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El trabajo de un instructor de ajedrez implica enseñar a los estudiantes las reglas, estrategias y tácticas del juego, así como guiarlos en su desarrollo y mejora en el ajedrez.
En esta labor hay un aspecto particular, al desarrollar su actividad en escuelas y colegios, este está llamado a “hablar el mismo idioma” de sus colegas docentes, por lo que algunas responsabilidades comunes incluyen: impartir clases teóricas y prácticas para enseñar los fundamentos del ajedrez, desarrollar planes de estudio personalizados para adaptarse a las necesidades individuales de los estudiantes, organizar competencias y torneos para que los estudiantes pongan en práctica sus habilidades, proporcionar retroalimentación constructiva para ayudar a los estudiantes a mejorar su juego y, fomentar la motivación y el interés de los estudiantes mediante actividades lúdicas y desafíos educativos.
Ahora bien, para ser un instructor de ajedrez, es deseable un perfil que encierre una formación específica con conocimientos sólidos sobre el juego y habilidades pedagógicas para enseñar de manera efectiva. A tal efecto, identificamos algunas capacidades necesarias; entre las que destacan:
Formación pedagógica. Obtener formación en pedagogía o educación para adquirir habilidades de enseñanza, planificación de clases, evaluación y gestión del aprendizaje.
Capacitación en didáctica del ajedrez. Es beneficioso recibir formación específica en la enseñanza del ajedrez, que incluya métodos didácticos adaptados a este juego.
Actualización constante. Mantenerse actualizado en las tendencias educativas y en las novedades del mundo del ajedrez para ofrecer una enseñanza de calidad y motivadora.
Capacidad de comunicación. Tener habilidades de comunicación efectiva para explicar conceptos de forma clara y motivar a los estudiantes.
Conocimiento general del ajedrez. Es fundamental tener un dominio sólido de las reglas, estrategias y tácticas del ajedrez para poder enseñar de manera efectiva a los estudiantes. Pasión por la enseñanza. Mostrar entusiasmo y dedicación por transmitir conocimientos y habilidades a los estudiantes.
En nuestro idioma existe un refrán que se utiliza para criticar a aquellos que opinan sobre temas en los que no tienen conocimiento o el mismo es muy limitado: "Zapatero a tus zapatos". También se emplea para transmitir la idea de que cada persona debe dedicarse a lo que sabe hacer mejor, sin entrometerse en áreas en las que no tiene experiencia.
Esta máxima hace clara referencia a la importancia de mantenernos en el ámbito de competencia propio y no opinar o intervenir en asuntos que escapan a nuestro conocimiento o habilidades.
¿A qué viene el recuerdo de esta sentencia? Podemos observar que, en el apartado anterior referido al perfil del Instructor de Ajedrez Escolar, hemos colocado -como principales- cuatro de las cinco características propias del docente. Esto no es casual y responde a la nuestra concepción de lo que debe ser la persona que faciñite ajedrez educativo en nuestros países.
Recuerdo que, durante muchos años, primero en el seno de la Comisión de Ajedrez en las Escuelas FIDE y, más recientemente en el de Ajedrez y Educación, se ha discutido respecto a cuál es el recurso humano más adecuado para el desarrollo de proyectos de ajedrez escolar; inclusive, el idóneo para los cursos de formación de tales docentes.
A tal efecto se establecen dos extremos: el docente sin conocimiento previo del ajedrez y el ajedrecista sin formación docente alguna. En general, hemos concordado y justificado nuestro voto a favor de aquellos docentes con poco o ningún conocimiento del juego sobre los ajedrecistas “prácticos”.
El argumento principal está referido al conocimiento del docente en relación con las teorías educativas, las diferentes corrientes filosóficas y sicológicas, la metodología y la didáctica de la educación, etc. En una palabra, el docente habla el mismo “lenguaje de la escuela”.
Ocurre que algunos titulados en ajedrez (inclusive, desde carreras muy diferentes a la educación), se han acercado a escuelas y colegios con el objetivo de captar talento ajedrecista desconociendo que la visión, misión y objeto de los proyectos o programas de ajedrez en las escuelas presentan intereses diferentes. Además, en su mayoría, desconocen los aspectos más elementales de la planificación, la didáctica educativa, la evaluación, etc. Con esto hay que tener sumo cuidado y evaluar quién aspira participar en estas propuestas del ajedrez en nuestras escuelas y colegios.
Finalmente, debemos tener en cuenta que -en ocasiones- pudiéramos estar al frente del ejercicio ilegal de la profesión docente; concepto referido a la práctica de enseñar sin tener la debida habilitación o título académico requerido.
Nuestro llamado es que, para mejorar el desempeño profesional de estas personas, sugerimos su inscripción en cursos de formación pedagógica o de componente docente, que les habilite para ejercer dicha función.
En este punto quisiera expresar que, aunque para los Cursos para Formación de Instructores EDU la experiencia previa no es limitante para participar en los mismos, estimo que -en condiciones ideales- la experiencia previa es un aspecto importante para ejercer como instructor de ajedrez, ya que la práctica docente debería ser amplia y comprobada.
