Una pregunta extraña: ¿puede existir pasión por lo interdisciplinario?
Hemos realizado una revisión sobre el tema y, aunque la información encontrada no es muy abundante. Podemos afirmar que, efectivamente, sí es posible hablar de una «pasión» por lo interdisciplinario.
A los efectos del presente artículo, entenderemos por pasión un sentimiento muy intenso y profundo que domina a una persona y la impulsa a actuar o a perseguir con vehemencia un objetivo, una actividad, una idea o incluso a otra persona.
Unlock the secrets of one of the most resilient and strategic openings in chess with our comprehensive video course, “The Caro-Kann Defence.”Al referirnos a interdisciplinas, se trata de un motor increíblemente poderoso para la innovación y el avance del conocimiento. No se trata solo de una preferencia académica o metodológica; para muchas personas, es una forma intrínseca de ver y entender el mundo, una necesidad de conectar puntos que otros podrían ver como separados.
La pasión por lo interdisciplinario surge de la convicción de que los problemas complejos de la realidad no pueden resolverse, ni siquiera entenderse plenamente, desde una única perspectiva disciplinar. Es la curiosidad de explorar las conexiones ocultas, de ver cómo el conocimiento de un campo ilumina el de otro, y de construir soluciones más holísticas y efectivas.
Recordemos que se llama interdisciplinario (o interdisciplinar) a todo estudio, investigación, actividad o enfoque que se realiza mediante la cooperación e interacción de varias disciplinas o campos de conocimiento.
Para una mejor comprensión del concepto, tengamos en cuenta la existencia de puntos clave que lo definen:
Integración de conocimientos
A diferencia de la multidisciplinariedad (donde varias disciplinas trabajan en paralelo sobre un mismo tema, pero sin fusionar sus métodos o conceptos), la interdisciplinariedad implica una verdadera fusión e integración de enfoques, teorías, metodologías y datos de diferentes campos.
Problemas complejos
Surge de la necesidad de abordar problemas o fenómenos que son tan complejos que no pueden ser comprendidos o resueltos de manera adecuada desde la perspectiva de una sola disciplina.
Creación de nuevo conocimiento
Al combinar y sintetizar conocimientos de distintas áreas, el enfoque interdisciplinario busca generar nuevas perspectivas, soluciones innovadoras y, a menudo, incluso nuevas ramas de conocimiento (como la bioquímica, la socioantropología, o la bioética).
Colaboración y comunicación
Requiere una comunicación efectiva y una colaboración activa entre especialistas de diferentes campos, quienes deben aprender a entender y valorar las perspectivas y el «lenguaje» de las otras disciplinas.
Visión holística
Promueve una comprensión más completa y holística de los objetos de estudio, reconociendo que la realidad no está dividida en «disciplinas» sino que es un entramado complejo de interacciones.
Y en el campo de la educación, ya hemos dicho que:
La interdisciplinariedad en educación es un enfoque metodológico que integra conocimientos, habilidades y metodologías de diferentes disciplinas para abordar problemas, fenómenos o temas de manera holística. En lugar de enseñar cada materia de forma aislada, este enfoque busca conexiones entre distintas áreas del saber, promoviendo una comprensión más profunda y significativa en los estudiantes. (ChessBase, 04/07/2025).-
De tal manera que, lo interdisciplinario va más allá de simplemente poner varias disciplinas juntas; implica que estas interactúen, se influyan mutuamente y combinen sus fuerzas para alcanzar un objetivo común o para generar un entendimiento más profundo de un fenómeno.
Un ejemplo clásico de pasión interdisciplinaria: La neurociencia cognitiva
Una de las áreas del conocimiento que más han llamado mi atención como profesional de la docencia y sus aplicaciones al ajedrez, es la de la neurociencia cognitiva.
Precisamente, un gran ejemplo de esta pasión se encuentra en este constructo: neurociencia cognitiva. Descubrimos que, históricamente, el estudio de la mente y el cerebro estaba fragmentado, a saber:
-La Psicología estudiaba la mente, el comportamiento, la percepción y la memoria.
-La Neurobiología se centraba en las células, los circuitos y las estructuras del cerebro.
-La Informática y la Inteligencia Artificial desarrollaban modelos computacionales y algoritmos.
-La Lingüística analizaba el lenguaje y su estructura.
-La Filosofía reflexionaba sobre la conciencia y la naturaleza del conocimiento.
Durante mucho tiempo, estas disciplinas operaron en silos o ambientes aislados, con poca interacción. Sin embargo, visionarios y pensadores con una pasión por lo interdisciplinario comenzaron a darse cuenta de que para entender realmente cómo pensamos, aprendemos, recordamos o percibimos, necesitaban ir más allá de los límites de una sola área.
Entonces, la neurociencia cognitiva nació de esta necesidad y pasión. Es un campo que fusiona:
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-Psicología Cognitiva: para entender los procesos mentales.
-Neurobiología: para localizar y comprender la base neural de esos procesos.
-Ciencias de la Computación: para modelar y simular funciones cerebrales.
-Física (Resonancia Magnética Funcional, EEG): para desarrollar herramientas de imagen cerebral que permiten «ver» el cerebro en acción.
-Filosofía de la Mente: para enmarcar las grandes preguntas sobre la conciencia y la identidad.
