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El 14 de octubre de 1066, Guillermo el Conquistador y su ejército invasor derrotaron a las fuerzas del rey Haroldo Godwinson en Hastings, Inglaterra. Guillermo había cruzado el Canal de la Mancha desde el ducado de Normandía, en Francia, para reclamar lo que para él era el trono inglés prometido por el rey Eduardo el Confesor, predecesor de Harold. Con la victoria, Guillermo llevaría el estilo de vida normando a Inglaterra y transformaría su paisaje social, cultural y político. A lo largo de cientos de años, el país evolucionaría desde sus inicios anglosajones hasta la Inglaterra conocida hoy.
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Exponente del ajedrez romántico y de los genios adelantados a su tiempo, disfrute aprendiendo ajedrez con Paul Morphy
Se trata de Hastings, la ciudad costera conocida principalmente por la batalla de un día de octubre que se convirtió en un importante punto de inflexión en la historia. Todo lo demás, tal vez, palidece en importancia, pero cabe destacar que esta misma ciudad le ha dado acogida al ajedrez. El Congreso Internacional de Ajedrez de Hastings, que se celebra cada fin de año, no sólo es un acontecimiento de primera categoría, sino una tradición de más de un siglo. Es el torneo más antiguo del mundo.
Una de las primeras ediciones de los torneos de Hastings resulta ser también la más famosa. En 1882, los residentes de Hastings formaron el Club de Ajedrez de Hastings y Leonards, que creció a mediados de 1890. Con fondos donados por residentes ricos y generosos ingleses, el club invitó a los mejores juagdores del momento a participar en el Congreso de Verano de Hastings de 1895. Más de ochocientos años después de la batalla entre Guillermo y Haroldo, el torneo fue una batalla en sí misma. Por su alineación y por la belleza de las partidas producidas, el evento es ahora considerado un hito histórico.
Consideremos el ranking de ChessMetrics de 1895:
| # | Jugador | Rating | +/- |
| 1 | Tarrasch, Siegbert | 2714 | 56 |
| 2 | Lasker, Emanuel | 2699 | 53 |
| 3 | Chigorin, Mikhail I | 2647 | 54 |
| 4 | Steinitz, Wilhelm | 2645 | 53 |
| 5 | von Bardeleben, Curt | 2614 | 57 |
| 6 | Pillsbury, Harry N | 2581 | 54 |
| 7 | Teichmann, Richard | 2580 | 57 |
| 8 | Walbrodt, Carl A | 2560 | 57 |
| 9 | Gunsberg, Isidor | 2558 | 61 |
| 10 | Blackburne, Joseph | 2549 | 56 |
Todos desde Siegbert Tarrasch hasta Joseph Henry Blackburne participaron, lo que significa que el evento reunió a los diez mejores jugadores del mundo ese año. Incluso para los estándares de hoy en día, esto es llamativo, pues no todos los supertorneos pueden reunir a los diez mejores jugadores del mundo.
Estaba, por supuesto, Emanuel Lasker, que acababa de arrebatar el título mundial a Wilhelm Steinitz el año anterior. Lasker se alzó con el campeonato mundial sólo cinco años después de su primera aparición internacional en 1889, y muchos creían que todavía no había demostrado su verdadera fuerza. Lasker buscaba probarse a sí mismo en Hastings 1895, el primer supertorneo de su carrera.
También estaba el campeón depuesto, Wilhelm Steinitz, que había sido un jugador de primera fila desde la década de 1860. Aunque ya había pasado su mejor momento y se acercaba al final de su carrera, sus compañeros no podían pasar por alto su influencia. Con su trabajo como periodista en la década de 1870, Steinitz había difundido los principios del juego clásico a través de sus libros y escritos, y el ajedrez había pasado de la era romántica a la clásica en 1895, en gran parte gracias a él.
Mikhail Chigorin, el aspirante al campeonato mundial de 1889 y 1892 y el último de los grandes románticos, también llegó a jugar. También lo hizo Tarrasch, que entonces era un temible jugador de torneos. Había ganado cinco eventos internacionales entre 1888 y 1894, y había dejado pasar la oportunidad de desafiar a Steinitz por el título mundial debido a su práctica médica. Isidor Gunsberg era otro aspirante al título mundial.
