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Al principio fue el caos, no la incertidumbre
En un artículo anterior titulado “Carta abierta o el día después de la olimpiada” expresamos
Reconozcamos, además, que a ello se le suma una gran incertidumbre y dudas sobre lo que en el mundo esté ocurriendo mientras estamos jugando el más importante de los eventos del ajedrez: la olimpiada por equipos o lo que -con propiedad- se llamó en sus inicios, el Torneo de las Naciones.
ChessBase, 28/07/2022
Y lo hacíamos en relación con las consecuencias propias de la pandemia por Covid-19, guerras entre las que destaca la prolongada invasión rusa a Ucrania y las migraciones masivas derivadas del cambio climático y otras amenazas.
Por cierto que ese término “incertidumbre” que durante las últimas décadas se ha puesto tan de moda en dominios como la política, las finanzas, la estadística, la ecología y el deporte, se refiere generalmente a la ausencia de precisión o certeza respecto a algo; por ejemplo, a limitaciones de datos o información precisa o verificable sobre un aspecto particular del conocimiento y la imposibilidad de describir con exactitud, un estado existente, lo que imposibilita establecer un resultado esperable en dicho estado.
Algunos portales señalan que:
La incertidumbre se refiere a anomalías epistémicas que implican información imperfecta o desconocida. Se aplica a las predicciones de eventos futuros, a las mediciones físicas que ya se han realizado o a lo desconocido. La incertidumbre surge en entornos parcialmente observables y / o estocásticos, así como debido a la ignorancia, la indolencia o ambas.
Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta noción, aplicada al ajedrez desde un enfoque cognitivo, ha sido utilizada por Blanco (1990), quien ha propuesto una definición de ajedrez en los siguientes términos:
Juego de la mente en el cual se verifica un continuo de elaboración, propuesta y resolución de problemas, de toma de decisiones y generación de pensamiento lógico matemático, crítico y creativo en situaciones de incertidumbre.
Glosario de ajedrez escolar
En este caso, hemos incorporado el constructo incertidumbre poque es el más cercano a aquellos momentos, característicos del medio juego y, en casos, de la ase final de la partida, en los que no contamos con líneas conocidas derivadas de la Teoría de las Apertura. Situaciones en las que parecemos observar la posición a través de un cristal borroso; momentos en los que la brújula ya no nos funciona luego de haber participado en la construcción de posiciones dinámicas poco conocidas o en un contexto complejo sobre el tablero que poco comprendemos y en lo que contamos con limitados datos confiables sobre los cuales apoyarnos para la toma de decisiones.
Incrementando el grado de dificultad, en física es bien conocido el “Principio de Incertidumbre” (1927), un concepto complejo introducido por el matemático y físico teórico alemán Werner Karl Heisenberg (1901 - 1976), uno de los padres de la mecánica cuántica y ganador del Premio Nobel de Física de 1932.
Este principio sostiene que “es imposible medir simultáneamente -de forma precisa- la posición y el momento lineal de una partícula”. De allí que, según Heisenberg, no es posible establecer el lugar ni la velocidad en el cual se encuentra un electrón en un momento determinado.
Resulta que buena parte de los principales resultados de investigaciones relacionadas con el campo militar en las décadas de los años 30, 40 y 50 del siglo pasado, aparecieron trabajos de Fermi, Bohr, Szilárd, Oppenheimer, Einstein y el propio Heisenberg, fueron utilizados en programas de construcción de armas de destrucción masiva, como el arma nuclear o bomba atómica. Una de las grandes amenazas que han estado pendiendo sobre nuestras cabezas en los últimos 75 años.
Visto así, no es probable que podamos establecer transferencias directas entre dicho principio y situaciones de la vida real. Sin embargo, y a efectos de la presente nota, traemos a colación una frase del doctor Heisenberg:
“Debemos volcar todos nuestros esfuerzos en unirnos, junto con las generaciones más jóvenes en una perspectiva humana común, y alcanzar el recto pensar entre las dos clases de verdad”.
En el precitado artículo, también habíamos dicho que:
“Con base en lo que nos informan las agencias de noticias mejor acreditadas, es indudable que, al finalizar la olimpiada y su congreso, como sociedad seremos más pobres, con mayores carencias y más vulnerables a las distintas y crecientes amenazas que se encuentran en desarrollo. En una palabra, habrá menos para reparti”.
ChessBase, 28/07/2022
¿Y con qué nos encontramos ahora después de casi tres semanas de olimpiada y congreso de la gran familia del ajedrez? Pues, que las condiciones de vida de los ciudadanos del mundo se han deteriorado significativamente; que una gran recesión económica se cierne sobre el mundo, que el desempleo y la esclavitud laboral crecen sin freno, que las tensiones entre China y Taiwán exacerban las relaciones entre las superpotencias Estados Unidos y China, que vastos incendios forestales se han vuelto inmanejables, que sobre Europa y otros lugares del mundo se están desarrollando entre cuatro y cinco olas de calor con promedios iguales o superiores a los 40 grados centígrados; que varios reactores atómicos están en precarias condiciones, etc.
