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El apretón de manos al comienzo de la partida más importante entre los dos hombres más importantes del tablero no estaba forzado, ni artificial, ni a medias, ni a medio gas, tal y como como suele ocurrir a menudo en los torneos de ajedrez de elite. En lugar de ello, fue un apretón de manos genuino, honesto y serio entre Carlsen y Caruana antes de su fatídica partida que decidiría el torneo.
El apretón de mano entre Carlsen y Caruana | Foto: Gregor Poniewasz
En este apretón de manos entre los dos mejores ajedrecistas del mundo según el escalafón FIDE y los únicos con valoraciones Elo de más de 2800 puntos, se podía ver el respeto mutuo de dos jugadores que se conocen muy bien desde hace muchos años y las ganas de jugar al ajedrez en la nueva modalidad de Ajedrez960.
Este momento expresó lo que Magnus Carlsen también comentó en la clausura, tras haber ganado el torneo: "Este formato es un sueño hecho realidad para mí, significa mucho para mí. Fue el primero torneo de este tipo."
Carlsen comentó que ya había hablado con muchas personas sobre la posibilidad de organizar un torneo de este tipo, en la modalidad de Ajedrez960, pero el primero en hacerlo realidad ha sido Jan Henric Buettner. Comentó: "¡Venga! ¡Sí, hagámoslo!" Carlsen agregó que le gustaba mucho este entusiasmo.
Miss Angola contemplando el tablero de los finalistas
Magnus Carlsen y Fabiano comenzando la partida | Foto: Gregor Poniewasz
La planilla de Carlsens | Foto: Gregor Poniewasz
La sala de juego | Foto: Gregor Poniewasz
La alegría y el entusiasmo por este revolucionario torneo se desprendían por la sala de juego, que estab aamueblada casi a la perfección, en el "granero" de la propiedad de lujo Weissenhaus, en las orillas del Mar Báltico, no muy lejos de Lübeck.
El ambiente en la sala de juego era muy digno, con asientos cómodos para los jugadores, sin corrientes de aire, con alfombras que absorbían el sonido y una iluminación agradable. Fue un torneo extraordinariamente "valiente" que sin duda habría hecho brillar los ojos del propulsor y homónimo de la modalidad del ajedrez aleatorio, Bobby Fischer. Todo respiraba respeto por la idea de la leyenda de liberar al ajedrez clásico de la dictadura de la memorización. Fischer fue previsor, porque en la época del primer Torneo de Ajedrez Aleatorio Fischer, en 1996, casi no existía la preparación con el ordenador y los programas informáticos de ajedrez, que hoy en día tiene mucha influencia en los éxitos de los jugadores.
Péter Lékó fue invitado a Weißenhaus como comentarista, en homenaje a su victoria en el primer Torneo Aleatorio Fischer. Los entretenidos comentarios en directo con vídeo a cargo de Peter Leko, Tania Sachdev y Niclas Huschenbeth tuvieron casi 10.000 espectadores incluso los viernes por la tarde, una cifra muy buena para este inusual formato ajedrecístico y la hora del día.
Y la felicidad del organizador Jan Henric Buettner se le notaba: "No lo podríamos haber hecho mejor", abrió su discurso al comienzo de la última jornada de juego, visiblemente orgulloso pero también agitado, refiriéndose a la pareja ganadora Carlsen/Caruana.
Organizador y creador Jan Henric Buettner y la presentadora, Fiona Steil-Antoni | Foto: Gregor Poniewasz
Jan Henric Buettner con su esposa Holly y Miss Angola | Foto: Gregor Poniewasz
Tras la victoria de Carlsen, casi se podían ver llamas de fuego por la alegría que le daba que el "G.O.A.T." había triunfado. Ya antes de la propia ceremonia de la entrega de premios, anunció sus próximas ideas, al más puro estilo de empresario. El torneo se volverá a disputar en Weissenhaus dentro de un año, prometió, y le bullían las posibilidades, como los paralelismos con la Fórmula 1 y un enfoque de Grand Slam con varios torneos a lo largo del año en distintos continentes y una bolsa de premios de un millón de dólares, esta vez 200.000. Comentó que le gustaría invitar a Hikaru Nakamura, que había cancelado debido a otro torneo - de hecho, esto completaría la ronda de jugadores muy diferentes pero todos sobresalientes, la media aritmética de la valoración aritmética de Elo de 2763 Weissenhaus, es decir con los cuatro mejores jugadores del mundo.