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En esta entrega de la serie se analiza la obra de uno de los más grandes del ajedrez: Alexander Alekhine. Aunque se ha dicho mucho sobre él, sus partidas desprenden nuevos destellos a la luz de los conocimientos más actuales.
El resto de los participantes, Curt von Bardeleben, Richard Teichmann, Carl August Walbrodt, Blackburne y Harry Nelson Pillsbury, no habían sido aspirantes al título, al menos todavía, pero eran muy fuertes. Pillsbury, en particular, era un jugador en ascenso. No se sabía mucho de él, salvo que había sorprendido en Estados Unidos con resultados impresionantes. El Club de Ajedrez de Brooklyn patrocinó su participación en Hastings, la cual fue su primera aparición internacional. Estaba por verse si podría enfrentarse a la dura oposición europea.
El resto de los participantes eran maestros canosos o en ascenso, deseosos de dejar su huella. Emanuel Schiffers, Amos Burn, James Mason, Henry Bird, Adolf Albin, George Marco, Samuel Tinsley, William Pollock, Jacques Mieses y Benjamin Vergani eran los veteranos, que tenían más de 30 años, algunos más de 40. David Janowski y Carl Schlechter, en cambio, eran las estrellas emergentes de la nueva generación. Sus mejores años estaban por delante, y acabarían jugando matches por el título con el propio Lasker más de una década después.
Con un formato de todos contra todos a una vuelta, los veintidós participantes jugaron veintiuna rondas. Los emparejamientos de la primera a la última ronda se determinaban por sorteo, pero no se revelaban hasta la mañana de cada día de juego. El control de tiempo se fijó en treinta movimientos para las dos primeras horas, y quince movimientos para cada hora siguiente. El torneo se celebró del 5 de agosto al 2 de septiembre, en el Instituto Brassey, la actual Biblioteca Pública de Hastings.
El Instituto Brassey
Las primeras rondas fueron una carrera entre cinco participantes: Chigorin, Pillsbury, Lasker, Steinitz y von Bardeleben. Chigorin consiguió ocho victorias en sus primeras nueve partidas para liderar con 8 puntos. Pillsbury y von Bardeleben estaban justo detrás con 7½ puntos. Lasker estaba un poco más atrás, con 7. Steinitz había liderado después de cinco rondas, concediendo sólo un empate, pero cuatro derrotas consecutivas de la sexta a la novena ronda lo alejaron del pelotón.
En la décima ronda, Steinitz logró su famosa victoria brillante sobre von Bardeleben. La derrota debió de afectar a Bardeleben, ya que sufrió más derrotas el resto del camino. Eso dejó sólo a Chigorin, Pillsbury y Lasker luchando por el primer puesto. Ellos lideraban conjuntamente después de diecisiete rondas con 13½ puntos.
Pillsbury perdió ante Schlechter en la siguiente ronda, pero Lasker también cayó, ante Tarrasch y Blackburne en las rondas diecinueve y veinte. Chigorin estaba a punto de llevarse la victoria en el torneo. Sin embargo, una derrota en la vigésima ronda ante Janowski le dejó medio punto por detrás de Pillsbury al llegar a la última ronda. Lasker estaba medio punto detrás de Chigorin.
En la última ronda, Chigorin se enfrentó a Schlechter y Pillsbury a Gunsberg. Pillsbury eligió una partida tranquila, pero, al ver que Chigorin tomaba la iniciativa contra Schlechter, jugó a ganar en una posición igualada. El resultado fue un asombroso final de caballso, que prácticamente selló la victoria de Pillsbury sea cual sea el resultado de las partidas de Chigorin y Lasker.
Así, en un torneo que incluía a dos campeones del mundo (Steinitz y Lasker), y quienes llegarían a ser cinco aspirantes al título mundial (Chigorin, Gunsberg, Tarrasch, Janowski y Schlechter), fue el relativamente desconocido Pillsbury quien se quedó con la victoria.
