Miércoles, 8 de febrero de 2012
La Casa del Ajedrez de Sambesi, en Zambia
Por Björn Lengwenus
Si muchas personas hacen un esfuerzo juntos, se pueden conseguir grandes cosas. Cosas que a primera vista parecen imposibles, por ejemplo, dar una nueva casa a seis niñas abandonadas en
África.
Cuando estuve en el mismo sitio hace año y medio, planteando mi idea de crear una casa de
huérfanas dentro del maravilloso proyecto "Liyoyelo", que se está realizando el en oeste de
Zambia, en Limulunga, tenía la convicción firme de que quería hacer realidad esa idea, pero no estaba del todo convencido de que iba a poder recaudar el dinero necesario para ello. (Véase
el reportaje de hace año y medio al respecto.)
Pero resulta que se puede fiar del mundillo del ajedrez. La acogida de la idea fue tremenda y muchísima gente se ha mostrado dispuesta a ayudar. Muchos me dieron ánimos y otros muchos ofrecieron donar dinero.
En un momento dado, gracias a los lectores de las páginas web de ChessBase y de los esfuerzos de los alumnos de mi colegio en el barrio de Hamburgo, Barmbek, estuve seguro de que lo íbamos a conseguir. Efectivamente íbamos a recaudar el dinero suficiente como para pagar los gastos para seis niñas huérfanas.
El promotor del proyecto, Michael Scholz in situ para construir la casa junto con su equipo
Preparando la comida
Lo que había parecido imposible, se puso en práctica: el 19 de agosto de 2011 efectivamente se inauguró una nueva casa para seis niñas huérfanas en
Zambia, la "Casa Münster-Barmbek". Pero la verdad es que lo mismo la podrían haber bautizado, "La Casa del Ajedrez de Sambesi" porque
muchos de los que han ayudado, son ajedrecistas.
Dentro de mi año sabático, por supuesto, no me dejé escapar la ocasión de hacer otra parada en Limulunga para ver con mis propios ojos, como las niñas se mudaron a su nueva casa. Entre ellas, una niña de seis años que se había enterado del proyecto y había recorrido 200 kilómetros ANDANDO para ver si se podía apuntar y conseguir un sitio. Al ver la niña ni las madres
zambianas, acostumbradas a unas cuantas cosas, pudieron reprimir las lágrimas. Cuando la habían lavado dos veces por completo, surgió la primera sonrisa de la niña. Fue un momento muy especial.
La tela verde de los tréboles de cuatro hojas bastó para hacer tres vestidos y un
mantel grande
Otro aspecto que hizo que ese momento fuese todavía más especial era el hecho de que lo presenciaron también seis niñas escolares del colegio donde he sido el director hasta el comienzo de mi año sabático, el colegio Fraenkelstraße, de Hamburgo.
Imágenes que (se) mueven
Intercambio escolar Hamburgo - Sambesi
Varias fundaciones y patrocinadores hamburgueses se habían encargado de que nuestras alumnas pudieran hacer dicho viaje especial. Participar en unos intercambios escolares de este tipo, para los escolares normales que no sean económicamente privilegiados, normalmente
resultan impensables. Por lo tanto, la mayoría de las niñas hamburguesas nunca antes había ido en avión y más bien estaban acostumbradas a ser "pobres" y dependientes de ayudas sociales. Aquí en Limulunga, ellas eran las ricas, increíblemente forradas, en comparación con las niñas africanas. Una experiencia totalmente nueva para ellas.
La visita a Limulunga tuvo un encanto muy especial y todos los que han estado presentes se seguirán acordando durante mucho tiempo más. Lo que las niñas han vivido allí ha sido mucho más de lo que suele ser un intercambio escolar. Después del viaje, la delegación hamburguesa relató en su blog cuan impresionante habían sido las dos semanas en África y cómo y cuánto las ha cambiado.
El blog de África del colegio (en alemán)...
Hacia sol (como no), cuando el Príncipe de Limulunga (suena como si fuese un personaje de
cuento o de película) cortó la cinta de inauguración, junto con el gobernador de la
provincia.
El comienzo de la fiesta de inauguración de la Casa del Ajedrez de Sambesi
Bailes y cantos
El Príncipe de Limulunga inaugurando la Casa del Ajedrez
¡Fiesta africana!
¡Al ataque!
El brillo del sol también se reflejaba en las caras y en los ojos de todos. Además encima hubo otra sorpresa adicional, muy especial: el Lions Club de Copenhague había donado varios ordenadores de sobremesa y pudimos inaugurar también el primer cibercafé en el terreno del proyecto.
