¿Cuáles son los fines del ajedrez en las escuelas?

por Uvencio Blanco Hernández
14/12/2020 – Para aproximarnos a una respuesta adecuada, tendríamos entonces que plantearnos otras interrogantes; entre ellas, ¿cuáles son los fines de la educación? Esta pregunta es pertinente hacerla, porque nos interesa reforzar o descubrir los enlaces existentes entre el ajedrez, en tanto herramienta educativa, y el vasto dominio en la cual la misma será aplicada: la educación. Artículo por Dr. Uvencio Blanco. | Foto: Deutsche Schachjugend (XII Congreso de Ajedrez Escolar)

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  • Interesa reforzar o descubrir los enlaces existentes entre el ajedrez, en tanto herramienta educativa, y el vasto dominio en la cual la misma será aplicada: la educación.
  • Algunos sistemas educativos están generando escolares que rara vez usan las habilidades de pensamiento crítico para resolver problemas de tipo académico, del mundo real O de la vida cotidiana
  • La enseñanza sistemática del ajedrez comparte, con la escuela, el propósito del desarrollo del pensamiento, la educación en valores y el facilitar hábitos y patrones virtuosos del carácter

La escuela como forjadora de nuevos ciudadanos

Por eso, es importante aclarar esta relación; entendiendo que, en principio, la escuela es una institución formadora de futuros ciudadanos; acción que no ejerce sola, sino que la comparte con el hogar porque estimula y refuerza dicha formación.

Esto implica un proceso de hacer consciente la existencia de nuevos conocimientos, ideas y experiencias. Luego, llevarlos a la mente en la cual se elaborarán juicios críticos, acciones y decisiones a tomar, en pro de un mayor bienestar del individuo.

Pero, sobre todo, el ejercicio de la educación transmite y fortalece valores y, entre ellos está el estudio, el trabajo, la tolerancia, la responsabilidad, la sabiduría y la verdad, entre otros.

Es tan importante este fin, relativo a la formación de valores, que todas las constituciones del mundo lo contemplan. Por ejemplo, la de la República Argentina establece en su Artículo 3º:

“La educación es una prioridad nacional y se constituye en política de Estado para construir una sociedad justa, reafirmar la soberanía e identidad nacional, profundizar el ejercicio de la ciudadanía democrática, respetar los derechos humanos y libertades fundamentales y fortalecer el desarrollo económico”

Por su parte, la Constitución del Reino de España, en su artículo 27, instituye:

“Todos tienen el derecho a la educación y se reconoce la libertad de enseñanza la educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los  principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones la enseñanza básica es obligatoria y gratuita los poderes públicos garantizan el derecho de todos a la educación, mediante una programación general de la enseñanza, con participación efectiva de todos los sectores…”

Finalmente, en la Constitución Nacional de la República de Venezuela, puede leerse los siguiente:

Artículo 102.- La educación es un derecho humano y un deber social fundamental, es democrática, gratuita y obligatoria. El Estado la asumirá como función indeclinable y de máximo interés en todos sus niveles y modalidades, y como instrumento del conocimiento científico, humanístico y tecnológico al servicio de la sociedad. La educación es un servicio público y está fundamentada en el respeto a todas las corrientes del pensamiento, con la finalidad de desarrollas el potencial creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su personalidad en una sociedad democrática basada en la valoración ética del trabajo y en la participación activa, consciente y solidaria en los procesos de transformación social, circunstanciados con los valores de la identidad nacional y con una visión latinoamericana y universal...”

Sistemas educativos que no enseñan a pensar

Y, así en general, palabras más o palabras menos, las diferentes cartas magnas insisten en los mismos contenidos: democracia, derechos, valores, libertad de pensamiento, etc. Sin embargo, cuando vamos a los hechos, podemos observar que algunos sistemas educativos no están educando para la formación de niños capaces de enfrentar los retos propios de la sociedad de principios del S. XXI. Estos sistemas están generando escolares que rara vez usan las habilidades de pensamiento crítico para resolver problemas de tipo académico, del mundo real O de la vida cotidiana.

