Órdago a la grande
Aunque la expresión grand slam se acuñó originariamente en 1933 como
préstamo del bridge (en el que se denomina así a ganar las 13 bazas de forma
consecutiva en una misma mano) para referirse al conjunto de torneos de tenis
más importantes a nivel mundial, pronto fue adoptada por otros deportes.
Ello pone de manifiesto la "meta-competición" existente entre los
organizadores de las pruebas deportivas por destacar entre las demás.
Y el ajedrez no ha sido ajeno a esas ambiciones, pues desde comienzos del
siglo XX se desarrollaron torneos de singular relevancia que alcanzaron varias
ediciones. No obstante no ha logrado hasta la fecha la planificación y
estabilización del calendario de competiciones. Las razones para ello pueden
considerarse repartidas entre jugadores, federaciones, organizadores y
patrocinadores.
En los últimos tiempos hay que reseñar el intento de la
FIDE para "federar" y fiscalizar a los
organizadores de torneos
internacionales. En un momento dado amenazó incluso
con organizar pruebas paralelas para hacerles una dura competencia en el caso de
los organizadores que no quisieran atenerse a las "razones" de la federación
internacional.
La ACP
(Association of Chess Professionals) puso en marcha en 2004 un sistema de
clasificación combinada de distintos torneos denominado con reminiscencias
ciclistas "ACP Tour", que va por su tercera temporada, aunque no parece que haya
logrado aún la relevancia mediática inicialmente pretendida.
Parece que ahora, cuando se vislumbra la reunificación del título de Campeón
del Mundo, cuando las competiciones internacionales oficiales (Campeonatos del
Mundo, Olimpiadas de Ajedrez, Copa del Mundo, etc.) tienden a estabilizarse, es
un momento idóneo para que se convierta en realidad la tan largamente ansiada
elaboración de un calendario estable de pruebas.
En principio, esa estabilidad y previsibilidad debería redundar en beneficio
de las carreras de los ajedrecistas, de las inversiones de los patrocinadores,
del trabajo de los organizadores, del espectáculo que vayan a ver los
aficionados. Por supuesto, también existen riesgos, que son los que implica todo
oligopolio, aunque la última palabra, siempre la tendrán los espectadores y
aficionados.
Hay algunas particularidades del sistema de grand slam previsto para
el ajedrez con respecto a los del tenis o el golf. Con objeto de aclararlas y de
presentarles esta novedosa iniciativa con toda su amplitud, les pasamos a
detallar a continuación las informaciones que han trascendido.
Hotel NH Palacio Oriol (Santurce / Santurtzi)
Es la primera vez en la historia del ajedrez que al margen de la Federación
Internacional de Ajedrez (FIDE), los torneos más importantes del mundo deciden
unir sus fuerzas en un proyecto común que sin duda constituirá una auténtica
revolución en el ajedrez de elite
La actividad y los planes de la CGSA condicionarán la propia gestión de la
FIDE, tanto en los calendarios de sus competiciones como en el carácter de los
mismos. Por encima de la oficialidad que otorga la FIDE a su competición, el
vencedor del Grand Slam de Ajedrez será de hecho, sin duda, considerado
como el mejor jugador mundial del año.
Los fundadores de la CGSA
Los acuerdos alcanzados en Bilbao son los primeros pasos de un camino que
terminará con la edición del I Torneo de Grand Slam de Ajedrez en el año
2008. Un camino sin duda complejo y difícil, pero para cuyo recorrido la
Asociación cuenta, además de con su enorme potencial organizativo, con un
colosal interés en llevar al ajedrez a la cúspide de la modernidad del deporte
profesional.
Los acuerdos alcanzados han sido posibles por la flexibilidad que todos los
organizadores demostraron para, manteniendo la personalidad de cada torneo,
fusionarse en un proyecto común que constituyen un hito en la historia del
ajedrez.
Desde Santurce al mundo, con ideas frescas
La CGSA hará gestiones durante 2007 para incorporar otras dos ciudades más a
la Asociación. Entre los posibles candidatos destacan por su importante peso
específico en el mundo del ajedrez: Moscú, Nueva York, y Dortmund.
