Porque dando es como se recibe
San Francisco de Asís
Desde los tiempos de Greco hasta la actualidad, los sacrificios en ajedrez han atraído tanto a aficionados como a profesionales. Los maestros de antaño valoraban enormemente el espíritu de hidalguía, y estaban dispuestos a arriesgar su búsqueda de la victoria con tal de crear belleza artística. Tal vez las cosas hayan cambiado un poco hoy en día con la llegada de mejores ideas defensivas, asistidas por potentes motores de ajedrez que refutan (en teoría) atrevidos y hermosos ataques mediante una defensa fría.
Sin embargo, sé que todos los jugadores aspiran a crear una obra maestra duradera sobre el tablero. Si los sacrificios apelan a la faceta artística del ajedrecista, ¿qué mejor manera de hacerlo que sacrificando la más poderosa de todas las piezas, la dama?
Mientras observaba las partidas del Campeonato Continental Asiático de 2019 en China, la siguiente posición del duelo en el primer tablero entre dos jóvenes talentos llamó mi atención.
Esta es la posición después de la novena jugada de las blancas en la partida entre Alireza Firouzja (entonces representando a Irán) y Karthikeyan Murali (India). Aquí, tras 21 minutos de reflexión, Karthikeyan jugó 9...Dxc3!!.
Por el tiempo empleado, deduzco que fue una pura improvisación sobre el tablero y no el resultado de una preparación casera detallada, ¡lo que lo hace aún más impresionante! El sacrificio es puramente posicional, y no hay líneas forzadas que conduzcan a evaluaciones claras a corto plazo.
No sé (¡ni quiero saber!) si el sacrificio es objetivamente la mejor continuación, etc. Pero está claro que, en una partida práctica, tu oponente se lleva un gran impacto cuando sacrificas tu dama por dos piezas menores tan temprano en la batalla. También pueden surgir pensamientos como: «Debo refutar este sacrificio insolente», lo que puede ser contraproducente al momento de calcular variantes.
Así que, en resumen, fue un brillante golpe maestro psicológico, ¡pero la partida no termina ahí! Pensando puramente en términos ajedrecísticos, me gusta el hecho de que las negras obtienen dos piezas menores y un peón por la dama sacrificada, además de desordenar la estructura de peones de las blancas. También se obtiene un buen control de las casillas negras. Pero, dicho esto, una dama sigue siendo una dama, ¡y se requiere mucha valentía e imaginación para sacrificarla!
Aquí está la posición después de dos jugadas más.
Obsérvese la posición del peón en h3, que debilita la casilla g3 y también debilita indirectamente la casilla f4. Si el peón estuviera en h2, las blancas podrían haber conservado una buena posibilidad de controlar las casillas centrales con un eventual g2-g3 y f3-f4. ¡Pero las negras obviamente estaban atentas a este pequeño detalle!
Continuando, llegamos a la posición después de 16...Af4 de las negras.
Claramente, la situación ha mejorado en gran medida desde la perspectiva de las negras, que dominan las casillas negras del centro y del flanco de rey, debido a la ausencia de piezas menores de las blancas que podrían haberlas controlado. El rey blanco está bastante inseguro y trata de encontrar un refugio permanente, mientras que los peones blancos —especialmente los doblados y retrasados en la columna-c semiabierta— son objetivos tentadores para las piezas negras.
Las negras no presentan objetivos ni debilidades para las piezas mayores blancas. ¡La coordinación de las piezas negras es simplemente exquisita!
Pasemos a la posición después de la jugada 27 de las negras.
Cada una de las piezas negras es un símbolo de eficiencia. Con 27...f5 las negras incorporan la torre inactiva de f8 a la partida y atraviesan las defensas blancas. Concluiré esta partida con dos diagramas más.
Esta posición después de la 32ª jugada de las negras recuerda a finales de la Variante Dragón de la Siciliana, donde las negras eliminan todos los peones blancos a pesar de estar en desventaja de calidad.
La posición final tras 53...Rf3, tras la cual las blancas se rindieron, es una imagen de pura dominación. A continuación se presenta la partida completa con mis comentarios.
Mientras veía la partida anterior, me vino inmediatamente a la mente el famoso enfrentamiento entre Boris Spassky y David Bronstein del Torneo de Candidatos de Ámsterdam 1956. Compartiré algunos momentos interesantes de esa partida clásica.
Bronstein jugó 9...Cxg3 aquí, invitando a 10.Df2, para lo cual tenía preparada la respuesta...
10...Cxf1, sacrificando su dama por dos piezas menores y un par de peones, al igual que en la partida Firouzja vs. Karthikeyan.
Avanzando, llegamos a la posición tras 13.b3 de las blancas. Aquí, según Bronstein, era posible jugar la activa 13...Ca3!? con la idea de ...Cb4 más adelante. En su lugar, eligió jugar 13...Cb6 y la partida continuó.
El siguiente momento interesante llega tras el 20.exf5 de las blancas.
Una vez más, según Bronstein, las negras cuentan con una buena jugada, 20...Ce7, con la cual conservarían la iniciativa, al menos suficiente para lograr las tablas.
Una variante de muestra que me cautivó fue —aunque no es forzada— 21.fxg6 Cf5 22. gxh7+ Rh8 23. De1 Cd3 24. Dd2 Ch4+ 25.Rg3 Tg8+! conduciendo al jaque mate.
En su lugar, Bronstein eligió jugar 20...Af5, lo que llevó a la astuta respuesta 21.Ta4! de Spassky, que, como admite el propio Bronstein, evidentemente había pasado por alto.
La partida fue una auténtica batalla a partir de ese momento, pero Spassky administró su ventaja material de forma ejemplar. Puedes consultar la partida completa con los comentarios de Bronstein en su libro Sorcerer's Apprentice —coescrito con Tom Furstenberg— en el tablero dinámico a continuación.
Esta es una posición de una partida blitz entre Vladimir Kramnik y Garry Kasparov de 1994. Como ya habrás adivinado, las negras eligieron 12...Cfxe4!, sacrificando la dama por dos piezas menores y un peón. A pesar de tratarse de una partida blitz, ilustra muy bien el punto y es bastante similar en espíritu a las otras dos partidas analizadas aquí.
Encuentra la continuación y la partida completa en el visor de partidas a continuación.
Mis observaciones sobre estas tres partidas son las siguientes:
Para concluir, me gustaría felicitar a Karthi por tomar una decisión tan bonita y grabar su nombre en la historia junto a algunos de los más notables gigantes del ajedrez.
