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Este año hubo una novedad en la prueba: el “Ultimate Moves”. Se trataba de un torneo con equipos compuestos por un jugador de ajedrez estrella y un aficionados. Rex Sinquefield, cofundador del club de ajedrez, formó equipo con Garry Kasparov, Fabiano Caruana, Maxime Vachier-Lagrave y Yasser Sairewan.
El rival principal de Rex Sinquefiled, fue su propio hijo, Randy Sinquefield, y en su equipo contaba con Magnus Carlsen, Levon Aronian, Hikaru Nakamura y Veselin Topalov
La estructura del torneo era la siguiente: los dos aficionados comenzaban las partidas jugando 5 movimientos cada uno. A continuación cada uno de los grandes maestros integrantes del respectivo equipo jugaría 5 movimientos, dándose turnos hasta el final de la partida. El aspecto más particular era que los jugadores podían hablar y hacer comentarios. Se aprovechaban de ello con mucho gusto.
Topalov continuando el ataque de Randy contra Yasser Seirawan
La partida parecía bastante igualada tras los primeros 25 movimientos, cuando todos los jugadores habían realizado 5 jugadas, pero luego, la partida volvió a manos de los aficionados y cualquier cosa podría ocurrir.
Levon y Fabiano procurando hacer lo mejor de la posición con la que se vieron confrontados, creada por otras mentes
En un momento crítico parecía que las negras podrían aguantar, pero Rex puso en peligro a su dama. ¡La reacción de los grandes maestros fue una mezcla entre susto y risas!
Randy Sinquefield aprovechándose del error de su padre. Maurice Ashley no se puede creer lo que está viendo.
El equipo de Rex con caras de circunstancias
Con la dama de ventaja, Magnus Carlsen se sentó al tablero con una gran sonrisa en la cara, esperando a que se rindiese el equipo oponente. Cuando Yasser intentó rendirse en nombre de su equipo, Magnus no lo aceptó y dijo que únicamente aceptaría la rendición articulada por la boca de Kasparov.
La segunda partida comenzó y parecía un poco más técnica que la primera. Cuando Magnus y Garry se sentaron en el tablero, estaban realmente serios y se concentraban mucho en el cálculo de los movimientos. A continuación, cuando le tocó jugar a Levon Aronian contra Fabiano Caruana, volvieron a hacer comentarios graciosos. Levon le habló a Caruana, de como si le estuviese enseñando los movimientos básicos a un niño, pero discutiendo asuntos como ataques dobles y la estructura de peones.
En todo caso, cuando les volvió a tocar a los aficionados, se inventaron una nueva regla, el tiempo muerto. Únicamente los aficionados pueden solicitar tiempo puerto. Una vez presentado un final técnico, mientras le tocaba a Randy, pidió un tiempo muerto de 60 segundos para comentar sus planes con el resto del equipo.
Randy Sinquefield recibiendo algunas pistas muy útiles
El equipo de Rex también aprovechó para comentar su estrategia
El final se prolongó durante varios movimientos, con todos los grandes maestros, procurando tomarse el pelo unos a otros. La partida dio muchas vueltas raras y durante la mayor parte del tiempo el equipo de Randy nuevamente tenía las posiciones más prometedoras. Hasta hubo un escandaloso tiempo muerto cuando le tocaba jugar a Fabiano con el cual no se mostó muy contento especialmente cuando su equipo le "recomendó" jugar un determinado movimiento que iba a haber jugado en todo caso. Después de terminar con los tiempos muertos disponibles, los aficionados procuban memorizar cómo se puede llegar a una posición con triple repetición de jugadas.
La segunda parte del acontecimiento fue un duelo de dos contra dos de partidas de ajedrez relámpago con los aficionados y grandes maestros dándose turnos. Garry Kasparov estaba tan concentrado durante esas rondas para ayudarle a Rex y su equipo a alzarse con la victoria, que entró en algo como un trance victorioso, venciendo tanto a Magnus como a Levon.
Garry y Rex parecían imparables en las partidas de ajedrez relámpago
Pero cuando le tocó a Hikaru Nakamura, Garry y Rex primero parecían invencibles de nuevo, pero luego de alguna manera perdieron por un asuntillo técnico. Rex coronó su peón y pulsó en el reloj antes de reemplazarlo por la dama. Hubo una discusión entre los jugadores y consultaron el manual de la FIDE. Finalmente la decisión se tomó a favor del equipo de Randy.
¡Las reglas son las reglas, Rex!
La recta final fue un duelo entre Rex y Randy, sumamente interesante y entretenido. La partida solo se decidió en los últimos segundos, haciéndose con la victoria Randy.
Fue un final rabiso y épico y un día fantástico y dramático de ajedrez. Me quedé muy impresionada al ver que los jugadores aficionados pueden competir con los grandes maestros durante tanto tiempo.
¡Fue otro elemento fantástico de la Copa Sinquefield y espero que se repita el año que viene!
Texto y fotos: Sabrina Chevannes
Traducción: Nadja Wittmann (ChessBase)