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Aunque no era la primera vez que expresaba sus reservas sobre los encuentros del Campeonato del Mundo, muchos no creían del todo que se llegaría a esto. Incluso Garry Kasparov expresó recientemente sus dudas al respecto.
[...] Si Magnus juega, y me cuesta creer que no lo haga, probablemente veremos un match más duro.
Sin embargo, en un podcast que se emitió el martes, Magnus Carlsen puso fin a las especulaciones de una vez por todas al explicar que ya se había reunido con la FIDE y había dado a conocer su decisión.
[...] He hablado con gente de mi equipo, he hablado con la FIDE, he hablado también con Ian. Y la conclusión es, sí, es muy simple, que no estoy motivado para jugar otro match. Simplemente siento que no tengo mucho que ganar, y aunque estoy seguro de que un match sería interesante por razones históricas y todo eso, no tengo ningún deseo de jugar y simplemente no jugaré el match.
Explicó que el estrés de los matches, más que el aburrimiento, como muchos han opinado, le ha pesado. Los numerosos libros sobre los matches anteriores ciertamente confirman este hecho. Los lectores recordarán las historias de hipnotizadores en el match Karpov-Korchnoi, las interminables batallas entre bastidores en el match de 1972 entre Fischer y Spassky, y el escándalo del "Toiletgate" entre Kramnik y Topalov en su match de reunificación en 2006, por nombrar sólo unos cuantos.
Pero los partidos en sí han sido por momentos interesantes, incluso entretenidos. El match más divertido probablemente fue el de 2018. Al menos ese fue el más interesante, y probablemente también el menos estresante para mí [...].
Magnus Carlsen se apresuró a asegurar que esto no era una repetición del incidente de Fischer hace casi 50 años. El noruego no va a defender su título, pero tampoco va a renunciar a él como hizo Bobby Fischer, y lo que es más importante, no se va a retirar del ajedrez, ni siquiera dará un paso al costado como jugador activo.
Para que no haya ninguna ambigüedad, no me estoy retirando del ajedrez, y voy a seguir siendo un jugador activo. Me voy hoy mismo a Croacia a jugar el Grand Chess Tour. Luego iré a Chennai para jugar la Olimpiada, que va a ser muy divertida [...] Obviamente, disfruto mucho más de estos torneos que del Campeonato del Mundo y, francamente, no me veo dejando de jugar al ajedrez a corto plazo.
En última instancia, esto significa que, según las normas de la FIDE, Ian Nepomniachtchi y Ding Liren se enfrentarán en el próximo combate por el título y el ganador se convertirá en el nuevo Campeón del Mundo.
¿Y qué pasa si el número uno del mundo y el campeón del mundo no son la misma persona? Esta situación no es única: incluso después de la derrota en el match de 2000 ante Vladimir Kramnik, quien ganó el título, Garry Kasparov siguió siendo el jugador que dominaba el ranking mundial en los años siguientes.
Pubilcado en la web oficial de la FIDE
Aunque Magnus Carlsen aún no se ha retirado oficialmente, ya que no se le ha enviado el contrato para el match y no se ha establecido formalmente una fecha límite, en la FIDE entendemos que su decisión es definitiva.
En vista de ello, el presidente de la FIDE, Arkady Dvorkovich, ha emitido la siguiente declaración:
Magnus Carlsen no merece más que el respeto de la FIDE, y de toda la comunidad ajedrecística, en cualquier decisión que tome respecto a su carrera. Sólo un puñado de personas en la historia puede entender y valorar el tremendo desgaste que supone jugar cinco matches por el título.
Muchos otros grandes campeones, en otros deportes, han experimentado algo similar: con el paso de los años, es más difícil encontrar la motivación para entrenar y competir al más alto nivel, mientras que la recompensa por la victoria nunca se siente tan grande como en la primera instancia.
Esperábamos que, tras un merecido descanso, Magnus lo viera de otra manera. Las leyendas del deporte como él siempre se esfuerzan por alcanzar metas y récords. Todavía es joven y posiblemente podría haber añadido más títulos clásicos a su ya destacada carrera. Seguramente intentará hacerlo en las modalidades de Rápidas y Blitz, de las que es partidario.
Desde que expresó públicamente sus dudas, la FIDE se ha mostrado abierta al diálogo y a considerar propuestas concretas para cambiar el formato del Campeonato del Mundo. Algunas de estas ideas se discutieron en mayo con Carlsen y otros jugadores de alto nivel, y en Madrid tuvimos una reunión en la que se discutieron todas las preocupaciones de forma abierta y detallada. Por desgracia, eso no le hizo cambiar de opinión.
Su decisión de no defender su título es, sin duda, una decepción para los aficionados y una mala noticia para el espectáculo. Deja un gran vacío. Pero el ajedrez es ahora más fuerte que nunca —en parte, gracias a Magnus— y el Match por el Campeonato del Mundo, una de las tradiciones más largas y respetadas del mundo del deporte, seguirá adelante.