Estimamos que, aunque la formación pedagógica y un amplio conocimiento del juego, son fundamentales. Entonces, la experiencia previa en la enseñanza del ajedrez puede aportar habilidades y perspectivas valiosas para guiar a los estudiantes de manera efectiva.
Sin embargo, reconocemos que -a nivel global- no existen centros de formación para la docencia del ajedrez, tampoco oportunidades donde adquirir esa experiencia previa que no sea directamente con nuestros alumnos en el aula. Esto implica que aquellos docentes y ajedrecistas jóvenes interesados en trabajar como instructores de esta disciplina, lo hacen por motivación e interés propio. En tal sentido y con el objeto de colaborar con su formación, existen cursos o programas específicos para ser un instructor de ajedrez con mejores capacidades.
Tal y como indicamos anteriormente, existen cursos y programas de formación específicos para aquellos que desean ser instructores de ajedrez sin experiencia previa. De este tipo de actividad formadora principalmente se encargan la Comisión de Ajedrez y Educación FIDE y las comisiones nacionales de las diferentes federaciones afiliadas a FIDE. Algunas opciones incluyen:
Cursos de Formación de Instructores de Ajedrez FIDE. La Comisión de Ajedrez y Educación FIDE ofrece un curso de instructores y entrenadores de ajedrez en las escuelas con doble certificación. El curso se enfoca en el uso de las TIC en el ajedrez. Participe en una experiencia práctica diseñada para introducir el juego del ajedrez. En la Comisión nos interesa crear un entorno de aprendizaje positivo e inclusivo, adecuado a la edad, para alumnos de seis años en adelante. Allí el juego se introduce a través de una serie de minijuegos y ejercicios; además, se invita al alumnado a familiarizarse con diferentes ideas para planificar e impartir clases de ajedrez. Así mismo, a los cursantes para que conozcan los métodos de enseñanza actuales y herramientas creativas para impartir clases en línea y presenciales. Se aspira que el Instructor de Ajedrez Escolar FIDE, comprenda la importancia de integrar el pensamiento crítico, la alfabetización y matemáticas en las actividades relacionadas con el ajedrez. Finalmente, aprender a comunicar a las partes interesadas los beneficios que los estudiantes obtienen del ajedrez.
Ajedrezalaescuela.eu. Aborda la filosofía del blog "Ajedrez a la Escuela", que se centra en el ajedrez educativo desde diversas perspectivas, ofreciendo metodología educativa, recursos didácticos, vídeos y noticias relacionadas con el ajedrez en la educación.
ChessBase. Esta plataforma destaca la importancia de la formación del instructor de ajedrez escolar para enseñar eficazmente ajedrez educativo. Se busca dotar a los educadores de los conocimientos necesarios para impartir clases de ajedrez con eficacia.
Everest School. Destaca los beneficios del ajedrez en la educación, resaltando su impacto en el desarrollo emocional de los alumnos al ayudarles a manejar la presión, superar la frustración y tomar decisiones.
Sistema Saberes. Describe los beneficios del ajedrez en la educación, destacando cómo este juego ayuda a estructurar un pensamiento claro, resolver problemas con rapidez, mantener un nivel de concentración elevado y fortalecer la memoria visual.
Curso Básico de Ajedrez en la Escuela - Udemy: Este curso proporciona las bases del ajedrez y trucos para enseñar a nivel escolar, dirigido a profesores, monitores, padres y cualquier persona interesada en iniciarse en el mundo del ajedrez. No se requiere conocimiento previo de ajedrez.
Seminario Nacional de Instructor de Ajedrez Escolar. Este curso ofrece formación en la enseñanza del ajedrez escolar, con evaluaciones parciales, trabajos de investigación y un examen final. Proporciona un certificado válido para la norma de Instructor de Ajedrez Nacional. Es una propuesta del profesor Uvencio Blanco Hernández (VEN), LSI de la Comisión EDU FIDE.
Estos cursos y recursos enfatizan la importancia del ajedrez como herramienta educativa y estratégica que puede potenciar el desarrollo cognitivo, emocional y social de los estudiantes.
Haciendo una rápida revisión, encontramos que el contenido base del curso de formación de instructor de ajedrez FIDE puede incluir los siguientes aspectos:
Conocimientos básicos. Proporcionar los conocimientos fundamentales que permitan al docente organizar un curso de ajedrez en el aula con un temario elaborado por profesionales del juego-ciencia, psicólogos y pedagogos con experiencia docente.
Temario elaborado. Incluir un temario detallado que abarque aspectos esenciales del ajedrez y su enseñanza, adaptado para ser impartido en entornos educativos.
Certificaciones. En función de la organización o federación de ajedrez que lo organice, al finalizar el curso, los participantes pueden obtener una o hasta dos titulaciones: una propia de la FEDA respaldada por el CSD y otra de la FIDE como School Instructor.
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