El extraordinario Ignatz Von Kolisch: campeón, mecenas, banquero

por Eugene Manlapao
31/12/2023 – Algunas de las historias más lamentables del ajedrez son las de grandes jugadores que se retiran en la cima de sus facultades. Primero fue Paul Morphy y, más de un siglo después, Robert Fischer. Probablemente muy pocos sepan o recuerden que, poco después de la marcha de Morphy, otro jugador brillante dejó el ajedrez. No era de la talla de Morphy, desde luego, pero fue una pena que el mundo no viera más de su brillantez. Nos referimos a Ignatz von Kolisch.

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Ignatz Von Kolisch (6 de abril de 1837 - 30 de abril de 1889)

Ignatz von Kolisch

Algunas de las historias más lamentables del ajedrez son las de grandes jugadores que se retiran en la cima de sus facultades. Primero fue Paul Morphy y, más de un siglo después, Robert Fischer. Sólo podemos lamentar que nos negaran todo su increíble talento y dejaran el ajedrez mucho más pobre.

Probablemente muy pocos sepan o recuerden que poco después de la marcha de Morphy, otro jugador brillante se llevó su talento a otra parte. No era de la talla de Morphy, ciertamente, pero de todos modos fue una pena que el mundo no viera más de su juego. Nos referimos a Ignatz von Kolisch.

Kolisch nació en Pressburg, en la actual Bratislava (Eslovaquia), el 6 de abril de 1837. Estudió en Milán y Viena. En San Petersburgo conoció a Grigory Alexandrovich Kushelev-Bezborodkollya, con quien entablaría relaciones de trabajo que influirían notablemente en su futuro.

Kushelev-Bezborodkollya, también conocido como Conde Koucheloff, procedía de una de las familias más ricas e influyentes de Rusia. Era escritor, editor y filántropo, y su padre, el conde Alexander Gregorievich Kushelev-Bezborodko, fue uno de los fundadores del primer club de ajedrez ruso, la Sociedad de Aficionados al Ajedrez de San Petersburgo. Como el conde era escritor y artista y su padre un entusiasta del ajedrez, la casa palaciega de la familia se convirtió en punto de encuentro de los hombres más destacados del juego, las artes, la literatura y la ciencia de San Petersburgo.

Entre los maestros de ajedrez que frecuentaban la residencia del Conde se encontraban Alexander Petrov, Ilya Shumov, Sergey Urusov y Carl Jaenisch. El pintor Viktor Mikhaylovich Vasnetsov, el químico Dmitri Mendeleev, y los gigantes literarios Ivan Turgenev y Leo Tolstoy también solían visitar la residencia.

Kolisch se convirtió en secretario del Conde. No se sabe lo fuerte que era Kolisch en el momento de su contratación, pero, sin duda, la oportunidad de codearse con los principales maestros rusos de la época aceleró su desarrollo. No sólo eran buenos jugadores prácticos, sino también destacados teóricos. Alexander Petrov, el mejor jugador de Rusia durante más de medio siglo, produjo la Defensa Petrov. Jaenisch, desarrolló el Gambito Schliemann-Jaenisch de la Ruy López. Junto con Shumov, los tres maestros fueron invitados al primer torneo internacional de la historia, celebrado en Londres en 1851, pero llegaron tarde.

Viajando con el Conde, Kolisch jugó y forjó su reputación allá donde fueron. En 1859, estaban en París cuando Kolisch venció por 2-0 a Daniel Harrwitz, el maestro residente del Café de la Regence. Harrwitz había sido uno de los rivales más célebres de Morphy el año anterior. Poco después, Kolisch se trasladó a Inglaterra y derrotó a Thomas Barnes por 12-1, una hazaña que sorprendió a los espectadores ingleses, ya que Barnes había sido el rival más difícil de Morphy.

Al año siguiente, 1860, Kolisch empezó a competir en serio, y su reputación debía de precederle, ya que fue inmediatamente enfrentado nada menos que a Adolf Anderssen. Con Morphy retirado, muchos veían a Anderssen como el jugador más fuerte del mundo, como lo fue cuando había ganado Londres 1851. El match terminó empatado 5-5.

A continuación, Kolisch se enfrentaría a otros maestros de renombre en similares matches cortos. Venció a Bernhard Horwitz, 3-1, y empató con John Owen, 4-4.

Kolisch también ganó el Congreso de Cambridge de 1860. Fue un torneo eliminatorio a tres rondas con ocho jugadores en el que barrió a todos sus oponentes, incluido Charles Henry Stanley en la final, por 3-0. Stanley fue el primer campeón de la historia de Estados Unidos, título que consiguió en 1845.

Al año siguiente, 1861, Kolisch tuvo una revancha con Adolf Anderssen, que perdió esta vez por 4-3. A continuación se enfrentaría a otro formidable jugador de la década de 1860, Louie Paulsen, que demostraría ser uno de sus adversarios más duros.

En el Congreso de Bristol de 1861, que adoptó el formato del Congreso de Cambridge de 1860, Paulsen eliminó a Kolisch en la primera ronda, por 2-1. Más tarde, ese mismo año, se enfrentaron en una carrera a diez victorias. Paulsen se adelantó pronto, 6-1, pero Kolisch remontó y recortó distancias hasta el 7-6. El match, sin embargo, se había alargado más de lo previsto, y después de 32 partidas se dio por empatado.

