Aprende y entrena ajedrez. El clásico entre los programas de enseñanza de ajedrez para niños. Pensamiento estratégico, gimnasia para el cerebro, emoción por la competición, jugar y pasarlo bien con una enorme ración de conocimientos ajedrecísticos. Esta extraordinaria y galardonada aventura de ajedrez incluye todo eso y mucho más.
En este sentido, la Comisión de Ajedrez y Educación de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), ha mostrado a lo lardo de los últimos 35 años, una creciente preocupación en torno al diseño de una metodología que satisfaga esta necesidad. Le interesa la incorporación del ajedrez como asignatura del currículo en los diferentes niveles de los diversos sistemas educativos imperantes.
Esta preocupación se hace extensible al campeón mundial y a la mayor parte de los principales dirigentes del ajedrez de las distintas federaciones miembros. Consideran que el presente y futuro del ajedrez mundial, su imagen y promoción está en las escuelas, colegios, liceos y universidades.
FIDE y su Comisión EDU también han mostrado interés en desarrollar programas de formación y capacitación de los nuevos docentes o maestros que administrarán los conocimientos y experiencias ajedrecísticas entre los distintos grupos de niños y jóvenes a ser atendidos; pero, a partir de la aplicación de una metodología sistémica de abordaje común.
Aquí es importante tener presente que la teoría de sistemas nos indica que estos, sean abiertos o cerrados; biológicos o no biológicos, responden a la pregunta qué queremos lograr, enseñar y/o cambiar. Y en este sentido apoyan su fundamento en teorías que sustentan y dan lógica y consistencia a su razón de ser.
Dorrego (2009), ha afirmado que:
Sistema instruccional: corresponde a una concepción más actual y dinámica de la educación, superior a la idea de procesos implícita en los modelos instruccionales considerados convencionalmente. Un sistema sería un proceso o un conjunto de procesos interrelacionados: análisis, diseño, producción, desarrollo (implementación) y evaluación. Estos procesos en el sistema se desarrollarían en una relación sistémica, es decir, paralela, simultánea.
Igualmente, que existen principios cognitivos que dan sustento al diseño instruccional y que sirven para activar conocimientos previos, enfocar la atención a los elementos importantes, dosificar la carga cognitiva a lo largo del contenido, promover la codificación en la memoria a largo plazo, utilizar materiales significativos, incentivar a los estudiantes, ajustar la instrucción a objetivos metacognitivos y contribuir a la construcción de modelos mentales robustos. En esa línea, se encuentra el “Sistema Instruccional de Ajedrez” (Blanco, U. 1990).
Cuando nos referimos a incorporar el ajedrez el aula, en tanto herramienta pedagógica, debemos aproximarnos a algunos de los elementos implicados en la propuesta de incorporación del ajedrez en las escuelas. Particularmente, hemos tratado sobre las características generales del actor principal: el niño, sujeto final de la acción educativa. Otros dos factores fundamentales, el programa instruccional (en tanto modelo metodológico para la enseñanza sistemática del ajedrez) y el docente, instructor o facilitador del aprendizaje.
Aranguren y otros (2008), sostienen que “Los sistemas instruccionales constituyen constructos complejos de la tecnología educativa que comprenden todos los componentes que interactúan en la instrucción”. Estos autores consideran que tanto el docente como el alumno, son las piezas fundamentales del proceso porque son quienes “realizan transacciones de diversa índole frente al conocimiento”.
Así, los fundamentos teóricos a los cuales hace referencia el sistema instruccional son los que dictan las pautas acerca de cómo se aprende, organiza y transforma el conocimiento.
Las diversas posturas epistemológicas son determinantes a la hora de la toma de decisiones instruccionales. Por esta razón, las teorías apoyan los tipos de aprendizaje, es decir, según la naturaleza de los contenidos ofrecen una gama de posibilidades de actuación en la instrucción. Estas teorías son interpretadas por los ‘conceptores’ (Fernández, 2007) o educadores en sistemas que tendrán los elementos que considere pertinentes, en función de los propósitos que configure.
El Sistema Instruccional de Ajedrez consiste en un modelo diseñado para la enseñanza del ajedrez en ambientes escolarizados, en particular, al correspondiente al segmento de estudiantes de la Segunda Etapa, o sea, dirigido a los cursantes del 4º, 5º y 6º grados de la escuela básica o elemental y con edades comprendidas entre los 9 y 13 años. Así mismo, esta metodología es lo suficientemente flexible como para adaptarla y aplicarla en poblaciones de mayor formación académica y edad cronológica; por ejemplo, en centros de formación docente, institutos universitarios y universidades.
El Sistema está inspirado en las ideas pedagógicas de grandes maestros del tablero como Steinitz, Lasker, Capablanca, Nimzowitch y Reti, entre otros. En particular, Lasker y Capablanca quienes a través de sus escritos y conferencias insistieron en la enseñanza del ajedrez en niños y jóvenes a partir de metodologías más científicas y confiables como en los avances de la sicología y tecnología educativas.
Consideramos que el Sistema está llamado a influir sobre las diferentes metodologías, hasta ahora utilizadas, en la enseñanza y el entrenamiento del ajedrez en las escuelas, clubes y universidades del mundo.
Este sistema tiene como base conceptual la dinámica contenido-docente-alumno (o en otros términos, información mediador aprendiz), y como elementos técnicos, el manejo deliberado de los procesos y operaciones del pensamiento, el desarrollo de los contenidos a partir de objetivos específicos de carácter conductual, la presentación de estrategias de evaluación y metodológicas sugeridas, tanto para el docente como para el alumno y la incorporación de una educación centrada en valores a fin de generar un aprendizaje del ajedrez significativo.
En la concepción del SIA la instrucción está entendida desde el punto de vista del enfoque de sistemas, entendiendo por sistema el conjunto de elementos personales, materiales y funcionales que, al interactuar, permiten el logro de propósitos previamente definidos. Igualmente hace énfasis en los aspectos evaluación (para determinar la eficiencia de la estrategia) y retroalimentación (al hacer revisiones para la introducción de los cambios necesarios para la mejora del funcionamiento del sistema).
Esta característica diferencia radicalmente la idea del SIA del resto de las metodologías ofrecidas para la enseñanza y entrenamiento del ajedrez.
SIA está estructurado en tres niveles de complejidad creciente. El primer nivel abarca los principios básicos del juego, el ajedrez como objeto de estudio, su justificación e importancia; su origen y base organizativa internacional. El segundo nivel incluye la descripción y aplicación de los principios generales de las fases de la partida: final, medio juego y apertura; y, el tercero, relaciona análisis y valoración posicional con planificación y cálculo de variantes.
El SIA está organizado para ser administrado en un lapso de tres (3) años consecutivos, con un total de 120 objetivos específicos desarrollados en sesiones de 45 minutos cada una y a razón de 4 a 6 horas de actividad semanal.
El número total de horas de actividad se calcula en 600 horas; 3/5 de ellas dedicadas al procesamiento de contenidos y 2/5 al de consolidación de conocimientos a través de actividades especiales: tareas dirigidas, torneos intramuros, torneos abiertos, matches particulares, etc.
Se aspira que el SIA sea un modelo de trabajo organizado que sirva de apoyo a todas aquellas personas dedicadas a la instrucción del ajedrez (docentes, entrenadores, padres y aficionados), que necesiten optimizar la metodología de enseñanza/aprendizaje, hasta ahora utilizada.
En el SIA se estima que, por ejemplo un niño de 12 años que haya cursado y aprobado los tres niveles y tenga un mínimo de 60 partidas de torneo jugadas en los últimos dos años de su formación, debería exhibir un Elo nacional ubicado entre los 1600 y 1800 puntos. Este sujeto niño estará habilitado para la interpretación y aplicación correcta de los principios, conceptos, reglas y leyes fundamentales del ajedrez; ha comenzado a desarrollar un repertorio personalizado de aperturas y está en capacidad de analizar, valorar y elaborar planes de juego con un aceptable nivel de precisión.
La aplicación del SIA en programas de formación docente de ajedrez (formación y capacitación de maestros, facilitadores, monitores y entrenadores), permitirá la promoción de nuevas generaciones de ajedrecistas con una mejor base técnica y mayor acervo cultural ajedrecístico.
Una revisión crítica del SIA estimulará el aporte de nuevas ideas para la retroalimentación del sistema y generará novedosas aplicaciones en la búsqueda de la optimización del proceso enseñanza-aprendizaje y del entrenamiento del ajedrez.
El SIA es un modelo instruccional válido porque:
Aprende y entrena ajedrez. El clásico entre los programas de enseñanza de ajedrez para niños. Pensamiento estratégico, gimnasia para el cerebro, emoción por la competición, jugar y pasarlo bien con una enorme ración de conocimientos ajedrecísticos. Esta extraordinaria y galardonada aventura de ajedrez incluye todo eso y mucho más.
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