- El juego ha surgido de manera universal; está presente en todos los seres humanos y, por tanto, en todas las culturas y en la expresión de todos los niños de desarrollo normal.
- Algunos autores coinciden en afirmar que jugar, en toda su rica variedad, es uno de los mayores logros de la especie humana; inclusive junto al lenguaje, la cultura y la tecnología.
- El milenario ajedrez, forma es un juego de tipo cognitivo, porque principalmente desarrollan habilidades de pensamiento y razonamiento.
El juego es anterior a cualquier cultura
Una de sus características, es que el juego va más allá de la pura diversión; es una actividad atractiva, voluntaria y espontánea; una forma en que los niños pueden probar sus límites (qué son, qué pueden hacer y hasta dónde llegar), participar en nuevas experiencias y aprender sobre sí mismos y otros.
Desde tiempos inmemoriales, el juego forma parte del comportamiento y de la cultura de cada grupo humano. Los niños de todas las épocas y lugares han jugado, solos o en grupos. Por lo tanto, se trata de una actividad natural del ser humano que está presente a lo largo de toda su vida.
Siendo así, admitamos que el juego ha surgido de manera universal; está presente en todos los seres humanos y, por tanto, en todas las culturas y en la expresión de todos los niños de desarrollo normal.
En relación con su antigüedad, Huizinga (1990), afirma que: "
"El juego es anterior a cualquier cultura por lo que hay que remontarse a los primeros pobladores del planeta Tierra; además, señala que ha habido un factor de competición lúdica más antigua que la propia cultura que impregna toda la vida a la manera de un fermento cultural, por lo que podemos decir que el juego fue parte integrante de la civilización en sus primeras fases. La civilización surge con el juego y como juego para no volver a separarse nunca más de él”.
Por otra parte, Richerson y Boyd (2005), al referirse a la cultura; se expresan en los siguientes términos:
“La cultura, está constituida por el conjunto de ideas, destrezas, valores, creencias, lenguajes y actitudes susceptible de ser adquirido mediante imitación, enseñanza y otras formas de aprendizaje social indirecto como, por ejemplo, la facilitación social de la atención hacia determinadas acciones u objetos. La cultura es información que se transmite y que condiciona la conducta que desarrollan los individuos”.
Con base en los conceptos emitidos por estos reconocidos autores (Huizinga, Boyd y Richerson), existe una relación muy cercana entre estos dos conceptos; juego y cultura, De hecho, Corsaro (1985), señala que los juegos que jugamos crean un vínculo cultural común que vincula a los niños con las generaciones anteriores; pero también crea un vínculo cultural entre los propios niños.
¿Puede ser considerado el juego como un logro de la humanidad?
Sí. Algunos autores coinciden en afirmar que jugar, en toda su rica variedad, es uno de los mayores logros de la especie humana; inclusive junto al lenguaje, la cultura y la tecnología. Sin juego, ninguno de estos otros logros sería posible.
Es tan importante el juego, que ha sido reconocido por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU, 1959), como derecho fundamental de los niños. La Convención sobre los Derechos del Niño, como tratado internacional, establece una serie de derechos específicos a favor de las niñas, niños y adolescentes. Asimismo, por su carácter vinculante, obliga a los Estados partes a que sus preceptos se incluyan en sus políticas nacionales.
Ahora bien, uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta en relación con este logro, es su contribución del juego al desarrollo de la personalidad de los individuos.
En general, al hablar de juego, los niños lo entienden como algo divertido; una acción o actividad que les hace disfrutar y pasarla bien junto a sus compañeros y amigos. Probablemente es la actividad más importante para el desarrollo de los niños; porque mediante este relacionan los conocimientos que ya han adquirido con otros nuevos, formando así procesos de aprendizaje individual.
Los niños aprenden a partir de las relaciones con sus compañeros, adultos significativos y el mundo que los rodea. Mediante estas interacciones experimentan una gama completa de sus sentidos y sentimientos, cómo se mueven sus cuerpos a través del espacio y cómo su imaginación puede crear mundos alternativos de existencia.
Y los niños se benefician con su participación en juegos; allí la expresión creativa de pensamientos, sentimientos y emociones, así como las exigencias físicas, interactúan en el proceso dinámico del juego. En este sentido, el juego involucra al niño como un todo.
Algunas investigaciones apoyan la idea de que, en los primeros años de la vida, el juego, como medio educativo, es un elemento muy importante porque aporta mucho en el desarrollo cognitivo, social, emocional y en la formación de la personalidad. A través del juego los niños enriquecen su mente, estimulan su fantasía, crean situaciones y les dan solución.
En relación con el juego social, investigadores como Bateson (1972) concluyen que los niños aprenden las pautas necesarias para jugar exitosamente con otros, así como las reglas necesarias para comenzar y detener el juego.
El juego es un instrumento de aprendizaje muy importante, que contribuye al desarrollo de las funciones cognitivas, sociales, emocionales, psicomotores y en el proceso de formación de la personalidad.
¿El juego puede ser visto como un proceso?