En este sentido, vale recordar que hace más de 250 años, Benjamín Franklin, uno de los padres fundadores de la unión americana, afirmo que

“Muchas cualidades valiosas de la mente pueden ser adquiridas y fortalecidas con el ajedrez”

Por lo tanto, hay autores que proponen que los planes de estudio deben ser revisados para permitir a los escolares “aprender a pensar”. Y lo hacen sobre la base de que el juego de ajedrez posee una estrategia pedagógica apropiada, que puede estimular sostenidamente, el pensamiento crítico en los escolares.

Al hablar de pensamiento crítico, nos estamos refiriendo –precisamente- a una de las habilidades más valoradas por la educación.

En términos generales, “pensamiento crítico” implica la realización de un ejercicio de duda e interrogatorio permanente; de expresión de incertidumbre sobre juicios, dogmas, estereotipos, afirmaciones y axiomas absolutos, que están presentes en nuestro entorno como, por ejemplo, los estereotipos y las llamadas “fakes news” o falsas noticias.

Con una posición crítica, el individuo intenta tener una idea justificada de la realidad y no aceptar ciegamente lo que otros le digan o informen.

Es por esto y otras cualidades, que el pensamiento crítico es un objetivo educativo ampliamente aceptado en la mayoría de los sistemas educativos, sobre la base del respeto a la dignidad humana, la autonomía y la preparación de los estudiantes; para el desempeño de una ciudadanía exitosa.

En la obra “Sistema Instruccional de Ajedrez” (1995), afirmamos que el ingreso del ajedrez en la escuela se justificaba porque, entre otros criterios, el ajedrez,

“estimula el desarrollo de habilidades cognitivas tales como: atención, memoria, inteligencia, pensamiento lógico - matemático, pensamiento crítico, etc. capacidades fundamentales para la evolución ulterior del individuo”

Igualmente, en ¿Por qué el ajedrez en las escuelas? (1998), estimamos que, 

“la enseñanza sistemática del ajedrez comparte, con la escuela, el propósito del desarrollo del pensamiento, la educación en valores y el facilitar hábitos y patrones virtuosos del carácter”

Además, la investigación indica que los niños que practican ajedrez muestran un mejor desempeño en tareas ejecutivas de planificación, inhibición, memoria de trabajo y flexibilidad cognitiva.

La práctica de ajedrez durante la niñez exige la ejecución de diferentes procesos cognitivos ejecutivos, lo que sugiere que el ajedrez sería una herramienta efectiva para favorecer el desarrollo de las Funciones Ejecutivas durante la niñez.

Así mismo, la habilidad para anticipar, planificar los movimientos antes de realizarlos y analizar la efectividad de las jugadas o combinaciones ya ejecutadas, serían los procesos ejecutivos implicados en el juego de ajedrez.

Los fines del ajedrez en la educación

Entonces, ¿cuáles son los fines del ajedrez en las escuelas? La respuesta a esta interrogante es que la enseñanza sistemática del ajedrez está en línea directa con la consecución de los fines de la educación emanados de la carta magna, las leyes de educación y cultura y el currículo de la nación en la cual se apliquen proyectos o programas de enseñanza del ajedrez. Porque este juego contribuye con el proceso de formación en valores y el desarrollo de habilidades cognitivas para la construcción de una personalidad más armónica en los jóvenes ciudadanos, aptos para la vida en sociedad.

Fuente: Sistema instruccional de ajedrez (Blanco, U. 1995). Por qué el ajedrez en las escuelas? (Blanco, 1998)

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Uvencio Blanco Hernández, Venezuela. Comisión Ajedrez y Educación FIDE. Escritor, Investigador, Conferencista, Árbitro Internacional, Organizador Internacional, Entrenador, Profesor de Ajedrez ECU y Lead School Instructor FIDE.

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