Para sustituir a los daneses del "Lions Club"
"El Pequeño Fritz" en el cibercafé recién estrenado del proyecto
Eso sirve para tener una "pequeña fuente de ingresos", justamente tal y como la había anhelado el coordinador del proyecto, Michael Scholz. Son importes minúsculos los que se cobran por medio del cibercafé ahora, pero es más que nada y así hay algo más aparte
de la venta de cestas hechas a mano.
Es un primer pero importante paso pequeño hacia adelante. Las niñas que toman parte en el proyecto reciben la posibilidad de trabajar con ordenadores y así van a tener
oportunidades mucho mejores para obtener trabajo más adelante. También en
Zambia los conocimientos informáticos son muy importantes.
Tal y como debe ser en un "Pueblo de Ajedrez" pues, después de mi primera visita el ajedrez se ha convertido en un pasatiempo habitual. Y naturalmente también les hemos instalado El Pequeño Fritz en los ordenadores del cibercafé. Resultó que el director del proyecto, el Sr. Maketo, había sido
campeón de ajedrez de la provincia y poco a poco nos retó a todos a jugar un duelo contra él.
El campeón de Zambia del oeste, Sr. Maketo, viendo el programa de enseñanza de ChessBase, "El Pequeño Fritz"
La verdad es que jugaba bastante bien y me di cuenta de ello muy en directo cuando me tocó enfrentarme en una partida con él. Pero pude fiarme de la hospitalidad africana y pude ganar la partida.
Así iban pasando los días bajo el sol zambiano en el valle del Sambesi. Las niñas tanto hamburguesas como limulunganesas se hicieron más y más amigas.
Y así siguen: gracias a los nuevos ordenadores siguen manteniendo el contacto.
El tablero de ajedrez se ha incorporado como factor fijo en los pasatiempos en lo que es la Casa Münster-Barmbek (o "Casa del Ajedrez"-) y seis niñas huérfanas tienen un nuevo hogar.
En nuestras cabezas, siguen surgiendo más sueños e ideas...
Tapas de botellas para sustituir a las torres
Aún falta algo de conocimiento de las reglas. ¿Quién de vosotros es el rey y quién la dama?
¡Adelante con todas las piezas!
¿Para qué se necesita una mesa? Si también va así.
Björn, con barba y lejos de su casa
El Bayern Munich se conoce en todas partes del mundo, también en Sambesi
Uno de esos sueños es, por ejemplo, que podamos conseguir más fuentes para recaudar dinero para el proyecto para que dentro de un rato puedan estar manejando el proyecto sobre su propia dirección. Ya ahora el grupo de trabajo "Sambia AG" del colegio Fraenkelstraße,
del barrio hamburgués Barmbek, está recolectando cada céntimo para el proyecto y también estamos buscando nuevos patrocinadores y fundaciones hamburguesas que ayuden a que haya un nuevo intercambio Hamburgo -
Zambia el año que viene. Además nos podemos imaginar que un equipo del proyecto Liyoyelo participe en el gran torneo escolar "Alsterufer", es decir que los
zambianos se conecten con la sala del Centro de Congresos de Hamburgo a través de Internet. Y quizá en el futuro hasta podrían acudir dos niñas
zambianas a Hamburgo para mejorar sus conocimientos y aprender cosas totalmente diferentes de lo conocido en el colegio Fraenkelstraße durante una temporada.
Son sueños. Pero igual no lo tienen que siempre, ¿no es verdad?
Hasta entonces, sin embargo, tendremos que seguir cubriendo los gastos de las seis niñas huérfanas en Liyoyelo. Son 50 euros al mes por niña. Nos hemos comprometido a ello. 300 euros al mes. No es poco, pero tampoco es mucho.
Hay tantos proyectos maravillosos de ayuda en el mundo. No dejen de ayudar, si pueden. Sea con donaciones o con su propia mano de obra e iniciativa. Si quieren participar en el proyecto aquí descrito, también es posible, por supuesto. Pueden ponerse en contacto conmigo a través de mi correo electrónico:
Bjoernlengwenus@aol.com
Si tienen preguntas, sugerencias o quieren participar o donar dinero por el proyecto de Liyoyelo con mucho gusto estaré a su disposición, aunque a veces no pueda responder
al instante, dado que sigo con mi viaje por el mundo en mi año sabático. Si quiere ver dónde estoy y qué estoy haciendo, lo puede hacer
en mi blog: "Bis bald Barmbek!" ("¡Hasta pronto, Barmbek!")
¡Muchas gracias por todo!
A propósito. En un momento dado hubo visita inesperada...
"Me da que aquí huele a comida"
"¿Ah, no? Bueno, fue una equivocación"
"Pero antes de marcharme voy a dormir la siesta aquí".
"Ay, es que el ajedrez cansa muuuuchooo".
¡Que sueñes con las piececitas, hipopotamito!
Traducción: Nadja Wittmann, ChessBase
Enlaces:
Torneos Alsterufer en Hamburgo