27º Campeonato Soviético, Leningrado 1960
Korchnoi se preguntó: “¿Qué acontecimientos de su vida recuerda mejor una persona? Probablemente aquellos que le produjeron sensaciones más agudas, y también los que exigieron mayor gasto de energías vitales”.
“He ganado muchos torneos en mi vida, pero el más memorable de todos fue mi primer gran éxito en el Campeonato de la URSS”, añadió.
Ese triunfo fue en el 27º Campeonato de la URSS de 1960. Veamos el paso previo: en diciembre de 1959 Viktor Korchnoi jugó, por última vez, una semifinal del Campeonato de la URSS en Chelíabinsk. Se clasificó para la final junto a Taimanov, Gufeld y Sakharov. No fue un torneo sencillo, pues participaron maestros de Leningrado, de toda Ucrania, de los países bálticos y de Asia central.
Korchnoi comenzó con 9 puntos sobre 10 y luego aflojó el ritmo, pues hizo +1 en las últimas cinco rondas. Recibió una mirada admirativa general y fue un buen augurio. El propio Korchnoi comentó, como se puede leer en Korchnoi year by year: “No sufrí ninguna derrota en todo el torneo, gané un número de partidas excelentes, y conseguí el primer lugar sin ninguna competencia. Mi juego en la semifinal fue una indicación indiscutible de mi buena forma en la antesala del siguiente Campeonato del país”.
El torneo se disputó del 26 de enero al 26 de febrero de 1960, con las ausencias destacadas de Botvinnik y Tal, que debían enfrentarse por el título mundial a partir de marzo, y tampoco jugó Keres, que estaba en Cuba. Los grandes favoritos, además de los campeones de 1959 y 1955, Petrosian y Taimanov, eran los jóvenes de Leningrado: Spassky y Korchnoi, que buscaban su primer título soviético.
Una entrevista al vencedor
Inmediatamente tras finalizar el torneo, el periodista Viktor Vasiliev lo felicitó y le pidió que hiciera un resumen de la competición.
“Mi impresión era que no debía mi triunfo a mi juego activo, sino más bien a mi técnica defensiva”, comentó Korchnoi, quien añadió: “¡Le expliqué lo maravilloso e interesante que era defenderse! Cómo incitar al rival a que se lance hacia adelante para después castigar su juego descuidado”. El periodista se deshizo en elogios a Korchnoi.
“Desde entonces, y durante décadas, adquirí cierta fama de acérrimo e insuperable defensor. Más tarde me tocó luchar contra ese estereotipo, tanto por escrito como sobre el tablero”, añadió. Y claro que tuvo éxito en matizar sus palabras y enriquecer su juego.
Con su triunfo se le abrió un panorama muy positivo. Lo más relevante fue que “la Federación de Ajedrez de la Unión Soviética me dio la oportunidad de participar en dos grandes torneos internacionales”.
Y, además: “En Leningrado tampoco se olvidaron de mí. Gracias a mi victoria, esa misma primavera mi familia abandonó el piso comunal donde vivíamos y se trasladó a otro piso, pequeño pero unifamiliar. Uno de los torneos internacionales que jugué a continuación se celebró en Moscú y el otro en Argentina”.
En la nota completa, el GM Franco analiza algunas de las posiciones más críticas alcanzadas por Korchnoi en el torneo de Leningrado.
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El reto del Gran Maestro
La solución a este problema será presentada en la siguiente columna del GM Zenón Franco.
Partida analizada: Geller vs. Korchnoi, Leningrado 1960
+ la solución al problema del número anterior (ver partidas en la lista desplegable)
My life for chess
Korchnoi presents many of his most brilliant efforts from the years 1949-2005, among them, games against Smyslov, Geller, Tal, Huebner, Karpov, Kasparov, Spassky and Short.
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