Adios Filiberto, me dicen que te vieron por la Habana…

por Uvencio Blanco Hernández
22/02/2022 – El pasado 12 de febrero falleció en Ciudad Juárez, Chihauhua México, el ajedrecista Filiberto Terrazas Sánchez (87 a.). Ex miembro de las selecciones olímpicas mexicanas de los años 1966, 1968 y 1970. Filiberto, como cariñosamente se le conocía, fue abogado, juez, académico, cronista de la ciudad e historiador de interesante producción literaria a favor de la preservación de la cultura e historia del ajedrez y de la Ciudad Juárez. Necrologia por Dr. Uvencio Blanco...

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Filiberto Terrazas Sánchez

En 1956 egresa de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con una licenciatura en Derecho para después culminar cursos de doctorado en Derecho en la Universidad Central de Madrid, España.

De amplia cultura, hablaba con fluidez varios idiomas; entre ellos, inglés, francés, alemán e italiano. De su pluma salieron varios libros relacionados con el ajedrez, el derecho y la historia general.

Por ejemplo, El Águila Caída (Costa-Amic,1962) dedicada al maestro Carlos Torre Repetto; Discursos y Conferencias (ROA, 1954); Kukulcán (VAntage Press. N.Y., 1966); La Evolución de las Ideas (ROA, 1970); La Guerra Apache en México (Costa Amic, 1974); Los Jugadores (ROA,1984 y, Biografía del Río Grande (1999 y, La Voz de los Siglos (2005), entre otras.

Recientemente, Filiberto nos había acompañado en la inauguración del ·salón de la Fama del Ajedrez de América” en Casa Maass, Ciudad Juárez, el pasado 23 de octubre. Posteriormente enfermó de Covid-19 y luego del alta médica, es probable que haya sufrido alguna complicación cardiovascular que le haya causado su deceso.

Precisamente ese día y en el marco de la inauguración del Campeonato Iberoamericano de Ajedrez de Ciudad de México, nuestro presidente Gustavo Maass hizo la presentación del libro homónimo “Salón de la Fama del Ajedrez de América” escrito por quien esta nota suscribe.

Allí, hacemos referencia a un evento inesperado, sobrevenido, pero para el cual Filiberto estaba preparado: un encuentro con Fidel Castro Ruz, primer comandante de la revolución cubana de principios d ellos anos 60s.

Un encuentro, tablero por medio, no entre dos, sino entre cuatro voluntades. Con blancas, Fidel asesorado por el entonces campeón mundial Tigran Petrosssian y, con negras, Filiberto con la asesoría de Bobby Fischer, superestrella del ajedrez de aquellos (y estos tiempos). Match que finalizó en victoria para el conductor de las blancas y que significó una curiosidad histórica bien significativa para el ajedrez de aquella época. La Habana estaba de fiesta.

En un sencillo homenaje a la memoria de nuestro colega y amigo Filiberto Terrazas Sánchez, seguidamente transcribimos el capítulo dedicado a este hecho y que usted puede conseguir en el Anexo I de la precitada obra.

Un enfrentamiento inesperado: Fidel Castro vs Filiberto Terrazas (La Habana, 1966)

Filiberto Terrazas Sánchez, es un reconocido ajedrecista de ciudad Juárez, capital del estado de Chihuahua en México. Pero más allá de su pasión ajedrecística es un hombre ganado al Derecho; actividad profesional en la que también ha sido exitoso.

Ocurrió que siendo miembro del seleccionado mexicano que participó en la icónica XVII Olimpiada de Ajedrez de La Habana en 1966, formó parte de casi los 600 invitados a la cena de honor que brindara el organizador del evento, el comandante Fidel Castro Ruz; para la fecha, presidente de la República de Cuba y ferviente deportista quién, con amplia visión política convirtió La Habana, en capital mundial del ajedrez.

Para la fecha, en Cuba había una tradición ajedrecística que se remontaba a 1518 cuando en la Villa de Bayamo se jugó la primera partida de ajedrez registrada en el continente americano. Sin embargo, no esa popular tal y como lo es ahora con campeones mundiales en varias categorías más de 25 grandes maestros y una gran cantidad de maestros y expertos de ajedrez que le convierten en una de las tres potencias del ajedrez continental junto a los Estados Unidos y Argentina.

Como decíamos anteriormente, Fidel estimó que un evento de esta magnitud atraería desarrollo deportivo a su nación y la atención pública mundial a un proceso revolucionario iniciado apenas 7 años antes.

En este sentido, debemos tener en cuenta que para 1966 ya se habían celebrado cuatro exitosas ediciones del Memorial “Capablanca” evento promovido por el comandante Ernesto “Che” Guevara de la Serna, apoyado sobre las habilidades de José Luis Barreras, árbitro, organizador y dirigente del ajedrez cubano quien, para dicho evento, había logrado reunir parte de la crema y nata del ajedrez mundial de la época: Najdorf (su primer campeón), Fisher, Korchnoi, Uhlmann; y más adelante Smislov, Petrossian, Spassky, etc.

Luego de obtener el visto bueno de su gobierno para proponer La Habana como sede, Barreras se reúne con el árbitro internacional Jaroslav Sajtar, delegado de Checoslovaquia y vicepresidente de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para evaluar la posibilidad de ofertar la ciudad para la celebración de la XVII Olimpiada oficial FIDE absoluta.

