruega con los ocho mejores jugadores del mundo. El ganador será 100.000 euros más rico después del torneo.
Carlsen y Kasparov en el telediario de la televisión noruega
Carlsen cuenta con el apoyo de varias empresas multinacionales y no hace falta que se preocupe de sus tareas. ¿Cómo es eso en su caso, Sr. Karjakin?
Mi amigo y representante, Kirill Sangalis hace medio año logró convencer a la empresa "Alpari" (Forex Trading) para ser mi patrocinador. Les gustaba la idea de recuperar la corona del ajedrez para Rusia. De momento solo es un contrato por un año, pero está claro que está pensado para perdurar durante varios ciclos por el campeonato del mundo. Es el primer patrocinador de ajedrez en Rusia. Es un patrocinador completamente voluntario y que no ejerce presión alguna sino da su apoyo.
¿Cuál es el punto fuerte de Carlsen?
No tiene espacios en blanco en su formación como ajedrecista. Tiene una capacidad de concentrarse que es fantástica. Muchas veces, si uno pierde la concentración por tan solo un segundo en una partida de siete horas, eso puede ser fatal. ¿Quiere un ejemplo?
Sí, claro, con gusto.
Los dos mejores grandes maestros de cuatro torneos del Grand Prix se han clasificado para el Torneo de Candidatos. En diciembre jugué en Taskent y a falta de las últimas dos rondas, yo iba en la primera posición. Poco antes de la partida contra Mamedyarov con negras de repente tuve problemas con el estómago. Fue uno de esos virus y nos pilló a varios. Durante la partida me puse tan mal que alrededor del movimiento 15 comencé a cometer errores y a seguir ideas erróneas. Luego me entró la ambición y se me volvió a despejar la cabeza. En las situaciones complicadas es cuando suelo encontrar los mejores recursos y consigo igualar. Tras cinco horas de lucha, sin embargo, perdí la concentración durante un instante y toda mi defensa se derrumbó por completo. Al día siguiente, tuve que batir a Ponomariov y mis perseguidores no pudieron ganar sus respectivas partidas para dejarme con la posibilidad de ganar el torneo.
Ruslan Ponomariov
¿Y volvió a estar Ud. en forma para la partida contra Ponomariov?
No del todo. Jugamos una partida extremadamente complicada que duró siete horas. Las partidas de los demás salieron de manera óptima desde mi punto de vista: Morozevich no ganó, Mamedyarov no pudo mantener las tablas contra Wang Hao. En el movimiento, antes del control del tiempo, Ponomariov se dejó un peón y poco después otro más. Alcancé una tremenda ventaja. De repente Ponomariov encontró una increíble maniobra que igual le podría servir para mantener las tablas. Al mismo tiempo yo estaba jugando de manera algo imprecisa. Miré la posición y reconocí la variante que conduciría al empate. Lo veo antes mis ojos: ¡se rompe un sueño! En lugar de ganador, terminaría en el quinto puesto. Pero Ponomariov siguió reflexionando. ¿Sabe Ud. lo que fue más importante para mi?
¿Qué?
Tenía que poner una cara de póker. En mi interior todo estaba revuelto y estaba de los nervios. Pero no podía enseñar nada. Tenía que disimular y desprender tranquilidad y convicción. Ponomariov estiró la mano hacia la dama que le podría haber brindado las tablas... ¡pero la colocó en la casilla errónea!
¿Ud. ha llevado el barco a un buen puerto entonces?
Sí. La partida duró 6 horas y 50 minutos y el momento en el que Ponomariov jugó la dama, fue el más dramático de mi carrera.
Kasparov solía correr 15 kilómetros por la arena todos los días para estar en forma para el duelo contra Karpov. ¿A cuántos kilómetros se apuntaría usted?
Antes también me encantaba ir a correr, pero hoy en día me gusta más caminar. Una vez hice una caminata con unos amigos míos y recorrimos 25 kilómetros en cuatro horas. Si uno no está en forma físicamente, es imposible aguantar siete horas seguidas ante el tablero. Me han comentado cuán difícil es para Kramnik. Es alto, y le empiezan a doler las articulaciones. ¡Fíjense por el contrario en la condición de Aronian, Carlsen y Leko! Siempre están en forma físicamente.
Si existiese un torneo para echar un pulso, ¿qué gran maestro de ajedrez ganaría?
Alexey Dreev. Se ha dedicado a ese deporte de manera profesional y es físicamente muy fuerte. Puede subir una silla cogiéndola por una pata de manera que la superficie del asiento permanezca en la horizontal.
¿Es difícil eso?
¡Inténtelo! Yo lo he probado, pero no lo conseguí.
¿No ha seguido la advertencia de Ruslana Pysanka (actriz ucrania)?
¡Ay! ¡Ya lo recuerdo! Tenía unos 14 años y coincidimos en algún acto oficial. Ella llevaba un vestido fantástico con un escote enorme. Me tomó de la mano y dijo: "Chiquillo, no solamente deberías jugar al ajedrez. Deberías a hacer deportes, al igual que yo". Después me enseñó algunos ejercicios, se puso toda recta, inhaló profundamente con su pecho exuberante. Casi me desmayé por timidez.
Es comprensible.
La verdad es que sí hago deporte. Juego al tenis todos los días durante dos horas y voy a nadar mucho. Por cierto, los psicólogos dicen que el tenis es más útil para los ajedrecistas que la natación.
¿Por qué?
Porque al nadar, uno puede seguir dándole vueltas a las variantes de partidas de ajedrez. En el tenis, sin embargo, hay que concentrarse en la pelota y así el cerebro puede descansar un poco del ajedrez. En Wijk aan Zee, la preparación física me ha servido de mucho. Por poco me pierdo una partida.
¿Se durmió Ud.?
No. Me estaba preparando pero estaba tan sumergido en mis reflexiones que me olvidé del reloj. Cuando miré la hora me di cuenta de que tenía que marcharme corriendo porque andando ya no lo llegaría a tiempo a la sala de juego. Eché a correr a toda velocidad por la calle congelada. Había otro ajedrecista a mi lado, también corriendo porque llegaba tarde.
¿Quién era?
Uno de los participantes del grupo B. Logré a duras penas llegar a tiempo al comienzo de la ronda y por suerte no perdí la partida por incomparecencia. En Wijk aan Zee los árbitros se toman muy en serio eso de estar sentados frente al tablero. En torneos menos prestigiosos son algo más laxos si llegas unos minutos tarde a la partida.