En 1863, dio la casualidad de que Morphy regresó a Europa, no por el ajedrez, sino por un asunto familiar. Kolisch aprovechó la oportunidad y envió una carta a Morphy, recordándole que dos años antes, el Conde Koucheloff le había retado a un match contra su protegido, estando el Conde dispuesto a respaldar a Kolisch con 500 libras por bando. Kolisch renovó el desafío.

Como era práctica habitual en la época, el desafío de Kolisch se publicó en un diario francés para dar a conocer el asunto al público. Morphy afirmó que había abandonado el juego. Su respuesta, publicada en el mismo diario, fue poco característica del caballero que era, citando los dudosos resultados de Kolisch contra dos hombres a los que había derrotado por la mínima. Tal vez, hablaba más de la falta de voluntad de Morphy para volver al ajedrez que de un rechazo a Kolisch y su talento. Escribió:

Podría haber creído en su momento, al enterarme de sus éxitos, que era usted superior a otros jugadores con los que me había enfrentado en Europa, pero dado que, como usted bien sabe, el resultado de sus encuentros con los Sres. Anderssen y Paulsen no le han sido favorables, no hay ahora ninguna razón para que haga una excepción en su caso, habiendo decidido no volver a participar en tales encuentros, infracción de mis reglas que me vería obligado a extender a otros.

Al negársele la oportunidad de enfrentarse al gran maestro, Kolisch esperaría hasta 1867 para alcanzar su verdadero momento de gloria. Antes de eso, sin embargo, jugó dos matches importantes en 1864. Venció por 7-1 a Samuel Rosenthal, que algún día se convertiría en el jugador más fuerte de Francia. El otro match, contra Philip Hirschfeld, quedó empatado 4-4.

En 1867, París organizó un torneo como sede de la Exposición Universal de ese año. En él participaron Syzmon Winawer, de Polonia, Wilhelm Steinitz, de Bohemia, Gustav Neumann, de Prusia, Cecille De Vere, del Reino Unido, y Jules Arnous de Riviere y Rosenthal, de Francia. Se dice que Kolisch acudió a París sólo como espectador, pero fue convencido para participar.

El torneo fue especialmente significativo. Fue el primer evento internacional celebrado en Francia y el primero en utilizar relojes de arena para cronometrar a los jugadores, que debían realizar diez jugadas en una hora. Las tablas no se contabilizaban, lo que significaba que se anotaban como dobles pérdidas para los jugadores. Había 13 participantes y cada jugador debía jugar dos veces contra 12 oponentes.

Kolisch ganó el torneo con 18 victorias, 2 derrotas y 2 empates. Barrió en la mayoría de sus enfrentamientos a dos partidas, y sólo Winawer y Neumann lograron un empate a uno con él. Venció a Steinitz y Rosenthal por 1-0 (las demás partidas fueron tablas).

París (1867)
París, Francia; 4 de junio de 1867 - 11 de julio de 1867

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Fue un logro monumental para Kolisch, que había empezado a competir en serio sólo siete años antes. Muchos le consideraban el mejor jugador del mundo tras esta victoria. Chessmetrics le otorga una puntuación de 2755 en agosto de 1867, menos de un mes después del torneo. Es, de hecho, la más alta entre todos los jugadores en activo de ese periodo.

Lamentablemente, esos increíbles siete años fueron todo lo que la historia vería de Kolisch. Se retiró de la competición activa después de París 1867 para dedicarse a la banca. Tuvo éxito y se hizo millonario en 1880.

Sin embargo, el ajedrez no abandonaría del todo a Kolisch. Con su nuevo éxito, se convirtió en un generoso mecenas que organizó y donó fondos a algunos de los torneos más famosos que se convirtieron en campos de pruebas para otros grandes jugadores. Entre ellos, Baden-Baden 1870 y Viena 1873 y 1882.

Habla del genio de Kolisch el hecho de que fuera capaz de lograr tanto en los pocos años que jugó. Era un jugador puro y un hombre de su época. Sus partidas y su legado ejemplifican los ideales románticos de audacia, agresividad y maravillosa ejecución táctica. El ajedrez se enriqueció con su corta pero brillante carrera.

Partidas

  1. Kolisch vs. Rosenthal – Kolisch arrolla a Rosenthal con auténtico espíritu romántico.
  2. Steinitz vs. Kolisch – Kolisch desactiva con calma el ataque de Steinitz en el agudo Gambito de Rey.
  3. Neumann vs. Kolisch – Kolisch demuestra que sabe jugar posicionalmente y teje una red de mate impecable.
  4. Harrwitz vs. Kolisch – Kolisch capea el ataque de Harrwitz y termina la partida con una elegante jugada final.
  5. Kolisch vs. Paulsen – Kolisch juega un final brillante.

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Eugene es licenciado en Escritura Creativa. El ajedrez y la escritura son sus pasiones, y a menudo una de ellas le absorbe por completo y deja de lado la otra. Sus otros intereses son la literatura clásica, las biografías, los deportes y las artes visuales. Pasa su tiempo libre cuidando a sus dos encantadoras hijas.