Learning from the World Champions
Es posible sacar muchas enseñanzas de las partidas de los campeones del mundo. Sergey Tiviakov nos enseña cómo lograrlo, con muchas indicaciones prácticas para todo tipo de ajedrecistas.
| Rg. | Nombre | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 | 11 | 12 | 13 | 14 | 15 | 16 | 17 | 18 | 19 | 20 | 21 | 22 | Pts. |
| 1 | Harry N. Pillsbury | 0 | 0 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 0 | ½ | ½ | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | ½ | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 16.5 | |
| 2 | Mikhail I. Chigorin | 1 | 1 | 1 | 0 | 0 | 1 | 1 | 1 | 1 | ½ | 0 | 1 | 1 | 1 | ½ | 1 | ½ | 1 | 1 | ½ | 1 | 16.0 | |
| 3 | Emanuel Lasker | 1 | 0 | 0 | 1 | 1 | 1 | 0 | 1 | 0 | 1 | 1 | 1 | ½ | 1 | 1 | 1 | ½ | 1 | 1 | ½ | 1 | 15.5 | |
| 4 | Siegbert Tarrasch | 0 | 0 | 1 | 1 | 1 | 0 | ½ | ½ | 1 | 1 | 1 | 1 | 0 | ½ | 1 | 1 | 1 | 0 | 1 | ½ | 1 | 14.0 | |
| 5 | William Steinitz | 0 | 1 | 0 | 0 | 1 | ½ | 1 | ½ | 1 | 1 | 0 | ½ | 1 | 1 | 0 | 1 | 1 | 0 | 1 | ½ | 1 | 13.0 | |
| 6 | Emanuel S. Schiffers | 0 | 1 | 0 | 0 | 0 | ½ | ½ | 0 | 1 | 1 | 1 | ½ | ½ | 1 | 1 | ½ | 0 | 1 | 1 | ½ | 1 | 12.0 | |
| 7 | Richard Teichmann | 0 | 0 | 0 | 1 | ½ | ½ | ½ | ½ | 0 | 0 | ½ | 1 | 1 | 0 | 1 | 1 | ½ | ½ | 1 | 1 | 1 | 11.5 | |
| 8 | Curt Von Bardeleben | 0 | 0 | 1 | ½ | 0 | ½ | ½ | ½ | 0 | 0 | ½ | 1 | 1 | 1 | ½ | 1 | ½ | 1 | 0 | 1 | 1 | 11.5 | |
| 9 | Carl Schlechter | 1 | 0 | 0 | ½ | ½ | 1 | ½ | ½ | ½ | ½ | 0 | 1 | 1 | ½ | ½ | ½ | ½ | ½ | 1 | ½ | 0 | 11.0 | |
| 10 | Joseph H. Blackburne | ½ | 0 | 1 | 0 | 0 | 0 | 1 | 1 | ½ | 0 | 1 | 1 | 0 | 0 | ½ | 0 | 1 | 1 | 1 | 0 | 1 | 10.5 | |
| 11 | Carl A. Walbrodt | ½ | ½ | 0 | 0 | 0 | 0 | 1 | 1 | ½ | 1 | 0 | 0 | ½ | ½ | ½ | ½ | 0 | ½ | 1 | 1 | 1 | 10.0 | |
| 12 | Dawid M. Janowski | 0 | 1 | 0 | 0 | 1 | 0 | ½ | ½ | 1 | 0 | 1 | 0 | ½ | 0 | ½ | 1 | 0 | ½ | 0 | 1 | 1 | 9.5 | |
| 13 | Amos Burn | 0 | 0 | 0 | 0 | ½ | ½ | 0 | 0 | 0 | 0 | 1 | 1 | 0 | 0 | ½ | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 9.5 | |
| 14 | James Mason | 0 | 0 | ½ | 1 | 0 | ½ | 0 | 0 | 0 | 1 | ½ | ½ | 1 | 0 | 1 | 0 | ½ | 1 | 0 | 1 | 1 | 9.5 | |
| 15 | Isidor Gunsberg | 0 | 0 | 0 | ½ | 0 | 0 | 1 | 0 | ½ | 1 | ½ | 1 | 1 | 1 | 0 | ½ | 1 | 0 | 0 | 1 | 0 | 9.0 | |
| 16 | Henry E. Bird | 0 | ½ | 0 | 0 | 1 | 0 | 0 | ½ | ½ | ½ | ½ | ½ | ½ | 0 | 1 | ½ | 1 | 0 | ½ | ½ | 1 | 9.0 | |
| 17 | Georg Marco | ½ | 0 | 0 | 0 | 0 | ½ | 0 | 0 | ½ | 1 | ½ | 0 | 0 | 1 | ½ | ½ | 1 | 1 | 0 | 1 | ½ | 8.5 | |
| 18 | Adolf Albin | 0 | ½ | ½ | 0 | 0 | 1 | ½ | ½ | ½ | 0 | 1 | 1 | 0 | ½ | 0 | 0 | 0 | 0 | 1 | 1 | ½ | 8.5 | |
| 19 | William H. K. Pollock | 0 | 0 | 0 | 1 | 1 | 0 | ½ | 0 | ½ | 0 | ½ | ½ | 0 | 0 | 1 | 1 | 0 | 1 | 0 | 0 | 1 | 8.0 | |