La Asociación contratará, para la edición del grand slam de cada año,
a los cuatro primeros jugadores del ranking mundial, garantizándoles su
presencia en todos los torneos de la Asociación, con unas retribuciones mínimas
fijas que podrán incrementar con el rendimiento que obtengan en cada evento.
Como contrapartida, estos jugadores tendrán la obligación de participar, salvo
causa de fuerza mayor, en todos los torneos del grand slam. La selección
de los cuatro jugadores se hará promediando el Elo de las últimas cuatro listas
de la FIDE desde el mes julio, hacia atrás, del año previo al inicio del
grand slam.
Con el abra del puerto de Bilbao como testigo
Las ciudades que conforman la CGSA podrán mantener la estructura actual de
sus torneos. Únicamente se exigirá que el sistema sea de liga a una o dos
vueltas y tendrán plena libertad para invitar a participar a cuantos jugadores
quieran, con la única limitación de que el torneo sea de una categoría no
inferior al nivel XIX. Para mantener la competitividad hasta el final, se
establecerá un sistema en el que los primeros clasificados de cada torneo
obtengan una puntuación similar al circuito automovilístico de Fórmula I. El
jugador que al final del último torneo de cada edición obtenga mayor número de
puntos será el triunfador del grand slam y se adjudicará un premio
especial de una muy importante cuantía aún por de terminar.
La Asociación no excluye la posibilidad de que, si hay un interés suficiente
por parte de algún patrocinador, se pueda sustituir el sistema anterior por una
Final de Maestros del Grand Slam en el que participen los 6 u 8 mejores en el
conjunto de los distintos torneos.
La CGSA, a fin de garantizar la competitividad de los participantes, tomará
todas las medidas necesarias para evitar partidas que concluyan en tablas sin
que los jugadores hayan demostrado un grado de lucha suficiente.
Mirando al futuro
La Asociación hará especial incidencia en obtener las garantías jurídicas que
impidan que sus torneos puedan ser emitidos por Internet sin su consentimiento.
A tal efecto se contratarán los servicios profesionales de una firma
internacional de abogados especializada en Derecho e Internet. Acabar con la
actual situación de indefensión ante todo tipo de piratería es para la CGSA el
elemento básico para poder desarrollar una gestión publicitaria y de marketing
en el ajedrez, que sea acorde con las características de un deporte profesional
de máximo nivel. Asimismo, contarán con una imagen corporativa común que
refuerce su política comercial.
En consonancia con lo anterior, la CGSA hará de Internet el gran vehículo de
comunicación y seguimiento internacional de sus torneos. Para ello habrá una
página web conjunta de todos los torneos y las partidas principales se
retransmitirán por Internet utilizando los avances tecnológicos más modernos que
permitirán un seguimiento en directo de: imágenes con cámaras de video,
visualización de las partidas en tableros, comentarios y análisis de Grandes
Maestros con gráficos y animaciones, realización de entrevistas, etc.. El
objetivo de la Asociación es que los aficionados de todo el mundo puedan seguir
las partidas del Grand Slam por Internet con una calidad y amplitud de
contenidos equivalente a la retransmisión de un partido de fútbol por
televisión.
Hotel NH Palacio Oriol (Santurce / Santurtzi)
Durante el año 2007 la Chess Grand Slam Association va a comenzar a
hacer realidad su proyecto, creando diversas comisiones de trabajo para hacer
operativas las diferentes medidas y actuaciones programadas. En enero de 2008
dará comienzo el I Torneo del Grand Slam, que marcará la frontera entre el
pasado y el futuro del ajedrez de alta competición. Los miembros de la
Asociación señalan que todo ello será posible gracias a que “la unión hace la
fuerza”. El lema de la FIDE es “Gens una sumus”. En el frontispicio del ajedrez
de alta competición figuran desde ahora estas dos bonitas leyendas a partir de
las que debe buscarse la necesaria cooperación que haga que nuestro deporte
alcance las cotas de éxito que todos deseamos.