Los verdaderos protagonistas, los jugadores, también han disfrutado visiblemente este torneo. Únicamente Ding Liren se resintió visiblemente de su mala racha. "Estoy seguro de que los jugadores disfrutaron tanto como yo", opinó Carlsen, y un ordenado Alireza Firouzja confirmó: "Esto es cuestión de creatividad y talento, el formato es realmente bueno".
Hasta para los representantes de los medios de comunicación ha sido un torneo extraordinariamente agradable. Hay pocas ocasiones cuando la prensa puede experimentar semejante proximidad a los jugadores. El equipo de Buettner, en torno la gerencia del Ressort de Weissenhaus, Natalie y Frank Nagel, había restringido radicalmente el número de entradas al recinto, por lo que los representantes de los medios de comunicación pudieron a veces seguir la acción a sólo dos metros de los jugadores en el tablero durante las pocas horas del último día del torneo.
Esta atmósfera íntima también aportó paz y tranquilidad pero a pocos metros de los jugadores, ellos con el pulso de atleta, y altamente concentrados.
Los propios jugadores no permanecían completamente inmóviles. Gukesh y Firouzja movían incesantemente los pies por debajo la mesa, desde el principio. Y a mitad de la partida Aronian -que había bostezado cuando se sorteó la posición- casi bailaba con el cuerpo en su asiento. Hacia el final de las partidas, hasta los Caruana y Carlsen, movían las piernas, nerviosos. Casi todos los jugadores pasaban pro la sala, mirando los demás tableros. Aronian fue el jugador más "veterano". Se puso un té con toda tranquilidad y se comía manzanas. Keymer y Firouzja también permanecieron más tiempo en los tableros , pero llamó la atención que Carlsen también se paseara unas cuantas veces, pero nunca miró un tablero más de 5 segundos. Si estaba aburrido, si no le importaba, si no podía deducir nada tan rápidamente de todos modos o si simplemente había penetrado en cada posición en 5 segundos como sólo él puede, sólo el mejor ajedrecista del mundo lo sabe.
Lo más fascinante era que los jugadores, tras haber vislumbrado la posición aleatoria para la próxim apartida, se reunieron con los demás jugadores que iban a jugar con el mismo color de piezas durante un rato para compartir sus ideas relacionadas con la posición recién sorteada. En la retransmisión del vídeo en directo se podía ver y escuchar esa acción. Sentados en unos regios sillones de cuero, comentaron la posición antes de sentarse frente a los tableros para jugar la partida. Algunos jugadores preferían concentrarse a solas. Carlsen parecía visiblemente pensativo pero no tenso ante la posición desconocida.
Firouzja comentó después del torneo que había utilizado 7 de los 10 minutos permitidos antes de la partida para calmarse y sólo 3 minutos para ocuparse de la posición. Durante la partida, la mayoría de los jugadores parecían estar a su aire. Como de costumbre, Carlsen hizo girar entre los dedos las piezas que había caputurado de su rival. Muchos jugadores mostraron los típicos gestos de concentración con la cabeza y las manos.
Las posturas de los pensadores | Foto: Gregor Poniewasz
Al final se notó hasta qué punto el ambiente digno y agradable del recinto había influido de manera positiva en los jugadores.
Hace pocos unos años, los torneos clásicos en salas con tubos de neón, brillantemente iluminadas y amuebladas de manera espartana y a continuación había ruedas de prensa forzadas durante las cuales se les notaba a los jugadores que casi sufrían físicamente al ser interrogados tras la partida. Es lógico que las declaraciones en aquellas sesiones más bien solían ser escuetos y poco inspiradas. En Weissenhaus en cambio, eso era otra cosa. En la clausura Magnus Carlsen incluso dio un discurso para dar las gracias. Vincent Keymer habló en voz alta con Caruana y otros de los detalles posicionales después de la partida. Carlsen e incluso el perdedor Caruana se tomaron su tiempo para ordenar las piezas en el tablero. Entonces se pusieron a analizar y comenzaban a hablar en voz baja durante su diálgo,a pesar de que ya se habían acabado todas las demás partidas. Esto también me parecía un indicio del ambiente de calma y concentración que se respiraba en la zona de juego. Se evitaron los susurros de los visitantes, así como los pitidos silenciosos de las cámaras cuando se activaban. El ambiente relajado también se percibía en el comportamiento de los jugadores. Aunque había tentempiés en las cabinas de descanso particulares de los jugadores, chocolatinas, uvas, plántanos, manzanas, refrescos- permanecieron prácticamente intactos al final de la jornada.
