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La puerta de hoy
Por Fernando Arrabal
[Tercera de ABC, la regledujeu.org, le Monde, 10-XII-16]
Bob Dylan, con sus iluminaciones, ha recibido el Nobel de literatura. "¿Por qué intentar cambiarme ahora?". Me encanta que se se le haya concedido un premio prestigioso a una de las formas artísticas más poéticas de los siglos XX y XXI. En mi modesta opinión el rock, y particularmente Bob Dylan, se merecen el premio. Se acabó el rap: ahora Mr Man toca et tamborín. How many roads must a poet walk down.
¿Cómo decir sin parecer lagotero, que los dos grandes premios literarios que conciernen a la península son evidentemente prestigiosos? Obviamente tanto el Nobel como el Cervantes. E incluso como la mayoría de los otros trofeos que se otorgan aquí y allá. Cuando el clon de la Chita de Tarzán se convierte en el enanito de Blancanieves. Los jurados de todos los galardones suelen actuar con equidad. En esta época de maremotos hasta con un escúter se descubre el fuego. Se orean con hincha los casos de Joyce, Kafka, Borges y de los olvidados del Cervantes. Es lógico que un jurado que carece del don de infalibilidad no siempre acierte. Pero a veces lo consigue. Como en el caso de Beckett. O de Goytisolo y el Cervantes. Para el Colegio de Patafîsica el premio Nobel no es “un pesado hándicap”. De hecho un par de veces Nobel ha elegido a dos de sus cuarenta y nueve “trascendentes” patafísicos. La tierra es redonda pero los hay que la prefieren lisa. Mucho tendría que cambiar el mundo y sus “big prizes” para imaginar que por el mar corre la liebre… How many roads must a poet walk down.
En general estos premios cambian tan solo la vida doméstica de la mayoría de los premiados. Suzanne Beckett (con su marido) dejaron de vivir en 12 metros cuadrados. Ella se compró lo mejor que podía conseguir con el millón. Un pisito en París, seis veces mayor. Por inadvertencia asomado a las galerías de la cárcel de la Santé. Como despertador tuvo que adquirir una serpiente de cascabel.
Jean-Paul Sartre rechazó el premio y su millón. ¡A lo legionario! Pero a última hora, cuando no tenía con qué pagarse “ni un par de calcetines”, recuperó el cheque. Hay quien se vuelve mendigo o “clochard” a causa de sus quimeras. Cuenta el Castor (Simone de Beauvoir) que poco antes de su ocultación Sartre le preguntó: “¿Cómo haremos para hacer frente a los gastos de entierro?”. Los académicos suecos le devolvieron lo que era suyo. Olvidando que les había expectorado. Y no por el colmillo. Esa academia, gracias a sus esquís de avanzadilla, está por delante de su tiempo. How many roads must a writer walk down.
Entre los escritores no recipiendarios del laurel nadie suele quejarse. ¡Al revés! Alfred Jarry antes de morir de hambre hubiera podido recibir siete premios Nobel. Hasta su último suspiro actuó como si en todo porvenir no hubiera futuro. A sus 34 años, con su hermana y cómplice Charlotte, se bebieron 1100 litros de vino en seis meses. Entre los dos: 183 por mes, es decir 3 litros por día y por persona. Para ser precisos, tenemos las facturas de sus acreedores hasta su ocultación. Hacía mucho tiempo que los Jarry no vivían en tiempo real.
El Nobel felizmente dio uno de sus premios a Echegaray: el cuarto de la historia y el primer español. En el ruedo los mejores consideraron que había sido un accidente: como si a la Dama de Elche le hubieran escayolado las piernas. Ipso facto los más huracanados le sambenitaron con un manifiesto. Por si fuera poco estos enfurecidos recordaban escandalizados el artículo del gran superdotado sobre la inquisición titulado “la soga de Lavapiés”. Los manifestantes, entre improperios, le descalificaron inventando que “Echegaray representa a una España corroída por los prejuicios y la superchería”. Y se quedaron tan anchos. Incluso los manifestantes más rojos tienen glóbulos blancos.
Durante mi adolescencia madrileña se representó, “con gran éxito”, “Un drama de Echegaray ¡ay!” . Entonces algunos no reflexionaban por temor a ser influenciados El panfleto se había estrenado en el Teatro Calderón de Barcelona con Fernando Fernán Gómez e Isabelita Redondo. El lavado de cerebro no es nada, luego hay que secarlo.
Al saber que había un busto de Echegaray en el Banco de España (su obra) fui, con amigos, dos veces, para intentar rendirle homenaje. La primera ni siquiera pude traspasar el umbral. Éramos tolerantes pero sin más. El autor nació cien años antes que yo. Mantuvo siempre una actitud distante con su poesía y su teatro. A pesar de contar con la admiración de Luigi Pirandello, August Strindberg o Bernard Shaw. En el reino de los ciegos los lazarillos son reyes. Sus piezas como “O locura o santidad” se representaron en medio mundo. Él solo se consideró un hombre de ciencia. En realidad Buda nunca entró en una pagoda. Con Echegaray comienzan “la matemática y la física españolas de los siglos XIX y XX” (Rey Pastor) . En 1907, a propuesta de Ramón y Cajal, la Academia de Ciencias creó la « Medalla Echegaray ». Escribió tratados sobre la teoría de determinantes, la geometría de Chasles, las funciones elípticas, la termodinámica etc etc. ¿Pero cuánto dura el comienzo de un tratado? Desgraciadamente no pudo terminar su ‘magnum opus’ de Física matemática: solo pudo concluir 25 de sus tomos…El reloj biológico ¿hay que abrirlo para conocer el tiempo? How many roads must a poet walk down.
Inmerecidamente he recibido premios como el “Ludwig Wittgenstein” de filosofía, el “Pier Paolo Pasolini” de cine, el “Antonin Artaud” de Teatro, el “Vladimir Nabokov” de novela, el “Mariano de Cavia” de periodismo, o el “Alessando Manzoni” de Poesía. El Colegio de Patafísica me ha nombrado (substituyendo a Boris Vian y Eugène Ionesco) “promotor” de sus “órdenes”. Es una función ideal. Sin voz ni voto. Pero ¿qué esperan los peces voladores? Cada vez que por descuido propongo un nombre al Colegio me suelen replicar con cortesía:
- Tiene razón: la labor musical (o matemática, o ajedrecista) de NN es admirable, pero desgraciadamente no tiene una obra patafîsica. La « noche de las estrellas » sería más deslumbrante a mediodía.
How many roads must a poet walk down.
Es una novela de Fernando Arrabal, de temática ajedrecistica, que transcurre durante un campeonato mundial de ajedrez. La trama se centra en los dos protagonistas y rivales del campeonato, alternando las jugadas de la partida por un lado, y contándonos las peculiaridades y la vida de los protagonistas por otro. Fue ganadora del Premio Eugenio Nadal en 1982. Les ofrecemos a continuación revisada con la función de análisis táctico de ChessBase 14: