- Magnus Carlsen, campeón del mundo en los tres ritmos del juego, no solo ha obtenido y defendido exitosamente el máximo título; sino que ha mostrado ser dominante durante los últimos 10 años de su carrera ajedrecística.
- Inclusive en la elite del ajedrez mundial, digamos entre los cien primeros del escalafón, aun se observan casos –más o menos recurrentes- de ajedrecistas con muestras de agotamiento y bajo rendimiento deportivo, como consecuencia de un cuadro de burnout.
- Maslach y Jackson (1981), conceptualizan el burnout como un cansancio emocional que lleva a una pérdida de motivación y que suele progresar hacia sentimientos de inadecuación y fracaso.
Magnus, un modelo anti-burnout
Luego, le preguntaron ¿Qué haría si renunciaba? Respondió que, "Probablemente empezaría por estudiar algo que me interese. Pero no sé qué ... Tal vez si no tuviera el talento en el ajedrez, encontraría el talento en otra cosa".
Con esta actitud positiva y decidida, con el talento innato que le desborda, su gran capacidad de trabajo y su visión relajada de la vida, el gran maestro Carlsen no solo ha obtenido y defendido exitosamente el máximo título; sino que ha mostrado ser dominante durante los últimos 10 años de su carrera ajedrecística. Su fortaleza física, complementada por un programa de deportes y actividad física regular, un cuidadoso esquema de nutrición y un plan de entrenamiento diario que no supera las 5 o 6 horas de trabajo, le han permitido mantenerse focalizado y productivo, en todas las modalidades del ajedrez actual.
Pero ocurre que, inclusive en la elite del ajedrez mundial, digamos entre los cien primeros del escalafón, aun se observan casos –más o menos recurrentes- de ajedrecistas con muestras de agotamiento y bajo rendimiento deportivo, como consecuencia de dicho cuadro.
Son ajedrecistas que, al entrenarse para sus frecuentes y exigentes torneos, trabajan sin una planificación adecuada y balanceada; con cargas que se encuentran más allá de la capacidad de adaptación y trabajo de sus cerebros. Pocas veces descansan, se relajan o diversifican sus actividades.
En estos casos, es común verificar que tales profesionales incrementan el número de horas, la intensidad y carga de información diaria en un intento por mejorar resultados estimados. Y lo hacen de tal forma, que los periodos de recuperación y descanso se acortan, generando cansancio, desinterés y resultados mediocres.
Efectivamente, hay ajedrecistas que se sobre entrenan o sobre cargan de trabajo asociado con esta actividad, para luego mostrar rendimientos muy pobres. Aquí, es perfectamente aplicable la expresión “síndrome del jugador o deportista quemado” o, simplemente, burnout.
Probablemente existen algunas variables de la personalidad del ajedrecista, asociadas al origen, desarrollo y mantenimiento del síndrome que perjudican el rendimiento de algunos jugadores.
En el caso del maestro Carlsen es poco probable que observemos la presencia de burnout, entendido este como cansancio, agotamiento y perdida de interés y motivación por sobre entrenamiento u otras variables asociadas al ejercicio profesional del ajedrez.
En él, la permanente actividad competitiva, la investigación, los retos provenientes de la Inteligencia Artificial y la motivación al logro, le mantienen en la cima del ajedrez mundial; estimulando la opinión ya generalizada de que Magnus Carlsen es el mejor ajedrecista de la historia.
Síndrome de burnout
En un artículo publicado en ChessBase, referido al impacto de la pandemia por Coronavirus en la población general, en particular en entrenadores, instructores y docentes del ajedrez considerábamos que:
Ahora bien, después de un casi año en esta situación de aislamiento social y suspensión de la actividad educativa y deportiva presencial, muchos colegas del ajedrez que, sin estar debidamente preparados y viéndose en la necesidad de trabajar en ambientes digitales, han comenzado a manifestar una serie de síntomas parecidos a los ya descritos. Inclusive, los propios de un síndrome poco conocido: el de burnout; el cual consiste en un estado general caracterizado por agotamiento físico, mental y emocional causado; consecuencia del estrés o agotamiento psíquico generalmente derivado de un complejo o penoso clima laboral. Según la OMS el ‘burnout’ es un trastorno mental que progresivamente se va agravando hasta desembocar en un estado de incapacidad para continuar con el trabajo habitual. Y típicamente está asociado con profesionales de las áreas de la educación, la salud y el trabajo social.
“Si eres docente, instructor o entrenador de ajedrez, verifica si tienes síntomas de burnout”
En esta misma línea laboral, debemos destacar la investigación de Freudenberger (1974), quien sugirió que este síndrome se traducía en “una sensación de fracaso, por exigencias de energías, recursos personales o fuerza espiritual del trabajador”.
Mientras que, en el campo deportivo, el síndrome de burnout es estudiado desde hace unos 40 años; y fueron desarrollados en grupos de deportistas que mostraban una sintomatología caracterizada por: agotamiento físico, agotamiento emocional, baja auto estima, falta de concentración, escaso interés en la actividad y despersonalización.
De hecho, Flippin (1981), presenta el primer estudio del burnout en grupos de deportistas; lo que contribuyó a la consolidación teórica de este constructo en el ámbito de la psicología del deporte.
Según García-Parra, González y Garcés de los Fayos (2016), en el ámbito del deporte se han formulado pocas definiciones específicas de Burnout, la mayoría de autores han asumido y adaptado la proveniente del marco teórico general que propusieron Maslach y Jackson (1981). A partir de éste modelo, Pines y Kafry (1978, 1981) definen el burnout como “una experiencia general de agotamiento físico, emocional y actitudinal”.
Maslach y Jackson (1981) conceptualizan el burnout como un cansancio emocional que lleva a una pérdida de motivación y que suele progresar hacia sentimientos de inadecuación y fracaso. Lo entienden como un síndrome tridimensional caracterizado por agotamiento emocional, despersonalización y baja realización personal.
“Estado actual del estudio del síndrome de burnout en el deporte”
El primer trabajo centrado en el estudio de burnout en deportistas fue de Flippin en 1981, desde este momento la consolidación teórica de este constructo en el ámbito de la psicología del deporte ha sido cada vez más evidente. En el ámbito del deporte se han formulado pocas definiciones específicas de Burnout, la mayoría de autores han asumido y adaptado la proveniente del marco teórico general que propusieron Maslach y Jackson (1981). A partir de éste modelo,
En general, estos deportistas mostraron desinterés en el programa de entrenamiento, una desmejora en su rendimiento deportivo y, en casos extremos, el retiro temporal o definitivo de la actividad.
Continuará…
Fuentes y enlaces