A favor de Cuba estaba la organización de tres campeonatos mundiales de ajedrez entre fines del S. XIX y principios del S. XX, el brillante legado de José Raúl Capablanca, primer campeón mundial de Iberoamérica y tercer campeón oficial FIDE, la puesta en escena de los memoriales “Capablanca” y por supuesto, el tema político apoyado sobre la celebración a principio de 1966 en dicha ciudad- de la Primera Conferencia Tricontinental, el apoyo y simpatías de la mayoría de los intelectuales de la izquierda mundial, el prestigio de los comandantes Castro y Guevara y la expectativa de celebración de un evento de esta naturaleza por parte de un incipiente gobierno revolucionario, atrapado en esa dinámica que se llamó la Guerra Fría.

Entonces y con base en estos y otros elementos de peso, Sajtar (técnico de alguno de los memoriales “Capablanca”), abrazó la idea y aportó el necesario apoyo político en FIDE que facilitó la votación positiva para la mayor de las islas del Caribe.

De tal manera que las tres autoridades del Comité Organizador fueron Fidel Castro Ruz como organizador, José Luis Barrera director del torneo y Jaroslav Sajtar árbitro principal.

El 23 de octubre de 1966 se inició oficialmente la XVII Olimpiada Mundial de Ajedrez en La Habana; con la presencia de 299 jugadores (uno de ellos la maestra internacional chilena Berna Carrasco Amaya, única mujer participante), en representación de 52 naciones.

Las actividades se desarrollaron en el hotel “Habana Libre” La sala de juego se encontraba en el Salón de los Embajadores del Hotel Habana Libre; mientras que el Salón Primavera fue utilizado para el análisis post mortem, partidas rápidas y otras distracciones.

Por su parte, la ceremonia inaugural se desarrolló en la Ciudad Deportiva. Allí, el Ballet Nacional ofreció un hermoso espectáculo con un ajedrez viviente, que fue bien recibido por los asistentes y prensa acreditada.

Posteriormente, la organización del evento ofreció una cena de gala con la participación de todos los invitados; evento en el cual, el comandante Castro ofreció un cálido discurso de bienvenida.

Al finalizar la alocución, los aplausos no se hicieron esperar y es, precisamente en ese momento, que algunos colegas mexicanos de Filiberto Terrazas Sánchez, le impulsan a decir unas palabras de reconocimiento, aunque tal participación no estaba en el protocolo.

Entonces, Terrazas se levanta de su silla y expresa en nombre de los asistentes las siguientes palabras:

En esta noche de gala en que la más selecta intelectualidad ajedrecística se encuentra reunida, y que lo mismo agrupa a gentes llegadas de las heladas estepas de Pushkin y Dostoyevski, que de la Alemania de Goethe o la Unión Americana de Lincoln, o la Argentina de José Ingenieros, a mí me da mucho gusto estar en esta esmeralda del Caribe. Quiero relatar una anécdota del país del cual provengo. Cuentan los anales aztecas que, venido de oriente, un hombre blanco y barbado vino a implantar una nueva doctrina social. En esta noche de gala yo quiero brindar por el Quetzalcóatl de Cuba:

Luego de estas breves palabras, el comandante Castro y los demás asistentes, se pararon, aplaudieron y finalmente brindaron.

En varias entrevistas, Terrazas ha afirmado que de inmediato fue invitado a la mesa del comandante Castro, quien le saludó efusivamente y conversó largamente con él; momento que aprovechó para obsequiarle un libro de Kukulkán. También relata que, para la partida inicial, ocurrió lo siguiente:

Es una costumbre que el jefe de estado anfitrión juegue una partida con el jugador de mayor fuerza; en este caso Tigran Pretossian (URSS), en ese momento campeón del mundo. Sin embargo, él no fue convocado a la mesa presidencial, sino Filiberto. Pero en un momento en que la partida está avanzada y Petrossian había intervenido corrigiendo un error de Fidel con el cual perdía la partida. Filiberto se dirigió al comandante en los siguientes términos:

Oye, Fidel, ya los rusos te están ayudando, déjame pedirle ayuda a los gringos, pues estaba atrás de mí Bobby Fischer. Me dejé ganar, acababa de perder un caballo, pensé no voy a dejar que quede en ridículo, me están haciendo el honor de mi vida, un jefe de estado me invita a mí a inaugurar un campeonato mundial de ajedrez; la primera vez que un mexicano inaugura un campeonato mundial de ajedrez”, por lo que maniobré inteligentemente para que él me diera mate.

Fidel se mostró feliz, le regalé el libro y lo dejé ganar la partida. Fue un honor el que me hicieron a mí, a México en primer lugar, además la foto y la partida se han publicado en todo el mundo, está en el internet, en muchos idiomas.

(Fragmento tomado de El Diario mx, “El juarense que lo desafió en partida de ajedrez” por Horacio Carrasco, 26.11.2016)

Vale señalar que el equipo de ajedrez México 1966 estuvo constituido por los maestros: Alfredo Iglesias, Armando Acevedo, José Joaquín Araiza Vásquez, Joaquín Camarena, Simón Delgado y Filiberto Terrazas, respectivamente.

Finalmente, Terrazas tuvo un buen desempeño como segundo suplente del seleccionado al contabilizar 2 partidas ganadas, 2 tablas y 1 perdida para 3/5 pts. y un 60% de efectividad.

Posteriormente el maestro Filiberto Terrazas Sánchez, personaje central de esta crónica, participó de nuevo en las olimpiadas de Lugano 1968 y Siegen 1970.

Fuentes y enlaces


Uvencio Blanco Hernández, Venezuela. Comisión Ajedrez y Educación FIDE. Escritor, Investigador, Conferencista, Árbitro Internacional, Organizador Internacional, Entrenador, Profesor de Ajedrez ECU y Lead School Instructor FIDE.