Gracias a esta pasión por la integración, la neurociencia cognitiva ha logrado avances monumentales. Podemos, por ejemplo, identificar las áreas del cerebro que se activan cuando una persona toma una decisión ética (combinando neurobiología y filosofía), o comprender cómo los niños adquieren el lenguaje a través de la interacción de estructuras cerebrales y factores sociales (fusionando neurociencia, lingüística y sociología).
La pasión aquí radica en la creencia de que la verdad y la solución a los problemas más apremiantes residen en la síntesis de conocimientos, no en su aislamiento. Es la emoción de descubrir una nueva perspectiva al cruzar fronteras disciplinarias y la determinación de construir puentes donde antes solo había muros.
Un ejemplo de pasión interdisciplinaria en medicina: La salud global
Un área donde la pasión por lo interdisciplinario es absolutamente fundamental es la Salud Global. Tradicionalmente, la medicina se ha centrado en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades a nivel individual o de poblaciones locales. Sin embargo, los desafíos de salud del siglo XXI —pandemias, resistencia a los antibióticos, enfermedades crónicas no transmisibles, impacto del cambio climático en la salud, y las desigualdades en el acceso a la atención— son inherentemente globales y complejos.
Aquí es donde entra la pasión por lo interdisciplinario. Las personas que se dedican a la salud global entienden intuitivamente que, para abordar el Ébola en África Occidental, la diabetes en economías emergentes, o la contaminación del aire en megaciudades, no basta con médicos, enfermeras o epidemiólogos. Requiere la integración de perspectivas y conocimientos de múltiples campos. Por ejemplo:
-Medicina y Enfermería: Para el diagnóstico, tratamiento, atención al paciente y salud pública.
-Epidemiología y Bioestadística: Para comprender los patrones de las enfermedades y evaluar intervenciones.
-Economía: Para analizar los costos de las enfermedades, la financiación de la salud y las políticas de desarrollo.
-Sociología y Antropología: Para entender los determinantes sociales y culturales de la salud, las creencias locales y las barreras para la adopción de prácticas saludables (¡aquí es donde su experiencia en Antropología Médica brilla!).
-Ciencias Políticas y Derecho: Para formular políticas de salud internacionales, regulaciones y acuerdos sanitarios.
-Ciencias Ambientales: Para comprender cómo el cambio climático, la contaminación y la degradación del medio ambiente afectan la salud humana.
-Tecnología y Datos (Big Data, IA): Para la vigilancia de enfermedades, el desarrollo de herramientas de diagnóstico y la gestión de la información de salud a gran escala.
-Comunicación: Para diseñar campañas de salud pública efectivas y combatir la desinformación.
Visto así, la pasión por lo interdisciplinario en salud global impulsa a los profesionales a no solo consultar a expertos de otras áreas, sino a colaborar activamente con ellos, a aprender su lenguaje, a sintetizar diferentes marcos conceptuales y a diseñar soluciones que abarquen todas estas dimensiones.
Por ejemplo, un equipo apasionado por la salud global no solo investigaría una nueva vacuna, sino que también analizaría:
-¿Cómo se distribuirá equitativamente la vacuna en países con infraestructura limitada? (Economía, Logística)
-¿Qué factores culturales podrían influir en la aceptación de la vacuna en diferentes comunidades? (Antropología, Sociología)
-¿Cómo las políticas de comercio internacional afectan el acceso a medicamentos esenciales? (Ciencias Políticas, Derecho)
-¿Cómo el cambio climático podría generar nuevos patrones de enfermedades infecciosas que requieren nuevas respuestas? (Ciencias Ambientales)
Esta integración profunda es lo que genera soluciones más robustas, equitativas y sostenibles, y es impulsada por esa sed de conocimiento y la convicción de que las mejores respuestas surgen de la confluencia de múltiples disciplinas.
Fuentes
Entre Capablanca y Carlsen en cuanto al estilo, entre Fischer y Kasparov en lo que respecta a la cronología, Anatoly Karpov tiene mucho que enseñar sobre su sentido de la coordinación y la armonía.Blanco Hernández, U. Lo interdisciplinario en educación. ChessBase, 04/07/2025.-
Boix Mansilla, V. (2010). Learning to interdiscipline: The challenges of working across disciplines. Journal of Curriculum Studies, 42(1), 1-23.
Gardner, H. (2006). Five minds for the future. Harvard Business School Press.
Choi, B. C. K., & Pak, A. W. P. (2006). Multidisciplinarity, interdisciplinarity and transdisciplinarity in health research, services, education and policy: 1. Definitions, objectives, and evidence of effectiveness. Clinical and Investigative Medicine, 29(6), 351–364.
Cummings, C. L., & Miller, J. (2020). Interdisciplinary teaching and learning in higher education: A practical guide for faculty. Routledge.
Davies, G. (2019). The science and politics of global health: A history. Johns Hopkins University Press.
Long, T., & Johnson, M. (2018). Health sciences research: A handbook for success. Springer.
Morse, J. M. (2007). Toward a praxis of interdisciplinarity. Qualitative Health Research, 17(5), 683–689.
National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. (2015). Facilitating interdisciplinary research. The National Academies Press.
Rosenberg, C. E. (2002). The tyranny of diagnosis: Specificity and ideology in American medicine. Bulletin of the History of Medicine, 76(4), 847–873.
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