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Jueves, 22 de abril de 2010
Cinco países, 2.000 kilómetros, más de un millón de millón de baches, un inesperado ferri y la trilogía del "Señor de los Anillos". Un reportaje sobre un viaje loco por Europa. Un compañero del equipo de Anand nos lo cuenta.
Meses de escrupulosa preparación para el duelo por el Campeonato del Mundo en Sofía por parte de Anand y su equipo se vieron afectados por la erupción de un volcán en Islandia, situado por debajo del Eyjafjalla, un de los glaciares menores de la isla ubicada en el Atlántico del Norte. Decenas de miles de viajeros se quedaron atrapados en los aeropuertos de Europa. Uno de ellos fue Viswanathan Anand, que había viajado con su esposa y representante, Aruna, desde Madrid a Francfort el jueves, 15 de abril. Tenían previsto continuar su viaje a Sofía el viernes, 16 de abril, junto con tres acompañantes más. Dos entrenadores se iban a acercar desde otros aeropuertos de Europa hacia la capital de Bulgaria para incorporarse al equipo el viernes.
El aeropuerto de Francfort, uno de los más grandes de Europa [foto de
Wikipedia]
El jueves, 15 de abril, Hans-Walter Schmitt y otro ayudante del equipo de Anand, llegaron a Sofía en avión para preparar la llegada del equipo de Anand el viernes. El plan estaba bien pensado. Pero luego, el viernes llegó la mala noticia que una nube de ceniza había llegado hasta el aeropuerto de Francfort y el aeropuerto fue cerrado a las 09:00 horas de la mañana. Esto significaba que el vuelo LH3484, con destino Sofía, que iba a despegar a las 10:05 horas tuvo que ser cancelado, al igual que cientos vuelos más. No se sabía muy bien, cuánto tiempo iba a estar cerrado el aeropuerto y por eso, Aruna Anand y el equipo decidieron cambiar la reserva al vuelo LH3488, que estaba previsto para las 19:45 horas de la tarde.
El equipaje de Anand fue facturado directamente a Sofía. Pero como no estaba claro tampoco si el vuelo de la tarde llegaría a salir, Aruna pensó que lo mejor sería recuperar el equipaje que había llegado desde Madrid, para tener todo bajo control en el caso de que el vuelo de la tarde también fuese cancelado. Mantenía el contacto con Lufthansa, cuyos empleados se mostraron muy cooperativos y recogió el equipaje por su propia cuenta el viernes por la tarde. Hay que destacar que no es cosa fácil, localizar cuatro piezas de equipaje en un aeropuerto tan grande como Francfort, especialmente si hay problemas generales con los vuelos. Normalmente, las líneas aéreas solo permiten recuperar una maleta si, por ejemplo, contiene un medicamento muy importante que el pasajero necesite urgentemente.
El aeropuerto en una foto normal de día [Foto: Sven Teschke, Büdingen]
Una vez solucionado este problema, pronto estaba claro que el vuelo de la tarde a Sofía tampoco iba a salir dado que el aeropuerto de Francfort se iba a cerrar hasta las dos de la mañana del sábado. Volvieron a cambiar las reservas para los vuelos y a pesar de la larga lista de espera, Anand y su equipo fueron aceptados y hasta recibieron las tarjetas de embarque para el primer vuelo el sábado, 17 de abril a las 10:05 horas con LH3484. Sin embargo, cuando estaba claro que la situación en todos los aeropuertos se estaba poniendo cada vez más crítica, Aruna Anand y su equipo comenzaron a pensar alternativas. Hicieron planes de ir a Viena, porque era uno de los aeropuertos que todavía no se habían cerrado, para intentar tomar un vuelo desde allí. Sin embargo, el aeropuerto de Viena también fue cerrado el viernes por la tarde.
Aruna comenzó a estudiar los horarios de los trenes con detalle, pero pronto quedó claro que todo estaba reservado y que era imposible conseguir un billete. El equipo de Anand también tenía que tener en cuenta que el viaje por tierra también albergaba el problema que no todos los países de tránsito iban a aceptar que pasasen al ser indios y no tener un visado para ello. La ruta más corta era vía Serbia, pero para ello Anand y su esposa necesitarían un visado, y era imposible conseguirlo a tan corto plazo.
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Hubo algunas ofertas muy generosas por parte de los seguidores de Anand que querían ayudar al Campeón del Mundo y a su equipo para acercarse a Sofía lo más rápido posible. Wolfgang Grenke, uno de los principales patrocinadores del Chess Classic y patrocinador del equipo de la Bundesliga Alemana, Baden-Baden, también equipo de Anand, le ofreció utilizar su avión particular. Sin embargo, las autoridades alemanas no les dieron permiso para realizar el vuelo, dado que el espacio aéreo de Alemania nuevamente estaba completamente cerrado. Hasta la canciller alemana Angela Merkel tuvo que viajar por tierra al regresar desde San Francisco el viernes y no pudo entrar en el espacio aéreo de Alemania.
El coche Mercedes Sprinter que finalmente sirvió de medio de transporte para el Campeón del Mundo y su equipo
El sábado, tras la nueva cancelación de todos los vuelos desde Francfort y los demás aeropuertos de Alemania, incluyendo los vuelos a Sofía, quedaba claro que solo había una última posibilidad de acercarse a Sofía: en coche. Pero la mayoría de las empresas de alquiler de coches, taxis y otros transportes VIP no tenían ni coches ni personal disponible, para ir todo el camino hasta Bulgaria. Finalmente, tras muchas horas de gestión, el equipo de Anand logró encontrar un servicio de transporte VIP a cargo de la empresa Taxi Lagerberg, con sede en Amstelveen (Holanda). Se pusieron en contacto con los dos mejores chóferes, Paul Oostheim y Peer Reintjes, rogándoles que terminasen su turno inmediatamente, para estar en condiciones de conducir hasta Bad Soden el Domingo. Son 500 kilómetros desde Amstelveen, es decir unas cinco horas de viaje.
