03/09/2016 – "Los ajedrecistas con problemas de próstata o diarrea lo tienen crudo. La gran preocupación, rayana a veces en la obsesión, por evitar trampas con ayuda de computadoras ha generado una nueva norma en la XLII Olimpiada, que comenzó ayer en Bakú (Azerbaiyán) con 2.500 participantes de 180 países: los jugadores deben avisar al árbitro cada vez que vayan al retrete. Pero algunos jueces fueron más papistas que el papa al aplicarla, con el lío consiguiente", comenta Leontxo García en su
artículo en El País...