Sí, como un proceso de aprendizaje. El juego es universal y mediante él, los niños aprenden y se desarrollan de forma continua, lo que se traduce en individuos saludables y bien equilibrados a través del juego. Investigadores como Moore, Goltsman y Iacofano (1992), señalan que “Las oportunidades de juego de buena calidad tienen un impacto significativo en el desarrollo infantil”
Han sido muchos los cambios observados en el juego infantil de las últimas seis décadas; cambios de forma, contenido, lugar donde se desarrolla, etc. Por ejemplo, en la mayoría de las grandes ciudades del Occidente, el juego ha pasado de ser casi exclusivamente una actividad al “aire libre” a una actividad que a menudo se sitúa en el interior de las casas frente a televisores, computadoras, tablets, teléfonos y otros dispositivos.
El juego libre, llamado tradicionalmente “al aire libre”, es aquel en el cual los niños repiten, adaptan y refinan todo tipo de movimientos en varias combinaciones, cultivando así sus habilidades físicas, su desarrollo y su salud. Los mismos se clasifica en cuatro categorías; a saber: juegos cognitivos, juegos sociales, juegos de desarrollo físico y juegos de desarrollo emocional.
Esta actividad infantil, ha sido afectada principalmente por los procesos de urbanización que reclaman cada día, mayores espacios para el desarrollo inmobiliario. Así mismo, las escuelas (en las que se desarrolla el juego interior), también son afectadas por la reducción de espacio, se han preocupado más por el desarrollo académico sacrificando el juego libre.
El juego al aire libre es muy diferente al juego interior; precisamente derivadas de la utilización del espacio, la luz ambiental, la organización de los grupos, etc. Por ejemplo, las habilidades específicas (motoras y emocionales), desarrolladas durante el juego al aire libre no pueden expresarse completamente a través del juego interior solo.
Los principales beneficios del juego al aire libre son múltiples; por ejemplo, los beneficios del sistema cardiovascular y el músculo esquelético. Según Shepard (1997), esta actividad física promueve el aumento del flujo de sangre al cerebro, lo que contribuye con su desarrollo cognitivo.
Igualmente, debemos tomar en cuenta la relación juego al aire libre – escuela es importante porque el juego es una parte integral de la educación de los niños debido a que promueve niños saludables física y psicológicamente. Siendo así, tendrán una mejor oportunidad de convertirse en adultos sanos; generando a su vez, una comunidad sana.
El ajedrez como modelo de juego cognitivo
Los juegos cognitivos, son aquellos que principalmente desarrollan habilidades de pensamiento y razonamiento. Esto incluye movimientos musculares repetitivos para explorar el entorno; por ejemplo: juegos de exploración, juegos de simulación, juegos de construcción, etc. Así mismo el juego es un estímulo para la atención y la memoria; además, origina y desarrolla la imaginación y la creatividad
Entre estos juegos, se encuentra el ajedrez; el cual, conjuntamente con el xiangqi, go, el bridge, el póker, forma parte de los juegos o deportes de la mente por ser actividades en las que su desarrollo está predominantemente asociado a una estrategia abstracta.
Desde el punto de vista de las reglas básicas para su desarrollo, el ajedrez es un juego secuencial porque, para el desarrollo del mismo, los jugadores hacen movimientos alternos; primero juega el conductor de las piezas blancas y luego el de las negras; y así sucesivamente, hasta la finalización de la partida; cuyo resultado puede ser: ganar, perder o empatar.
Según lo establecido en las "Leyes del Ajedrez FIDE" (2018), su Artículo 1: Naturaleza y objetivos de la partida de ajedrez; 1.1. La partida de ajedrez se juega entre dos adversarios que mueven alternativamente sus propias piezas sobre un tablero cuadrado, llamado “tablero de ajedrez”.
El hecho de que en este juego dos contrincantes dispongan de un conjunto de piezas y las muevan, buscando la rendición del contrario, no lo convierte en un juego bélico. Entendamos que el juego de ajedrez es una metáfora de tipo bélico; esto es, la simulación de una batalla en la que se enfrentan dos inteligencias, dos visiones diferentes, con sus principios y estrategias relativas a cómo vencer al otro sobre un terreno en el cual las condiciones iniciales son idénticas para cada uno de los contendientes.
Fuentes
- Bateson, G. (1972). Pasos hacia una ecología de la mente. Una aproximación revolucionaria a la autocomprensión del hombre, Buenos Aires: Lolhé-Lumen [1998].
- Blanco, U. (2020). Ajedrez, ciencia cognitiva y educación (s/p)/
- Corsaro, William A. (1985). Friendship and Peer Culture in the Early Years. English edition.
- Fèdèration Internationale des Échecs (2018), “Leyes del ajedrez” Moore, R., Goltsman, S. y Iacofano, D. (1992). Play for All Guidelines: Planning, Designing and Management of Outdoor Play Settings for All Children 2nd Edition Richerson, P. & Boyd, R. (2005).
- Not By Genes Alone: How Culture Transformed Human Evolution Huizinga, J. (1990). Homo Ludens. Madrid: Alianza Ed.
- UNICEF (2011). Derechos fundamentales del niño
Enlaces