Sin embargo, en esta oportunidad, solo presentaremos un ejemplo, en relación con los fertilizantes, el hambre y la inseguridad alimentaria consecuencias del Covid19 y la guerra en Ucrania. En tal sentido el Banco Mundial afirma que
-El alza sin precedentes de los precios de los alimentos ha provocado una crisis mundial que empujará a millones de personas más a la pobreza extrema, aumentando el hambre y la malnutrición, y amenazando con eliminar los avances en materia de desarrollo logrados con tanto esfuerzo. La guerra en Ucrania, las interrupciones en la cadena de suministro y las continuas repercusiones económicas de la pandemia de COVID-19 están revirtiendo años de logros en el ámbito del desarrollo y empujando los precios de los alimentos a máximos históricos.
-Los mayores precios de los alimentos afectan más a la población de los países de ingreso bajo y mediano, que gasta en alimentos un porcentaje mayor de sus ingresos que la de los países de ingreso alto.
Dada esta abrumadora realidad, debemos tomar conciencia respecto a que el problema de la carencia de los alimentos, está relacionado con otros factores como es el caso de los fertilizantes. Ocurre que los precios de los fertilizantes, se han disparado y siguen siendo volátiles en todo el planeta. Como podemos deducir, este hecho -que pudiera prolongarse peligrosamente hasta 2024- implica una grave amenaza para la seguridad alimentaria, ya que la temporada de siembra ya comenzó este “largo y ardiente” verano.
Debemos admitir que la guerra rusa en Ucrania ha afectado principalmente a los países importadores de trigo y maíz. Sin embargo, muchos países, incluidos algunos de los principales exportadores de alimentos, también son importadores netos de fertilizantes.
Según expertos, la persistencia de los altos precios de los fertilizantes puede extenderse a una variedad más amplia de cultivos, incluido el arroz, un alimento básico cuyos precios aún no ha experimentado alzas relacionadas con la guerra. Des necesario que gobiernos y organismos multilaterales actúen ahora para que los fertilizantes sean más accesibles y asequibles y evitar la prolongación de la crisis alimentaria.
Esta emergencia nos permite retornar a una pregunta anterior ¿acaso, este asunto debe interesar a los ajedrecistas? Por supuesto que sí y no solo a los más de 650 millones de ajedrecistas de este convulsionado mundo, sino a todos los habitantes de este planeta; independientemente de su origen étnico, formación académica, posición económica o religión practicante. Es un tema que toca o alcanzará -más temprano que tarde- a todos y cada uno de los 8 mil millones de miembros de ese gran club llamado “la humanidad”. Esta afirmación es cierta en toda su extensión, formamos parte de la misma aldea y lo que ocurra en ella nos afecta a todos sus miembros: a ti y a mí.
Amigo lector, colega ajedrecista, acaso:
noticioso actual?
Ahora, si me permites esta afirmación, creo que ser ajedrecista y no ejercer liderazgo en casos como este, es algo contradictorio. Ten esto en cuenta, nuestro compromiso con el Conocimiento y con nuestra comunidad. Considera que, ante la evidencia, se hace necesario generar una nueva conciencia ecológica; esto es, comenzar a transitar desde un yo ecológico, a un yo universal. Esto es, intentar ver las cosas que nos rodean, más allá de un tablero y posición de ajedrez, con nuevos ojos intentando descubrir críticamente, lo que es cierto y lo que no. Todos podemos hacer algo.
“Debemos prepararnos en el Conocimiento y en la construcción del poder interno necesario para contribuir con la búsqueda de acciones que nos permitan superar tantas amenazas y desafíos que parecieran haberse acumulado sobre nosotros. Es por lo que estimo necesario que te informes, tomes conciencia de lo que está en marcha y te prepares para la acción. Por la sobrevivencia de nuestra especie y civilización, debemos ser resilientes y unirnos en esta causa común. Estamos llamados a hacerlo de forma transparente, sin miedo ni manipulación”.
La amenaza endógena – Del yo ecológico al yo universal
En una oportunidad, estando en Atenas (1964), el viejo profesor Heisenberg exclamó en una conferencia sobre la amenaza atómica:
Si la armonía de la sociedad, detrás de la multiplicidad de los fenómenos, depende de la común integración en la Unidad, entonces el lenguaje de los poetas podría ser más importante que el de los científicos.
Un día después de la olimpiada y luego de su relectura, encuentro que esta afirmación es hermosa y razonable; la misma nos exime de incertidumbre y nos sugiere que debemos habilitarnos en un marco de consenso para así poder alcanzar la solución de nuestros más ingentes problemas: el hambre, las guerras, las pandemias y el cambio climático entre otros.
Y para ello, la unidad es imprescindible; además obligados a divulgar dichos saberes. Intentemos viralizar este Conocimiento.
Fuentes y enlaces
