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Según un estudio publicado en la revista especializada Nature Climate Change, hasta un tercio de las muertes atribuibles al aumento de la temperatura están provocadas por el ser humano. Es la conclusión a la que se llegó en una investigación conjunta de la London School of Hygiene & Tropical Medicine (LSHTM) y la Universidad de Berna utilizando datos de 732 localidades de 43 países de todo el mundo entre los años 1991 y 2018. La investigación muestra por primera vez la contribución real del cambio climático de origen antropogénico al aumento de la mortalidad como consecuencia del calor.
Estamos hablando de efectos del calor extremo que se inserta en uno de los tantos factores de la crisis climática; justo en momentos en que en España y otras regiones de Europa se desarrolla la cuarta ola de calor del presente verano boreal. Y es tan grave la situación, que algunos expertos indican que -de mantenerse esta tendencia- hasta un 75 por ciento de las personas podrían enfrentarse a olas de calor mortales para el año 2100.
Y si vemos del otro lado del charco, en México, a la fecha se contabilizan más de 600 muertes por golpe de calor y deshidratación; situación que se replica en otros países del continente americano, en África, Asia y Oceanía.
Según Delgado (2023), investigadora del Instituto Tecnológico de Monterrey:
Esto quiere decir que tanto las próximas semanas como años, se espera que se rompan récords relacionados con las altas temperaturas, y con esto, la constante sensación de que es más difícil poner atención, formar pensamientos, y demás funcionamientos cognitivos. Además, se necesita mucha energía para conservar la temperatura del cuerpo y mantenerse fresco. Mantener una temperatura interna constante es vital para el funcionamiento del cuerpo, puesto que este proceso requiere energía. Y con la sudoración, viene la pérdida de líquidos, así como de sales y electrolitos esenciales, como el potasio, el calcio y el magnesio, lo que provoca cansancio.
Esta información, de validez universal, debe ser tomada muy en serio por parte de los deportistas; casi que independientemente si la actividad se desarrolla al aire libre o bajo techo, como el ajedrez.
Evidentemente, el calor extremo puede tener varios efectos en la fisiología humana, algunos de los cuales describimos a continuación:
La investigación médica señala que el calor excesivo puede causar malestar físico, como sudoración excesiva, incomodidad y sensación de calor. Estas molestias pueden distraer e influenciar negativamente a los ajedrecistas dificultando su capacidad para concentrarse en el juego.
Aunque no puedo referir estudios que verifiquen cómo el calor puede afectar la concentración de los jugadores de ajedrez, podemos inferir que si tiene impacto
sobre el rendimiento cognitivo en general y la práctica del ajedrez en particular.
Hemos visto que la exposición prolongada al calor puede agotar la energía y dificultar la capacidad de mantener un enfoque constante en el juego, provocando fatiga física y mental, lo que puede afectar la concentración de los ajedrecistas.
También puede aumentar la pérdida de líquidos a través de la transpiración, lo que puede llevar a la deshidratación. La deshidratación puede afectar negativamente la función cognitiva y la capacidad de concentración.
Igualmente, el estrés térmico causado por el calor puede afectar el rendimiento cognitivo. La exposición prolongada a altas temperaturas puede aumentar la fatiga mental y disminuir la capacidad de procesamiento de información.
Así mismo, el calor puede afectar negativamente la función cognitiva, incluyendo la memoria, la atención y el procesamiento de información. Estas habilidades son esenciales para el ajedrez, donde se requiere un pensamiento estratégico y la capacidad de planificar movimientos futuros.
En el caso específico de la fatiga y su efecto en la función cognitiva del ajedrecista,
Este factor suele afectar prioritariamente la concentración de los jugadores al provocar una disminución en esta capacidad.
Puede agotar la energía de los jugadores de ajedrez, lo que puede afectar su capacidad de mantener un enfoque constante en el juego. La falta de energía puede llevar a una disminución en la velocidad de procesamiento de la información y a una menor capacidad para analizar y sintetizar ideas.
Así mismo, la fatiga puede afectar la memoria a corto plazo de los jugadores. La memoria a corto plazo es esencial para recordar las jugadas anteriores y planificar las jugadas futuras. La disminución de la memoria a corto plazo puede llevar a errores y a una disminución en el rendimiento general.
Tengamos presente que el ajedrez requiere un pensamiento estratégico y analítico, y la fatiga puede disminuir la capacidad de evaluar las posiciones y tomar decisiones bien informadas. Es un juego que exige una gran cantidad de esfuerzo mental y la fatiga puede hacer que sea más difícil mantener un alto nivel de rendimiento durante largos períodos de tiempo.
Entonces, la fatiga puede disminuir la resistencia mental de los jugadores de ajedrez; en consecuencia, puede aumentar la probabilidad de cometer errores en el juego. De hecho, la falta de energía y la disminución de la concentración pueden llevar a movimientos descuidados o a pasar por alto oportunidades tácticas.
Este factor ambiental puede hacer que los jugadores de ajedrez sean más susceptibles a las distracciones o descuidos mientras participan en una partida. Es de tener en cuenta que estas distracciones también podrían provenir de factores externos, como el ruido o las interrupciones, o de factores internos, como los pensamientos irrelevantes.
Los siguientes consejos son generales y pueden aplicarse a cualquier actividad en condiciones de calor extremo. Siempre es importante cuidar tu salud y bienestar mientras practicas cualquier deporte o actividad física. En tal sentido:
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