Nakamura, devastador; Hou, impresionante

Festival Tradewise 2015 en Gibraltar

El diario de Leontxo

LEONTXO GARCÍA. Gibraltar.

“Mi ídolo en ajedrez es Bobby Fischer. Sus partidas me fascinan. Pero si me preguntan por mis modelos de comportamiento fuera del ajedrez, cuando era niña me ofuscaban las celebridades. Ahora ya no. Lo que realmente valoro es aprender mucho de cualquier persona que encuentra la felicidad en pequeños detalles”. Esas frases no son de una ajedrecista anciana y retirada, sino de una chica de 20 años en la cúspide de la fama, acostumbrada a que la traten en todas partes como una estrella. Es algo extraordinario.

Aún hubo más palabras en la misma línea: “Casi todos mis colegas de la élite, tanto los grandes maestros chinos como los extranjeros, están centrados exclusivamente en el ajedrez. Yo quiero que mi vida sea más rica. Por eso estoy estudiando la carrera universitaria de Relaciones Internacionales. Ya he aprobado tres cursos, y me falta uno. El esfuerzo para conseguir eso probablemente ha lastrado algo mis resultados en ajedrez, pero no me importa. Quién sabe, tal vez algún día pueda combinar esa carrera con el ajedrez de alguna manera”. Quien dice eso no es una jugadora del montón, sino la campeona del mundo, y la única mujer –retirada Judit Polgar- entre los cien primeros del escalafón. Obviamente, hablamos de una persona superdotada, como viene demostrando desde niña, porque sólo con voluntad no se puede llegar tan lejos a la vez en dos ámbitos tan exigentes como el ajedrez de alta competición y la universidad.

¿Y qué opina una superdotada de otro superdotado? “La razón principal por la que Carlsen es el número uno es que encuentra ideas en cualquier posición de tablas, y eso hace que su adversario se sienta muy incómodo, porque tiene que seguir esforzándose a tope cuando pensaba que la partida había terminado”.

Ante una campeona tan comunicativa, no podía faltar la eterna pregunta sobre la diferencia de sexos en el ajedrez. Y la respuesta fue tan precisa como la defensa ante Svídler unas horas antes, de la que ahora hablaré. “Hay tres razones para explicar por qué, en general, los hombres son claramente más fuertes. El número de jugadoras es muy inferior, lo que obviamente reduce la probabilidad de estar en los primeros puestos. Además, el ajedrez moderno es cada vez más exigente en cuanto a la resistencia física, lo que en principio beneficia a los hombres. Y creo que las mujeres, en general, somos más emotivas, lo que puede ser un inconveniente a la hora de evaluar posiciones con absoluta frialdad y elegir tu jugada con objetividad”.

Sin llegar a la decisión extrema que tomaron las tres hermanas Polgar cuando eran niñas –no jugar en torneos femeninos, con muy pocas excepciones-, Yifán Hou está empezando a considerar algo parecido, sobre todo porque, debido a algún motivo poco explicado, la FIDE ha decidido que el Mundial femenino se dispute alternativamente en dos formatos distintos: por eliminatorias cortas los años pares, y en un duelo de la campeona contra la aspirante en los impares. Pero como la FIDE fue incapaz de encontrar un patrocinador en 2014, ese Mundial se jugará en marzo en Sochi, y la campeona no estará allí: “Tengo un compromiso firmado con un torneo en Hawai para esas fechas desde hace mucho, y no pienso romperlo”. Y tampoco está claro que pueda estar disponible para el duelo de fin de año, porque la falta de planificación y seriedad de la FIDE le causa problemas de calendario. Pero todo esto no parece preocuparla mucho: “Por supuesto que me gusta ser la campeona del mundo. Pero mi prioridad es subir mi Elo todo lo que pueda, para demostrar que estoy muy por encima de las demás y acercarme poco a poco a lo que consiguió Judit. Eso sí que sería un gran éxito”.

Yifán Hou logró eclipsar la impresionante actuación de Nakamura no sólo con esa charla nocturna, sino también con su durísima pelea frente a Svídler, quien tuvo varias posiciones ganadoras en teoría –eso dicen las máquinas-, pero muy difíciles de ganar en la práctica, bajo la presión del reloj y ante la resistencia numantina de su rival. Recomiendo al lector que analice despacio la milimétrica defensa de Yifan Hou en el final de torres, cuando ya llevaban casi seis horas de lucha, para arrancar un empate que borra las pocas dudas que alguien pudiera tener sobre su enorme potencial. Ciertamente, Judit ha dejado el listón altísimo, tanto en sus hazañas deportivas como en su gran calidad humana, pero empiezo a pensar que Yifán Hou puede estar a su altura en los dos ámbitos.

Ahora bien, si uno mira la clasificación debe quitarse el sombrero ante Nakamura, cuyos 7,5 puntos en ocho rondas ante rivales duros sólo están al alcance de los grandes fenómenos. Sin embargo, esa barbaridad de puntos no le garantiza aún el primer premio. Pero si no lo consigue será por algún accidente de los que nadie está libre. Si hablamos de quién ha demostrado ser el mejor en Gibraltar 2014, sin duda es Nakamura, sobre todo después de su inapelable victoria de ayer ante Yu.

Sería muy injusto terminar esta crónica sin destacar al paraguayo Axel Bachmann, quien ha asomado la cabeza arriba del todo en el momento preciso, a falta de tres rondas. Y pasó con nota muy alta su duelo con David Howell, que terminó en empate pero con ventaja de Bachmann en una posición técnicamente tablífera. Hoy juega con Nakamura, y seguro que no se lo pone fácil.

Las partidas disponibles para reproducir y descargar

Hasta 244 jugadores

Los resultados de la octava ronda en los primeros tableros

Programa del Festival Tradewise 2015 en Gibraltar

Fotos: Sophy Triay y John Saunders (sitio web oficial)
Información: sitio web oficial

Enlaces

• Sitio web oficial...