Bad Soden el domingo por la mañana: el equipaje está guardado en el maletero del Mercedes Sprinter
Mientras tanto, dos entrenadores más de Anand llegaron a Bad Soden el sábado muy tarde. Originalmente tenían previsto viajar a Sofía en avión, pero como todos los aeropuertos quedaron cerrados, tuvieron que acercarse a Bad Soden para incorporarse a la delegación. Para ello, tuvieron que viajar más de doce horas en tren el sábado, desde varios países distintos. De alguna manera lo lograron y no les quedaba otro remedio.
El domingo por la mañana, a las 11:00 horas, el Mercedes Sprinter, equipado con todo tipo de facilidades, por ejemplo, una nevera, dos pantallas de televisión y un reproductor de DVDs, llegó a Bad Soden y tras ir a buscar al equipo en el hotel, el viaje comenzó a las 11:28 horas. Los chóferes habían preparado la ruta para el domingo. Iban a cruzar la frontera alemana en Passau, para ir vía Austria, continuando hacia Budapest (Hungría) para pasar la noche allí. Solo eso, ya era un viaje de 1.000 kilómetros. Tras un trayecto agradable con sol el equipo llegó a Budapest a las 22:30 horas. Tengan en mente que los chóferes habían comenzado su viaje a las 06:00 horas de la mañana desde Amstelveen.
Una de las muchas paradas en el camino hacia Bulgaria para repostar el coche
El lunes, el viaje continuó a las 08:00 de la mañana con los atascos habituales de Budapest a esa hora. Pero los chóferes lograron salir de la ciudad rápidamente para continuar el viaje hacia Szeged, a pesar de las fuertes lluvias que estaban cayendo entonces. A las 13:30 horas llegaron a la frontera con Rumanía. El equipo tuvo que pasar por Rumanía para ir a Bulgaria porque este país acepta los pasaportes indios sin necesidad de tener visado adicional. Cruzaron la frontera cerca de Arad y la Policía Federal reconoció a Anand. Tras haber pasado la frontera, vimos la primera parte de la trilogía "El Señor de los Anillos" (la versión larga, por cierto).
Bienvenidos a Timisoara en Rumanía
Tuvimos que recorrer 480 km para cruzar Rumanía y pasamos por la ciudad de Vidin, en la frontera con Bulgaria. Al mirarlo en Google Maps, 9 o 10 horas podrían parecer mucho tiempo para realizar ese trayecto, pero si se fijan en como están las carreteras por allí, comprenderán porque se tarda tanto tiempo. Hay muchas zonas con obras, cada diez kilómetros aproximadamente, perros y gatos muertos en la carretera y un millón de baches. Para complicar la situación todavía más para los conductores, estuvo lloviendo todo el rato. Es un milagro que el coche haya sobrevivido estas condiciones tan malas de las carreteras. Ni siquiera los conductores, por mucha experiencia que tenían, habían visto cosa parecida.
Las condiciones en las carreteras durante el duro viaje por Rumanía
Dentro del coche, sin embargo reinaba un ambiente agradable, con comida y refrescos y la segunda entrega de la película del "Señor de los Anillos". Tras más de doce horas de viaje por Rumanía, a las 22:35 horas, finalmente llegamos a Calafat, en Rumanía, y cruzamos la frontera búlgara. De repente vimos una cola muy larga y un ferri repleto de pasajeros porque no hay ningún puente para cruzar el río Rumanía con lo cual nosotros también tuvimos que cruzar de esta manera. Después de más de una hora, justamente antes de medianoche, el ferri comenzó su trayecto y veinte minutos más tarde, el 20 de abril a las 00:05 horas Anand finalmente pudo pisar tierra búlgara. Uno de los policías en la frontera, al ver el nombre "Anand" en el pasaporte del Campeón del Mundo, exclamó: "¡Ah! ¡Anand!" y sin más controles pudimos seguir nuestro camino.
Solo quedaban 250 kilómetros más hasta Sofía. Unas cuatro horas más de viaje. Pero la historia todavía no había terminado. Mientras tanto vimos la tercera parte de la trilogía de "El Señor de los Anillos" y nos sentíamos animados porque sabíamos que íbamos a llegar a Sofía a las 04:00 horas de la noche.
Y, queridos lectores, si las calles están despejadas, tras haber viajado 36 horas y el destino está al alcance de la mano, uno desea llegar lo más rápido posible. Cuando únicamente faltaban 100 kilómetros, a las 02:15 horas de la madrugada del martes, la policía búlgara se fijó en la matrícula holandesa del Mercedes Sprinter y notaron que habíamos conducido demasiado rápido (75 kilómetros por hora, en lugar de 50). Sí, correcto. Tuvimos que parar y el conductor tuvo que explicar por qué razón habíamos viajado a Bulgaria. Sin embargo, cuando el conductor le explicó al policía que Anand estaba a bordo, respondió: "Vale, entonces llevadlo a Sofía. Pero no vayáis demasiado rápido, ¿de acuerdo?"
Llegando a Sofía en la madrugada del martes
Pudimos continuar nuestro viaje sin multas, aunque nos volvió a parar la policía. A las 05:30 horas de la mañana, tras más de 40 horas de viaje, por fin llegamos a nuestro destino. Justo a tiempo para tomar un temprano desayuno. Solo había un problema: llegamos al hotel Hilton de Sofía un poco temprano y todavía no habíamos terminado la tercera parte de "El Señor de los Anillos". Lo veremos en el viaje de vuelta...
Traducción: Nadja Wittmann, ChessBase