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En un torneo por sistema eliminatorio, los grandes maestros Fritz y Leo Listo se han clasificado para disputar entre ellos la final. Habrá diez partidas que determinarán al campeón.
Aunque el GM Leo Listo, ex entrenador de Fritz cuando era pequeño siempre suele comenzar las partidas con 1.e4, en esta ocasión procura meterle en apuros a Fritz al contarle algo alucinante.
Leo le advierte a Fritz que cada vez que le tocará jugar con las piezas blancas, lo cual ocurrirá en la segunda, octava y décima jornada del torneo, comenzará la partida con 1.e4, tal y como era lo habitual. Pero en alguno de esos días, le promete a Fritz abrir con 1.h4, y que ya le pillaría totalmente de sorpresa con eso a Fritz. Tras haber dicho eso, Leo da media vuelta y se marcha.
Fritz se queda pensando durante un instante para luego hacer movimientos negativos con la cabeza. Vaya con Leon. ¿Qué chorrada se le habrá ocurrido en esta ocasión? Pero al regresar a la habitación de su hotel, no se le quita de la cabeza lo que ha dicho entrenador. Al fin y al cabo, ha sido él que le ha enseñado todos los trucos durante los comienzos de su carrera.
Fritz no consigue conciliar el sueño. Saca la conclusión que ya sabrá con certeza cuándo Leo Listo va a jugar 1.h4! La solución que se le ha ocurrido a Fritz es la siguiente:
Desde luego, lo más probable es que Leo no jugará el movimiento sorpresa con el peón el último día del torneo. Es que no lo ha jugado en ningún otro día quedaría claro que lo jugará el último día, con lo cual ya no vendría como sorpresa.
Luego Fritz razona que tampoco será el octavo día, porque ya se había descartado el último día como probabilidad. O sea que, si el movimiento 1.h4 no ha sido jugado ni el día dos, ni cuatro ni seis, el movimiento tendría que ser jugado el día ocho. Pero como eso entonces tampoco vendría como sorpresa, no será aquel día.
Sigue por ese camino y va descartando los días seis, cuatro y dos.
Con la falta de sueño y tanto reflexionar Fritz ya se siente un poco cansado. Pero eso sí, podrá entrar en la sala de juego para presentarse a la primera ronda, ya sabiendo que ya Leo ya no le podrá dar sorpresa alguna en ningún caso.
Tras tres empates durante los primeros tres días, Fritz gana las partidas en las jornadas cuatro y cinco.
Pero al sexto día, Leo Listo le plantea el movimiento inicial 1.h4. Y sí, que es una sorpresa devastadora para Fritz. A continuación pierde todas las partidas contra Leo Listo y el viejo Leo se corona campeón.
Esto casi es más un cuento breve que un problema de ajedrez. Pero aún así merece la pena ser rumiado y encontrar una solución lógica para esta cadena de paradógicos. Recuerden que no es necesario que haya una solución inequívoca, a prueba de fuego.
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