
Para ganar, primero debes aprender
La nueva versión 18 de ChessBase ofrece posibilidades completamente nuevas para el entrenamiento y el análisis de partidas: análisis del estilo de juego, búsqueda de temas estratégicos, acceso a 6.000 millones de partidas de Lichess, preparación del oponente tras una exploración de sus partidas en Lichess, descarga de partidas de Chess.com con API incorporada, motor de análisis en la nube y mucho más.
ChessBase 18 ha introducido una innovadora función denominada «Informe de Estilo», diseñada para proporcionar un análisis profundo y detallado del estilo de juego de los ajedrecistas. Esta herramienta va más allá de las estadísticas tradicionales, ofreciendo una comprensión integral de las características y tendencias que definen el enfoque de un jugador en el tablero.
Características principales
Para ganar, primero debes aprender
La nueva versión 18 de ChessBase ofrece posibilidades completamente nuevas para el entrenamiento y el análisis de partidas: análisis del estilo de juego, búsqueda de temas estratégicos, acceso a 6.000 millones de partidas de Lichess, preparación del oponente tras una exploración de sus partidas en Lichess, descarga de partidas de Chess.com con API incorporada, motor de análisis en la nube y mucho más.
Parámetros analizados
En las páginas siguientes, mostramos las evaluaciones que hace ChessBase 18 de seis campeones mundiales de ajedrez, emblemáticos por sus estilos: José Raúl Capablanca, Mijaíl Tal, Tigrán Petrosián, Bobby Fischer, Garri Kaspárov y Magnus Carlsen.
Como colofón, el GM Miguel Illescas comentará algunos puntos clave de esta nueva función comparando los estilos de estos grandes campeones.
En las siguientes líneas vamos a analizar los informes de estilo de los seis campeones mundiales, realizados por ChessBase 18, deteniéndonos en comparar aspectos del juego de los distintos campeones.
Lo primero que cabe señalar es el acierto a la hora de definir el estilo de cada uno de ellos: Tal era agresivo y asumía un notable riesgo, mientras que Petrosián hacía todo lo contrario, y el informe así lo refleja. Pero vamos a ir más allá de lo superficial y profundizar en los informes.
Puntuación
Al analizar el rendimiento de estos campeones se observa que todos ellos presentan cifras magníficas, con baremos por encima del 75%. Atención, que esto no significa que hicieran 7,5 puntos en 10 partidas. Este porcentaje solo compara al jugador con otros maestros de su época.
Llama la atención que Petrosián logra equipararse a sus colegas a pesar de sus numerosas tablas, pero es que el campeón armenio perdía muy pocas partidas. Destaca el alto porcentaje de éxito de Capablanca, con un 89%, aunque es lógico teniendo en cuenta que sus rivales eran bastante más asequibles que los que haya podido tener Carlsen, por ejemplo. Por encima de todos sobresale el 91% de Bobby Fischer, lo cual parece acorde con la gran superioridad que demostró el norteamericano respecto a sus colegas a principios de los años 70. Recordemos la lista Elo de enero de 1972: Fischer 2785, Spaski 2660, Petrosián 2645... Una diferencia de más de 100 puntos nunca vista entre el primero y el resto.
Master Class Vol.8 - Magnus Carlsen
Let our authors show you how Carlsen tailored his openings to be able to outplay his opponents strategically in the middlegame or to obtain an enduring advantage into the endgame.
Teoría
En este apartado sorprende ver que uno de los jugadores más teóricos fue Capablanca, quien afirmaba no estudiar nunca aperturas… Puede sorprender también que Mijaíl Tal fuera más teórico que Kaspárov, nunca lo hubiera dicho, recordando lo implacable que acostumbraba a ser la preparación de Garry.
No me sorprende que el jugador más teórico fuera Bobby Fischer, un fanático del estudio, quien se adentraba con gusto en largas líneas teóricas en la Española, con blancas, o en la Siciliana Najdorf o India de Rey, con negras. También me encaja que Carlsen haya sido el campeón menos teórico: el noruego trataba a menudo de sacar a sus rivales de su zona de confort, ensayando líneas secundarias para evitar los caminos más trillados.
Partidas decididas
En este apartado no hay grandes sorpresas, ya que es el que menos se presta a interpretaciones. Petrosián era el más «tablífero» y poca gente sabe que el agresivo Mijaíl Tal también firmaba bastantes tablas rápidas, especialmente al final de su carrera, como hizo conmigo en Sevilla 1992.