| 20 | Samuel Tinsley | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 1 | 0 | 0 | 0 | 1 | 0 | 1 | 1 | ½ | 1 | 0 | 1 | 0 | 1 | 7.5 | |
| 21 | Jacques Mieses | 0 | ½ | ½ | ½ | ½ | ½ | 0 | 0 | ½ | 1 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | ½ | 0 | 0 | 1 | 1 | 1 | 7.5 | |
| 22 | Beniamino Vergani | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 1 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 1 | 0 | ½ | ½ | 0 | 0 | 0 | 3.0 |
Hastings 1895 podría haber zanjado entonces la inestable cima del orden ajedrecístico, pero planteó aún más preguntas. ¿Era realmente Lasker el jugador más fuerte? ¿Merecía Chigorin un enfrentamiento con el nuevo campeón cuando había perdido sus dos enfrentamientos anteriores por el campeonato del mundo? ¿Debía concederse a Steinitz la revancha que pedía a Lasker, ya que estaba en plena forma durante el gran torneo? ¿Qué pasa con Tarrasch, que derrotó a Lasker y le relegó al tercer puesto? ¿Debería Pillsbury, con su impresionante talento, tener una oportunidad inmediata de ganar el título?
Muy oportunamente, los cinco jugadores fueron invitados a jugar entre ellos ese mismo año en el gran Torneo de San Petersburgo de 1895-96. Sólo un enfrentamiento entre ellos podría resolver las cuestiones que Hastings 1895 había creado.
Por el momento, sin embargo, el mundo del ajedrez celebró a Pillsbury, y éste se deleitó con su espectacular éxito. Más tarde recordaría el torneo, y hablaría de la cálida relación que los jugadores de Hastings tenían entre sí, incluso en el fragor de la batalla. Dijo:
El recibimiento en Hastings fue muy cordial, especialmente por parte de Steinitz, Tarrasch y Chigorin. Los jugadores ingleses, Blackburne y Bird, también fueron muy corteses. Antes de que comenzara el torneo, nos sentábamos durante horas y discutíamos asuntos relacionados con el ajedrez, o analizábamos una partida, o tratábamos de ampliar las teorías de ciertas aperturas, etc., y no olvidaré las muchas horas felices y agradables que pasé con estos caballeros en Hastings. El mismo sentimiento me demostraron después de derrotar a Gunsberg en la ronda final. Cuando se supo que había ganado la partida, Chigorin, Steinitz y Tarrasch dejaron sus respectivos tableros en los que estaban completamente concetrados y vinieron a felicitarme por mi éxito, diciéndome muchas cosas agradables.
Así, Hastings 1895 introdujo a Pillsbury en el ajedrez de élite. Se convertiría en uno de los jugadores más brillantes de principios del siglo XX y en uno de los principales candidatos a desafiar a Lasker. Aunque sólo sea remotamente, o en sentido figurado, su dramática carrera hasta el final con Chigorin y Lasker rememoró la vieja batalla de 1066, pues hizo de Hastings una vez más el vasto terreno de una gran batalla.
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