Eso sí, Magnus Carlsen volvió a su cabina a por otra botella de agua y se bebió un litro durante la partida, aunque no parecía estar sudando. En general parecía muy relajado y a gusto. Su novia y su padre entraron en la sala después de la partida, pero tras el honor en el escenario y una breve entrevista dijo que ahora estaba cansado y que ya no tenía ganas de mucha acción por la noche.
Este acontecimiento ajedrecístico también fue de un nivel superior en términos de apariencia, más comparable a los clásicos eventos de celebridades. Todos los jugadores habían sido equipados con chaquetas de terciopelo de diferentes colores por el diseñador de moda de Hamburgo Frank Rudolf, que parecían mucho más elegantes in situ que en las retransmisiones de vídeo, e incluso compitieron con camisas blancas, una elegancia inusual incluso en los círculos ajedrecísticos de alto nivel.
Firouzja, Keymer, Ding y Abdusattorov | Foto: Gregor Poniewasz
Y por eso no importaba que el joven y alegre Firouzja hubiera completado el atuendo con unos pantalones de traje demasiado grandes y un gemelo colocado al revés. O que a todos los jugadores se les permitiera llevar calzado informal, aunque las zapatillas de Ding Liren con el diseño de Super Alarm o las de Alireza, parecidas a las de un extraterrestre, que chirriaban increíblemente a cada paso, dieran un toque moderno a la elegancia.
Desfile de zapatillas | Foto: Gregor Poniewasz
Vincent Keymer llevaba traje, el estadounidense Caruana vestía de sus habituales vaqueros correctos.
En ocasiones, las partidas fueron extremadamente emocionante. Lékó, Sachdev y Huschenbeth subrayaron acertadamente una y otra vez lo demostraron en sus comentarios y mostraron con la ayuda de secuencias de jugadas.
El hecho de que los conservadores del ajedrez desataran una oleada de críticas a este formato de Ajedrez960 supuestamente "poco ajedrecista", inmediatamente después de este torneo, que atrajo mucha atención mediática
Acudieron los streamer de ajedrez, por ejemplo, el britanico Lawrence Trent y el hamburgués Georgios Souleidis. Paseaban por la sala de jeugo con caras interesadas y satisfechas, al igual que el organizador del torneo, el gran maestro Sebastian Siebrecht.
Carlsen, que esencialmente había cancelado su participación en el último Campeonato del Mundo por falta de interés en el miserable atiborramiento de aperturas, era el cerebro conceptual de la organización del torneo y Buettner le había dado vía libre. Estaba radiante tras el torneo y dijo literalmente que se habría alegrado mucho de este acontecimiento de Ajedrez960 incluso si no le hubiera ido tan bien.
Foto de familia con todos los jugadores | Foto: Gregor Poniewasz
El campeón del torneo y G.O.A.T, Magnus Carlen
A los críticos que pretenden afirmar que Fischer Random volverá a desaparecer pronto en el olvido, hay que decirles que en febrero de 2024 se colocó la primera piedra del tablero de ajedrez en la tranquila localidad de Weissenhaus, a orillas del Mar Báltico alemán, sobre la que se podría construir mucho en términos de torneos.
Weissenhaus Privat Resort (Alemania)
Cabe destacar que este lugar emblemático ya había aclanzado relevancia mundial previamente. Fue la sede de la cumbre de los ministros de Asuntos Exteriores del G7 que igualmente se reunieron en Weissenhaus en 2022. ¡Por tanto, no se debería subestimar el "efecto faro" del Weissenhaus Freestyle Chess G.O.A.T. Challenge!
Traducción al castellano y edición: Nadja Wittmann (ChessBase)
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