De nuevo, arriba de todo en la estadística aparece Bobby Fischer, que odiaba los empates acordados y luchaba las partidas hasta la última gota de sangre. Tampoco Capablanca era muy amigo de los empates rápidos. Por último, para los maestros modernos, como Kaspárov o Carlsen, es mucho más difícil evitar los empates, al enfrentarse a una oposición más cualificada.
Tenacidad
En este apartado sobresalen Fischer y Carlsen, además de Capablanca, lo cual no me sorprende, dado que jugaban partidas largas y eran grandes defensores.
Llama la atención la baja calificación en tenacidad de Petrosián. Entiendo algo mejor los casos de Tal o Kaspárov, quienes por su estilo de juego más explosivo no necesitaban ser tan tenaces. En todo caso, queda claro que para la IA la tenacidad debe ser uno de los aspectos más difíciles de cuantificar.
Agresividad y riesgo
Resulta difícil marcar una línea entre estos dos aspectos. Podría pensarse que a más agresividad, mayor riesgo está dispuesto a asumir el jugador. En este apartado hay jugadores con un estilo muy marcado, y el informe de ChessBase 18 lo interpreta a la perfección.
Es el caso de Tal y Petrosián, que presentan números totalmente opuestos. Pero, a pesar de la etiqueta de jugador agresivo que acompaña a Mijaíl Tal, son Fischer y Kaspárov quienes destacan en este apartado, con baremos muy por encima de sus colegas. En el otro extremo, Capablanca, el ya mencionado Petrosián y, por supuesto, Carlsen, jugadores con estilos opuestos a los tres primeros.
Juego posicional
Aquí estaríamos analizando la capacidad inversa: cuanto menos agresivo y menos riesgo, más juego posicional, aunque veremos que no siempre se cumple esta regla. Sí que es el caso, y de forma exagerada, con Petrosián, quien aventaja por mucho al resto de sus colegas. También puntúa alto Capablanca, lo cual encaja con lo que cabría esperar.
Sobre el resto, resulta sorprendente el bajo baremo de Carlsen, pues diría que el noruego es extraordinario en juego posicional, pero el informe no lo valora así. También me parece demasiado bajo el baremo de Fischer, a quien siempre he considerado un jugador muy completo. Mientras, sorprenden en sentido contrario los altos porcentajes de Kaspárov o Mijaíl Tal. Está claro que medir esta cualidad del juego posicional se presta mucho a interpretaciones.
Habilidades en el final
Llegamos al último apartado, en el que también encontraremos alguna sorpresa. Por ejemplo, que Kaspárov aparezca tan destacado. Sabemos que Garry era un jugador con una gran cultura ajedrecística y muy preciso en el cálculo —dos cualidades importantes en el manejo de los finales—, pero la abrumadora diferencia que presenta el informe respecto al resto de sus colegas me parece excesiva. Más predecible resulta la alta puntuación en este apartado de Carlsen o Capablanca.
Del resto, esperaba un baremo algo mayor para Petrosián, y resulta difícil relacionar el juego posicional con el juego en finales. Se diría que son estadísticas que miden talentos similares, pero el informe no lo ve así.
Master Class Vol.2: Mihail Tal
Tal, el mago de Riga, fue poco tiempo campeón mundial, pero su talento y creatividad lo mantuvieron durante mucho tiempo en primer plano en el mundo del ajedrez, idolatrado por los aficionados. Rogozenco, Marin, Reeh y Müller se lo presentan como nunca an
Valorando en conjunto los informes, se diría que Kaspárov presenta las estadísticas más equilibradas, al igual que Tal, si en su caso dejamos de lado la tenacidad. La roca Petrosián presenta el estilo más definido por la solidez de su juego, mientras que Capablanca puede presumir de ser muy completo, aceptando que en su estilo de juego apenas había espacio para el riesgo.
También es muy completa la ficha de Bobby Fischer, excelente en la mayoría de los baremos, salvo el juego posicional. Y, por último, el campeón más reciente, Magnus Carlsen, presenta unos porcentajes acordes a su estilo: tenaz, bueno en finales, bastante parecido a Capablanca en realidad, aunque yo creo que es bastante más agresivo de lo que el informe reconoce. Un tipo de agresividad sutil, moderna, que trata de minimizar los riesgos, pero buscando siempre la victoria y presionando a los rivales en partidas largas.
En cualquier caso, hemos comprobado que el informe de estilo es una herramienta muy interesante, que aporta valiosa información sobre un jugador y permite hacerse una idea rápida sobre su forma de jugar, sus tendencias y, a veces, sus puntos fuertes y débiles.